El Gobierno de la Ciudad de México aprobó la legislación para retirar los productos de plástico de un solo uso como popotes, bolsas de plástico o tampones con aplicador de plástico desde principios del años. A pesar de que la legislación con fines ecologistas fue aprobada parece ser que los productos de higiene femenina fueron los únicos prohibidos ya que siguen habiendo bolsas, cubiertos, vasos y popotes de plástico en las tiendas y mercados; no obstante, los tampones ya no se encuentran y se están  vendiendo hasta agotar existencia. 

Saba es una de las principales marcas en México que ofreció durante años este producto de higiene femenina pero afirmó que desde el primero de enero ha retirado este producto en los puntos de venta de la Ciudad de México.

Las ofertas de tampones con aplicador de cartón o sin aplicador seguirán disponibles pero son escasas. Las toallas sanitarias siguen a la venta, no obstante la iniciativa invita a las mujeres a utilizar la copa menstrual sin concientizar que este artículo aún no cuenta con un registro de la autoridad sanitaria Cofepris y se adquiere normalmente en ventas en internet, ocasionando una segunda problemática ya que el 56% de la población no tiene una cuenta bancaria.

“El Gobierno no aseguró la perspectiva de género en la toma de estas decisiones. Las opciones de las menstruantes se ven limitadas con esta medida, no podemos elegir qué nos hace sentir más cómodas y gestionar la menstruación como queramos. No se antepone con esto la salud, la dignidad y la autonomía de la mujer”, sostuvo la portavoz de la asociación Menstruación Digna, Anahí Rodríguez. Y advierte “el no tener acceso a estos productos se tiene comprobado que afecta directamente al ausentismo escolar y laboral. Si bien se toman acciones en favor del medio ambiente, no se debe dejar de lado una opción ecológica pero asequible para las mujeres”. 

En la Ciudad de México más de 260 mil hogares carecen de agua corriente, afectando aún más la solución ecologista para la higiene femenina. La secretaria de Medio Ambiente de la capital, Mariana Robles, afirmó que los tampones no son “realmente indispensables”; asimismo Lilian Guigue, directora general de regulación de impacto y regulación ambiental de la Secretaría de medio ambiente de la ciudad comentó: “todos tenemos que aportar nuestro granito de arena… si no hacemos un esfuerzo con los productos que consumimos, estamos destruyendo no solo nuestro futuro, si no el de las generaciones posteriores”. 

La diputada federal Martha Tagle de Movimiento Ciudadano alertó que esta medida deja desamparadas a mujeres y dice “ Si no se ha hecho el trabajo de políticas públicas ni la campaña para alentar su uso, ¿cómo va a competir con el resto de productos menstruales que pueden ser contaminantes, pero pertenecen a una industria con gran capacidad de difusión de la que carece la copa? Muy pocas mujeres la conocen y además el propio uso requiere de mucha información”.  

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Además de esto, diputadas y senadoras impulsan en estos días la iniciativa para retirar el IVA a los productos de higiene femenina argumentando que no son un lujo.  La Suprema Corte ha aceptado debatir si es o no constitucional que los tampones o las toallas sanitarias sean menos accesibles al bolsillo de las mujeres. La usuaria Ximena Roche escribió en su cuenta de Twitter “Dejen de legislar desde el privilegio, los tampones son productos de primera necesidad e higiene femenina”. 

Muchos negocios como la multinacional Walmart han decidido no hacer comentarios al respeto y “apegarse a la ley” sin embargo, siguen vendiendo productos desechables como platos, vasos, cubiertos o bolsas herméticas y eliminar silenciosamente los tampones, productos de primera necesidad que afecta a más del 50% de la población. 

Con información de El País