Es bien sabido que el deporte tiene beneficios en lo físico y en lo psicológico. De acuerdo con Medlineplus, la actividad física estimula el cuerpo a liberar proteínas y otros productos químicos que mejoran la estructura y función del cerebro, además de que hace más fuertes los huesos y aumenta o mantiene la masa muscular y la fuerza.

La mayoría de los jugadores se centran puramente en lo deportivo y en lo corporal, pero las mujeres, conscientes de que hay una desigualdad injusta en los salarios, han elegido marcar la diferencia y algunas de ellas tienen licenciatura, maestría o posgrados.

Rebeca Bernal, capitana de Rayadas, tiene estudios de Psicología Organizacional; Desirée Monsiváis, delantera de Monterrey, cuenta con un máster en arquitectura, un posgrado en ingeniería y administración de la Construcción y el título de Directora Técnica; Cristina Ferral, mediocampista de Tigres, cursaba su maestría en finanzas el año pasado; Samantha Arellano y Lucero Cuevas, del América Femenil, se encuentran estudiando en la Escuela Nacional de Preparadores Físicos  (ENPREFI) de la Federación Mexicana de Futbol y Renata Masciarelli, guardameta de las “Águilas”, tiene licenciatura en psicología y un diplomado en estudios de género, por mencionar a algunas.

Rebeca Bernal 

Antes de la creación de la Liga MX Femenil, muchas futbolistas comenzaron jugando con hombres, por ello, hay muchos que se preguntan si ellas podrían integrar los equipos varoniles de manera profesional. Antecedentes hay. Ya se ha intentado, pero no se ha podido concretar.

La guardameta canadiense Stephanie Labbe es conocida por haber mantenido, hasta el mundial de Francia 2019, su portería en ceros por 30 cotejos, casi la mitad de los 62 que ha disputado con su selección (datos hasta junio de 2019) pero también por intentar entrar en 2018 al equipo masculino de los Calgary Foothils, del futbol semiprofesional de Canadá (cuarta división de Estados Unidos).

Labbe formó parte de la escuadra  e incluso llegó a jugar un partido de pretemporada en el que no le pudieron anotar, pero las autoridades de la liga prohibieron su participación porque la United Soccer League (USL) era una competencia “específica de género”. 

Otro caso se dio en 2004, cuando la Federación Internacional de Futbol vetó el fichaje de la delantera Maribel Domínguez por el Celaya.

La decisión a favor de Domínguez ya había sido emitida por la Federación Mexicana de Futbol, pero el entonces presidente del máximo organismo rector del balompié, Joseph Blatter, fue tajante:

“Se debe mantener una clara división entre el fútbol masculino y el femenino. No tenemos nada contra el hecho de que mujeres jueguen con hombres, pero no bajo la égida de la FIFA. Si esta señorita quiere jugar entre los hombres, que lo haga, pero no dentro de nuestra institución".

En 2014, la brasileña Marta, considerada como la mejor futbolista de todos los tiempos luego de haber ganado el FIFA World Player (premio que reconoce al mejor futbolista del orbe) en seis ocasiones consecutivas, formó parte de un amistoso benéfico en el que también estuvieron astros como Zinedine Zidane y Ronaldo.

“He jugado muchas veces con hombres y algunos de ellos eran bastante más fuertes y más altos que yo. Sé que pueden intimidarme físicamente en el campo, pero eso lo compensaría con mi cerebro”, comentó la sudamericana en esa ocasión.

El talento está. La misma Marta ostenta el récord de más goles en Copas del Mundo Femeniles con 17 tantos, uno más que el alemán Mirsolav Klose, quien es el máximo anotador de la competencia en la rama varonil.

Pero mientras muchas personas exigen que se les pague igual, el número de opositores también está latente, ya que sigue habiendo muchos prejuicios al respecto. 

Hace unos días, el director técnico Frank de Boer se mostró en desacuerdo con la iniciativa que tomó la Royal Dutch Football Association de nivelar el sueldo de los jugadores del equipo nacional masculino y femenino.

"Creo que para mí es ridículo. Es lo mismo que el tenis. Si hay espectadores, para la final de la Copa Mundial, 500 millones de personas o algo así, y 100 millones para una final femenina, eso es una diferencia. Entonces no es lo mismo. Y, por supuesto, se les debe pagar lo que se merecen [ganar] y no menos, justo lo que realmente se merecen. Si es tan popular como los hombres, lo obtendrán, porque los ingresos y la publicidad se destinarán a eso. Pero no es así, entonces, ¿por qué tienen que ganar lo mismo? Creo que es ridículo. No entiendo eso”, señaló el holandés.

Callando bocas:

Las palabras de de Boer causaron controversia. Más porque algunos representativos nacionales y jugadoras han logrado más que sus contrapartes varoniles.

Ejemplo de ello son la Selección Nacional de Estados Unidos Femenil, catalogada como la más potente del orbe en su división, que tiene cuatro Copas del Mundo en sus vitrinas por cero de los hombres y la brasileña Formiga, quien tiene el récord de apariciones mundialistas con 7 torneos disputados (Rafa Márquez, Carbajal y Mathaus tienen cinco).

Si conseguir más reconocimientos individuales que Messi o Cristiano, hacer más goles que Miroslav Klose, haber sido considerada en un número récord de ocasiones para la justa mundialista o levantar el mismo número de copas que Italia no es suficiente… ¿Qué tienen que hacer ellas para que las volteen a ver?

bl