Ecofeministas califican al Tren maya como megaproyecto de muerte

Derivado de las Jornadas Ecofeministas Antiextractivistas por el Buen Vivir, llevadas a cabo de forma digital a través de las redes sociales de la colectiva Mujeres y la sexta,  colectivos y organizaciones feministas de América Latina se unieron para pronunciarse en contra del Proyecto Integral Morelos, el Tren Maya y el Corredor Transístmico, pues los considera como megaproyectos de muerte y destrucción. 

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A través de su pronunciamiento, denunciaron “la peligrosidad del capitalismo verde, falsas soluciones del mal llamado desarrollo y sus megaproyectos”. Hicieron énfasis en su descontento por los megaproyectos de la península de Yucatán y las eólicas en Chiloé, además del fracking, la minería y los proyectos hídricos. Aseguraron que el extractivismo genera despojo y desplazamientos forzados que afectan especialmente a las mujeres. 

Exigieron consultas y auditorías ciudadanas sobre asuntos como los Tratados de Libre Comercio (TMEC y TPP11), y afirmaron: “no callaremos ante los progresismos que promueven el extractivismo y al patriarcado. Queremos compartir los saberes que tenemos, los ancestrales, los nuestros y los de la academia y la ciencia digna”.

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Además, dijeron tener intención de crear unas segundas Jornadas Ecofeministas Antiextractivistas por el Buen Vivir, para reflexionar sobre las ciudades como proyecto de vida, repensar el consumo y las formas de concebir la tierra, buscar la complementariedad entre feminismos, tener un diálogo sororo en el que compartir miradas distintas y pensar en otros mundos posibles. 

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Entre otras cosas, también denunciaron los asesinatos de Bety Cariño (defensora del derecho de autodeterminación de los pueblos y la tierra), Berta Cáceres (defensora de las aguas y la madre tierra), Nicole Saavedra y Marielle Fraco (victimas de crímenes lesbofóbicos) y Macarena Valdés (defensora del río Tranguil contra la instalación de una hidroeléctrica)