“¿Por qué no denunció antes?” es una de las preguntas más frecuentes que buscan minimizar las denuncias de abuso sexual de las mujeres. Denunciar no es algo sencillo para las víctimas: requiere confrontar todo un sistema de creencias machistas que culpabiliza y avergüenza a quienes han sido agredidas sexualmente. 

Está muy presente el discuso del miedo en lo relacionado a la violencia sexual, explicó Bianca Pérez, directora de Sorece, asociación de psicólogas feministas, en una entrevista para El podcast de Eva.

“Se crea el mito de un violador como un hombre que nos va a llegar de repente en un callejón oscuro si andamos tarde, si andamos con falda, si salimos de alguna manera a divertirnos o a ejercer nuestra libertad [...] Esa idea no nos protege de la situación real de la violencia sexual, en la cual el 80% de los agresores son personas conocidas, amigos, familiares y personas de confianza”, agregó.

De acuerdo con lo dicho por la experta, la cercanía hace dudar mucho a las víctimas, al grado preguntarse si están exagerando. “¿Pasó o no pasó?”, “¿cómo es posible si él me quiere mucho?”, son algunos de los cuestionamientos que pueden asechar a las mujeres que experimentaron la violencia sexual.

La gran duda inicial tiene que ver también con un mecanismo de defensa, la negación, explicó Bianca. Sin embargo, ese no es el único mecanismo de defensa que afecta a la víctima y obstaculiza la denuncia; la parálisis es una de las principales causas de que los abusos sean callados.

“El efecto de la parálisis es no poder reaccionar ante esa situación, a pesar de que quieres. El cuerpo se paraliza, incluso, se te va la voz; esa parálisis puede durar por algún tiempo. Ese mismo mecanismo de defensa hace que olvides la situación por completo, que no recuerdes nada o que solo recuerdes fragmentos”.

Escucha nuestro podcast de la semana “Denunciar no es fácil y el proceso no es igual para todas, ¿cuáles son las...

Publicado por La Cadera de Eva en Miércoles, 3 de febrero de 2021

A lo anterior se suma la revictimización a la hora de la denuncia, que pone la culpa y la vergüenza en la víctima y no en el violador. En la cultura de la violación las personas más cercanas empujan a las víctimas a no denunciar por creer que puede ser más peligroso o por ser causa de vergüenza.

“La revictimización afecta mucho porque fomenta el discurso del miedo, la culpa y la vergüenza, que son de las cosas más difíciles de trabajar en el aspecto terapéutico”, explicó Bianca.

Ante los mensajes que la responsabilizan, la persona comienza a creer que de verdad fue su culpa. “Está tan metido este discurso que la culpa aumenta, y lamentablemente, la culpa está muy relacionada con el autocastigo o la autolesión”, explicó la psicóloga.  

La vergüenza detiene el proceso de recuperación porque es precisamente la vergüenza la que fomenta la autocensura, explicó Bianca. 

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Publicado por Sorece. Asociación de psicólogas feministas en Viernes, 10 de julio de 2020

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La importancia de la educación sexual

La educación sexual es importante. Más allá de la prevención de embarazos no deseados, desmitificar la sexualidad puede ayudar a erradicar la violencia sexual. Bianca Pérez afirmó que la educación sexual es la mejor forma de prevenir todo tipo de violencia sexual. 

“Si conocemos nuestro cuerpo y conocemos que tenemos derecho a sentir placer, es más fácil que podamos ponerle límites a eso que no nos genera placer o a eso que nos está lastimando en una interacción”, agregó.

¿Qué hacer cuando una amiga nos confiesa que fue víctima de abuso sexual?

La psicóloga y feminista, Bianca Pérez, afirma que es fundamental tener una escuha activa, “más que hablar, más que decirle qué hacer, primero hay que escuchar mucho, con mucha paciencia, darle su tiempo para hablar”, afirmó.

Por otra parte, explicó que es importante reafirmar la empatía y no revictimizar, eliminar por completo los discursos que justifican al agresor. Que sea una escucha indignada, enfatizó Bianca, “que le transmitimos justo que se vale estar enojadas por esa situación”.

Publicado por Sorece. Asociación de psicólogas feministas en Jueves, 17 de septiembre de 2020

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La directora de Sorece señaló la importancia de conectar con la empatía, la rabia y la indignación al momento de escuchar a la víctima:

“Si tratamos de conectar con la indignación cuando la escuchamos, a ella le regresamos esa certeza de que realmente pasó por algo injusto. Por otro lado, al contactar con la rabia también nos fortalecemos, porque es una emoción que nos da energía para exigir justicia, para seguir con el proceso”.

Además, es importante darle seguimiento, acompañarla y señalar que no está sola y, de preferencia, acompañarla a un lugar especializado en atención psicológica y legal.