Este año, Esther Duflo se convierte en la segunda mujer en recibir el premio Nobel de Economía 2019 y la economista más joven en recibir el galardón. El reconocimiento se debe al replanteamiento particular de pensar la pobreza.

La Academia Real de Ciencias Sueca entregó el Premio Nobel de Economía 2019 a la franco-estadounidense Esther Duflo, al estadounidense nacido en India Abhijit Banerjee y a Michael Kremer, también de Estados Unidos, por sus trabajos sobre la pobreza. 

Duflo fue educada a las afueras de París, es la segunda de tres hijos de una pareja formada por un matemático y una pediatra, ambos protestantes de izquierda. La economista se distinguió por su habilidad en los estudios. La Escuela Normal Superior (ENA) la llevó a Moscú para estudiar la revolución bolchevique y fue en la capital rusa donde tomó gusto por la economía.

La francesa Duflo junto con otros investigadores crearon el laboratorio Jameel Pverty Action Lab (J-PAL), una  red de 181 profesores afiliados provenientes de 58 universidades, cuya misión es "reducir la pobreza garantizando que las políticas públicas se basen en la evidencia científica", según su página web.

El premio lo recibirá junto con su esposo, Abhijit Vanayak Banerjee con quien escribió el libro Repensar la pobreza.

De qué habla el libro Repensar la pobreza

El libro comienza con una historia sobre Esther, de niña, la economista había leído un cómic sobre la Madre Teresa en una ciudad llamada Calcuta que estaba abarrotada, cada persona tenía un metro cuadrado para vivir. Fue a los 25 años cuando pudo visitar la ciudad, ya estudiaba el doctorado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). En el camino se sintió desilusionada, dondequiera que mirase había espacios vacíos. ¿Dónde estaba toda la miseria que reflejaba tan gráficamente el cómic? ¿Adónde había ido todo el mundo?

El libro plantea que existe toda una construcción social respecto a la pobreza “tanto en la teoría social como en la literatura, los pobres aparecen reflejados, alternativamente, como perezosos o emprendedores, nobles o ladronzuelos, enfadados o pasivos, desamparados o autosuficientes.

La solución de la pobreza tiende a fórmulas del “mercado libre para favorecer a los pobres”; “hagamos que los derechos humanos adquieran importancia”; “lo primero es resolver el conflicto”; “hay que dar más dinero a los más pobres”; “la ayuda exterior acaba con el desarrollo”, y así sucesivamente.

Para Duflo “la clave está en saber cómo hay que gastar el dinero, no cuánto", señalaba en su libro.