Los empleadores en Estados Unidos están utilizando la pandemia para deshacerse de las madres trabajadoras o discriminarlas por tener una familia, aseguró Joan C. Williams, directora del Center for WorkLife Law, en la Universidad de California, para el New York Times.

La ley Families First (Familias Primero) se promulgó esta primavera con el propósito expreso de proporcionar a los trabajadores licencias familiares y por enfermedad ampliadas por razones relacionadas con covid-19 y por los cierres de escuelas y cuidado infantil que lo acompañan.

Pero, alerta, entre abril y junio, las llamadas relacionadas con los cuidadores en la línea directa del Center for WorkLife Law, que proporciona recursos legales para ayudar a los trabajadores y licencias familiares, aumentaron 250% en comparación con el mismo período del año pasado.

"Hemos tenido noticias de muchísimos trabajadores, muchos de ellos madres. Y las historias que comparten dejan en claro que Families First se está quedando corto. Una madre soltera no es elegible para Families First, lo que excluye a las trabajadoras de la salud, y los servicios de emergencia", mencionó al diario.

En un caso que llegó al Centro, una mujer no contaba con opciones de cuidado infantil para sus hijos de 6 y 8 meses. Agotó todas sus opciones de licencia pagada por maternidad. Sus jefes sólo le dieron dos opciones: renunciar o ser despedida, por lo que la mujer renunció.

Ella es una de las 106 millones de personas que se estima que no tienen cobertura garantizada bajo la ley en Estados Unidos. Incluso, señala la directora, aquellas que parecen estar cubiertos por Families First a menudo terminan perdiendo sus trabajos.

A ello se suma que al quedarse desempleadas lo único que pueden hacer es probar que su despido fue discriminatorio, lo que a menudo es difícil y a veces imposible.

"Nos enteramos de una madre soltera cuya hija tiene una discapacidad que la hace especialmente vulnerable a covid, y que había trabajado con éxito desde su casa desde el comienzo de la pandemia. La despidieron porque su empleador insistió en que regresara a la oficina, lo que no pudo hacer sin poner en riesgo a su hija", relata Williams.

Si un trabajador tiene una afección médica subyacente, a veces el Centro intermedia para que trabaje a distancia como una acomodación según la Ley de estadounidenses con discapacidades. Pero si necesitan trabajar a distancia para proteger la salud de un pariente, generalmente no tienen suerte.

Es una realidad, que la pérdida de empleo relacionada con covid ha afectado de manera desproporcionada a las mujeres. De acuerdo con Williams, las mujeres que acuden a ellos no renuncian porque no quieran trabajar, sino que están siendo expulsadas por una combinación de requisitos de cuidado familiar y rigidez del empleador, enfrentándose a un laberinto de leyes que a menudo son ineficaces.

El resultado final es que muchas madres luchan contra los empleadores, quienes descarrilan sus reclamos de desempleo porque abandonaron sus trabajos por razones personales.

SIN OPCIONES DE CUIDADO

"Una madre soltera de dos hijos se encontró sin guardería y sin ingresos durante dos meses, mientras que el estado la consideró dos veces no elegible para los beneficios de desempleo. Otra ni siquiera pudo apelar la decisión de su estado debido a una conexión a Internet defectuosa", lamenta.

La directora relata que a menudo escuchan a mujeres de bajos ingresos que tienen que regresar al trabajo, dejando a sus hijos pequeños solos en casa. Ahora les preocupa que alguien llame a Servicios de Protección Infantil y pierdan a sus hijos.

Además, si las escuelas no abren en otoño, reconoce, se podría estar enfrentando una eliminación generacional de las trayectorias laborales de las madres, cuando las mujeres con hijos dejan la fuerza laboral perjudica sus perspectivas económicas durante décadas, a menudo permanentemente.

"Una sociedad que empuja a las madres fuera de sus trabajos es una sociedad que empobrece tanto a las madres como a los niños. Estamos en este lío porque, incluso antes del coronavirus, las protecciones legales para las madres trabajadoras consistían en una matriz complicada de leyes federales, estatales y locales", dice.

La falta de protecciones legales directas es solo una de las muchas formas en que las políticas públicas fallan a las madres, según la experta, por lo que esta crisis debería ayudarnos a reconocer finalmente que las madres están criando a la próxima generación de ciudadanos.