El propio acto de devorar o comer puede implicar la búsqueda de apropiarse algo que no tienes, y esa es la base del deseo, dice la escritora mexicana Ana Clavel.

Estos días del año se distinguen por sus ricos platillos y reuniones familiares o con amigos. La época decembrina a parte de regalos y grandes recuerdos, trae consigo comida deliciosa, no veamos a la comida como un enemigo que hay que aniquilar, sino como un placer a disfrutar. 

¿Culpa o placer?

Según un estudio realizado por la Revista Polis de Chile las mujeres sienten mayor asco culpa o vergüenza al comer de más y está ampliamente ligado con las emociones. La vergüenza y el asco son indicadores de juicios morales ante la comida relacionados con el desagrado y disgusto que dan como resultado la culpa. 

El estudio realizado en 2020 indica que muchas mujeres se privan del placer de la comida por reproducir y tener el cuerpo que se les indica, y le dan mayor importancia al físico que a la importancia energética. Esta práctica priva ciertos alimentos que se pueden disfrutar e imponen acciones para seguir cierto comportamiento esperado. 

Todos los seres vivos necesitamos alimentarnos para seguir viviendo y la comida es uno de los grandes placeres que da la vida; sin embargo, no significa simplemente ingerir los alimentos a nuestra boca, el placer de comer es toda una experiencia según la gastrofísica. 

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Una nueva forma de disfrutar 

Los estímulos sensoriales van desde el olor y color de los alimentos hasta la presentación en la mesa. El paladar es capaz de detectar si un alimento es salado, dulce, ácido o amargo, pero no son los único factores que nos permiten disfrutar la comida. 

 

Charles Spence, profesor de psicología experimental y director del Laboratorio de investigación Intermodal de la Universidad de Oxford en Reino Unido habló de la gastrofísica, una ciencia que se dedica a estudiar el placer de los alimentos. Surge de combinar la gastronomía, el arte de escoger y consumir alimentos, y la física para estudiar los estímulos físicos y juicios en cada persona. 

Spence define al acto de comer como una experiencia multisensorial que integra olores, sonidos, colores, recuerdos, expectativas, presentación y lenguaje. “El trabajo del cerebro consiste en unir todas las sensaciones en objetos de sabor que situamos en la boca” afirma el psicólogo. 

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Crear experiencias 

 Actualmente existe el término food porn que busca rendirle tributo a la comida y mostrar imágenes de platillos calóricos, exóticos y muy apetitosos sea en televisión, redes sociales o publicidad. Esto muestra a la comida como un objeto de placer. Son estímulos visuales que aumentan el flujo sanguíneo y en ocasiones tienta a las personas a comer más según el profesor británico. Explica que esto se puede explicar desde un punto de vista evolutivo en el que los humanos al haber sido cazadores y recolectores les resulta irresistible ver proteínas. 

Menciona que esto también tiene relación con la presentación de los alimentos que es tan importante como su preparación. En esta época se toma en cuenta la vajilla, la presentación de sabores, los colores, los olores y la música. Spence dijo: “Se ha demostrado que las obras de piano de notas agudas puede cambiar la percepción del sabor”. 

4 consejos para comer sin culpa en estos festejos

  1. Come emocionalmente lo que adoras
  2. Disfruta al máximo
  3. No comas con el estómago vacío
  4. Olvídate de la culpa 

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Con información de Grupo Semana