Las mujeres  han buscado diferentes formas y medios de expresión para alzar la voz ante los escenarios de injusticia. Desde la literatura, el baile y la poesía, las mujeres se han valido del arte para poder ser escuchadas; y la música no podía ser la excepción.

Artistas como Rebeca Lane, Audry Funk y Panchita Peligro han tomado los micrófonos para pronunciarse en contra de la violencia de género, la injusticia y la desigualdad, a través de géneros musicales como el rap, el reguetón y la cumbia, estilos musicales dominados en su mayoría por hombres.

Más que activistas, se consideran a ellas mismas como artivistas, ya que su música es una forma de protesta que denuncia en ella la opresión y la violencia que viven las mujeres gracias al sistema patriarcal que impera.

“Estar en un escenario es un acto político, ya sea que cantes o pongas música. Estás en frente de un montón de gente y tienes de alguna manera cierto poder”, declara Panchita Peligro.

Panchita Peligro es una DJ de cumbia feminista, promotora y productora mexicana, que además de poner a todos a bailar con sus mezclas, ha luchado porque las mujeres tengan más oportunidades dentro de la industria musical.

Ha participado en diferentes conciertos y festivales en los que ha sido sumamente notoria la diferencia de trato que le dan a ella en comparación con sus colegas.  En 2017 el 78.1% de las personas en los escenarios de festivales latinoamericanos fueron hombres, según una investigación hecha por Ruidosa Fest.

“Ahorita vengo de una gira en Europa y sí notamos que hay ciertas cosas que si fuéramos hombres y aparte europeos serían diferentes. Nos pagarían y cuidarían más”, cuenta la DJ.

Audry Funk, originaria de la ciudad de Puebla, es una cantante y Mc (rapera) con una propuesta musical que va del reggae, el hip hop, el soul y el funk. Forma parte del colectivo “Mujeres trabajando” que impulsa la creación artística realizada por mujeres e incentiva el desarrollo de las mismas, garantizando el desarrollo integral de la mujer y su participación activa e igualitaria en los ámbitos laborales y artísticos en la sociedad mexicana.

Su música siempre va encaminada hacia las mujeres y a promover la equidad de género, dentro y fuera de la industria musical, ya que, como cuenta, las mujeres además de soportar condiciones de trabajo injustas, tienen que cumplir ciertos estereotipos.

“(Es fácil para) Las que son bonitas, las que están buenas, las que van a hablar de amor romántico o de algo que plazca a un sector masculino; cuando eres un artista que no complace todo esto, es 20 veces más difícil. No soy ni flaca, ni blanca, ni hablo de amor romántico: mi lírica es política”, declara Audry Funk.

Por su parte, Rebeca Lane es una cantante y Mc guatemalteca, que desde muy joven empezó a investigar e involucrarse en el trabajo de recuperación de la memoria histórica y se hizo activista, lo cual la involucró en luchas como la histórica lucha por las tierras de pueblos indígenas, y movimientos políticos de obreros.

Al involucrarse en los movimientos sociales se percató que las mujeres tenían menos participación y liderazgo, por lo que empezó a interesarse en el feminismo, trabajándolo a través del arte. Hace un par de años fundó el movimiento “Somos Guerreras” con el objetivo de crear espacios de mujeres dentro de la cultura Hip Hop para transformar las relaciones dentro de la misma hacia unas más igualitarias y menos sexistas.

“La música sirve para concientizar, pero para transformar la realidad te tenés que bajar del escenario y trabajar. El mundo no cambia a partir de una canción, pero sí ayuda a que otras personas se cuestionen y traduzcan eso en acciones. Este es el principal reto de la expresión política a través del arte (…)”, declaro Lane para Homozapping.

Hoy en día más artistas apuestan por incluir mensajes de conciencia social dentro de su música, pero un aspecto que no podemos negar es que la industria musical es un negocio que funciona a base de oferta y demanda. Juan Manuel Ripoll, mejor conocido como DJ Cyclope en el mundo de la música, explica al respecto que cuando los artistas están bajo la firma de un sello discográfico están obligados a hacer el tipo de música que se les diga, estén o no de acuerdo

“Un artista no puede cambiar de género (musical) así nomás porque se le antoja y las canciones también tienen que cumplir con ciertos requisitos”, explica el Dj

Pero son justamente estas razones las que hacen que cada vez más artistas, desde la producción independiente, busquen abrir cada vez más puertas para las mujeres en todos los aspectos, no sólo el musical, y visibilizar el terrible panorama al que se enfrentan día con día.

(Karina Sánchez)

Con información de Voces Feministas