“Lee y conducirás, no leas y serás conducido” - Teresa de Jesús.

Desde el año 2016, la Biblioteca Nacional de España junto a la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE) y la Asociación Clásicas y Modernas impulsaron la conmemoración del Día de las escritoras, con el objetivo de promover la igualdad de género en las letras hispanoamericanas y reivindicar el legado de la literatura femenina.

En un inicio, la fecha para celebrar iba a ser el primer lunes de octubre después del día de Teresa de Jesús, una de las célebres autoras españolas, pero a partir de este año, simplemente es el más próximo, es decir, se llevó a cabo el pasado lunes 14 de octubre.

El tema de este año fue “Mujeres, amor y libertad” y nuestro país participa por segunda ocasión en el festejo, que consistió en la lectura en voz alta de fragmentos de textos de reconocidas autoras como Sor Juana Inés de la Cruz, Rosario Castellanos y Myriam Moscona, entre muchas otras, en la Biblioteca Nacional de México.

Sin duda, reconocer la labor literaria de las escritoras es un acto de justicia para la gran cantidad de mujeres que, a través de las palabras, denuncian, reflexionan, informan, enamoran, se rebelan. A través de sus vivencias, otras mujeres, sus lectoras, se encuentran, se abre un panorama de posibilidades que la lectura ofrece.

A lo largo de la historia, las escritoras no la han tenido fácil, muchas han vivido bajo la sombra de sus esposos, como el caso de Elena Garro y Octavio Paz; otras, las más, tienen de frente el peso de los escritores que generalmente son más reconocidos, por ejemplo, el Premio Nobel de Literatura lo han ganado solamente 15 mujeres, este año fue reconocida la polaca Olga Tokarczuk junto con el escritor Peter Handke.

Como buena noticia, y en el marco del Día de las escritoras, se anunció que el premio Booker, el galardón más prestigiado de la literatura en lengua inglesa ha sido otorgado a las escritoras Margaret Atwood y Bernardine Evaristo. 

A Atwood se le reconoció por la secuela del libro El cuento de la criada, titulado Los Testamentos, cuya originalidad de la propuesta sorprendió al jurado, y más por un relato conocido tanto por lectores como por televidentes, pues la serie ha tenido un éxito inusitado. Y la verdad es que se antoja mucho leerlo pues quince años después de que se publicó El cuento de la criada, es todo un reto repetir la hazaña de volver a crear una historia de ese nivel.

En el caso de Evaristo, es la primera mujer negra en ganar este premio por el libro Niña, Mujer, Otra, que da cuenta de la historia de nueve mujeres, de diferentes generaciones, en su mayoría negras y británicas.

Sin embargo, el mayor reconocimiento que puede haber para la literatura femenina es que haya más mujeres leyendo a mujeres, no se van a arrepentir. No digo que no leamos a los hombres, pero hay que darnos una oportunidad a nosotras mismas.

Este año, de manera particular y gracias a la promoción de un gran aliado, Adán Serret, he tenido la oportunidad de encontrarme nuevas autoras que me han maravillado con sus estilos y con su especial sensibilidad para contar historias.

Wendy Guerra, escritora cubana, ofrece una lección de intriga y una enorme carga erótica con el libro El mercenario que coleccionaba obras de arte, que cuenta la historia de un terrorista enemigo del régimen de Fidel Castro y una mujer cercana al mismo.

Claudia Piñeiro, escritora argentina, con Una suerte pequeña, nos lleva por un camino de emociones, de muchas lágrimas y la magia que puede hacer la “bondad de los extraños”, un concepto que de manera personal se ha quedado para siempre en mí.

Y Siri Hustvedt, escritora estadounidense y feminista, cuyo libro Todo cuanto amé, es un homenaje a la amistad y al arte, salpicado de temas contemporáneos como los desordenes alimenticios y la poca empatía de los jóvenes en la actualidad. Siri este año fue galardonada con el premio Princesa de Asturias de letras 2019, es una de las invitadas especiales que viene a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, y, por cierto, es esposa del novelista Paul Auster.

Así que la invitación queda abierta, leamos a mujeres, hagámoslas visibles, encontrémonos en ellas, en una de esas, sus historias, cambian también la nuestra.