EMPRENDER EN TACONES

Seguramente a estas alturas ya habrás escuchado acerca de aquella maldición china que dice: “ojalá vivas tiempos interesantes”, no cabe duda de que el mundo está en un punto donde pareciera que el deseo se ha vuelto realidad. Entre tanto movimiento, noticias e incertidumbre si ya estabas decidida a empezar un proyecto propio o si siempre has tenido la cosquilla, probablemente te preguntes si es el momento de aventarte o dejarlo para después. 

Retomando el tema de la columna pasada, la incertidumbre será una constante aún cuando nos hayamos adaptado a la normalidad que nos depare después de esta coyuntura. Tal vez no podemos leer el futuro, pero sí podemos encontrar un piso firme para comenzar o reinventarnos. 

Al iniciar, mantener y evolucionar un emprendimiento el mejor punto de partida es hacernos dos preguntas constantemente: ¿qué necesita el mundo? y ¿qué me apasiona hacer? La suma de las respuestas nos permite explorar posibilidades emocionantes. ¿Por qué partir de lo que necesita el mundo al que quiero llegar? Porque este será el pulso para elegir algo con mayor probabilidad de éxito y evitar empezar un proyecto que tal vez me encante pero muy pocos necesiten. 

Cuando hablo de necesidades (y de mundo), el abanico es enorme, sobre todo en momentos como los que estamos atravesando. El siguiente paso no es menor, de todas esas opciones ¿Qué solución me gusta lo suficiente como para apostar tiempo, dinero y esfuerzo en llevarla a cabo?

Sin tener claridad sobre la combinación “necesidad+pasión”, difícilmente se puede aterrizar una oferta única de valor, porque de lo que se trata de satisfacer una necesidad de una forma tan diferente como nuestra creatividad, valores y percepciones lo pueda hacer. Este concepto es particularmente importante como mujeres, habitualmente somos las que financiamos nuestras startups, pues los emprendimientos femeninos tienen menos acceso a capital semilla, fondos de capital de riesgo o inversionistas ángel. 

Conocer y defender tu oferta única de valor es clave sin importar el sector y el tamaño de negocio que quieres, y sobre todo es muy importante tenerlo claro para poder pensar en el plan de negocios, fijar precio y saber dónde estamos respecto a la competencia. Debes estar más que convencida que tus ideas, productos o servicios son valiosos.  

Existen varias herramientas que pueden ayudar a aterrizar ese proceso, porque las preguntas seguramente serán muchas y desde la cuarentena, la rutina y el día a día es fácil perderse en el camino. Una metodología que en lo personal me ayudó mucho es el modelo Canvas, te va guiando paso a paso desde la definición de tus futuros clientes, hasta empezar a dimensionar los costos. 

Lo importante es empezar y tener siempre presente que esa oferta de valor puede cambiar dependiendo de las circunstancias o los cambios de tus clientes. Una de las cosas más valiosas que podemos aprovechar de este momento si ya tenemos una empresa en marcha es preguntarnos si nuestro modelo sigue vigente, o si existe alguna nueva necesidad que puedo resolver. Mientras más abiertas a la innovación estemos, más fácil será sortear nuevos panoramas, sumando potenciales fuentes de ingreso. 

En estas semanas he visto surgir negocios nuevos de mujeres creativas, que serán el cimiento de una empresa e incluso son muestra de innovación en sus sectores, desde una chef que tuvo que reconvertir su trabajo del restaurante a Instagram volviendo cada plato una experiencia que llega a la puerta de tu casa, hasta una amante de las plantas que no sólo te lleva lo necesario para transformar tu espacio en una selva personal, sino que te acompaña en el proceso para que hasta una amenaza a la flora como yo, pueda mantenerlas vivas. 

A nivel mundial una de cada tres empresas es creada por mujeres, afortunadamente en América Latina la proporción es 50/50. Es un hecho que tenemos que enfrentar más retos respecto a los emprendedores, sin embargo la versatilidad, flexibilidad y capacidad transformadora que tenemos hace que hasta el ambiente más complejo o “interesante” traiga oportunidades para el valor que sólo nosotras podemos aportar. 

Mercedes Baltazar es internacionalista dedicada a la comunicación estratégica que decidió emprender para contar noticias desde Meraki México,

Twitter: @LaMarimer