Una de las quejas de la pornografía es que no es realista. Para algunos es un referente para saber cómo tener relaciones sexuales, lo que influye en la falta de imaginación y en los prejuicios sobre el cuerpo.

La pornografía deja fuera algunas cosas que vuelven divertidas e interesantes las relaciones sexuales. Además, que toca temas de explotación y trata, crítica que no retomaremos en este artículo, pero sí hablaremos de lo que no pasa en el porno.

Aquí te señalamos algunas de las acciones que llegan a pasar en la cama, pero que no son llevadas a la pantalla por la industria del porno. ¿Te ha pasado alguna?

-Quitarte pelitos de la boca: ¿a cuántas no les ha pasado?, deben quitarse los vellos púbicos de la boca por hacer sexo oral o quizá de un peludito que se atravesó entre ustedes.

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-Tus mascotas se quedan como espectadoras: tu acto sexual se convierte en una puesta en escena para ellos y se te quedan viendo.

-Calambres: Sentir un calambre cuando intentan hacer una posición intrépida.

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-Discusiones que terminan en no hacer nada. Sí, es muy triste. Luego no puedes ni dormir.

-Quedarte vestido a la mitad y luego ni sabes cómo quitarte la ropa.

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-Mancharte de sangre por decidir tener sexo durante tu periodo.

-Ir por un vasito de agua y que tu pareja te diga, “me traes también a mí”.

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-No encontrar el condón y tener que cambiar la penetración por masturbación o sexo oral.

-Comunicación para tener palabras clave, cuando quieren experimentar algo más intenso.

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-Ir corriendo por papel de baño, ya sea para limpiar el semen o alguien tiene escurrimiento nasal.

Estas y más cosas no pasan en el porno pero son parte de las relaciones sexuales. Échale un ojo a la ilustración de Hazel Med, quien nos inspiró para esta nota.