En entrevistas con personas que han sido víctimas de eventos traumáticos, los periodistas deben ser empáticos. El entrevistado “no debe sentir que eres como un buitre que está buscando información”, menciona Ronna Rísquez, periodista venezolana de investigación.

En el encuentro virtual, Cobertura de trauma: cómo prepararse para entrevistar a víctimas de la violencia, Rísquez la periodista venezolana; entrevistada por Daniela Aguilar, periodista de investigación y miembro del equipo de Connectas; dio algunas consideraciones que los periodistas deben retomar en la cobertura de eventos traumáticos como desastres naturales, guerras, situaciones en la que el Estado ha sido represor e incluso situaciones de violencia de género.

Para Rísquez, periodista de investigación y creadora de Monitor de Víctimas, estas coberturas constan de tres etapas; la primera la llamó “etapa previa”, donde sugiere una preparación y documentación sobre el tema y conocimiento de las personas que se entrevistarán; si es que es posible, ya que hay casos donde la cobertura debe ser inmediata como en el caso de una masacre.

La segunda es la "cobertura", donde el periodista debe contar con un sistema de apoyo, de su editor, equipo de trabajo y  familiares, con quienes se le sugiere hablar sobre el tema y expresar lo que siente. En lo que respecta a una cobertura en vivo, el editor debe hacerle ver a su reportero que está presente. “Decirle lo estás haciendo bien", en caso de que haya críticas al trabajo éstas deben hacerse de forma sutil, comenta la experta.

La tercera etapa es donde el periodista puede presentar estrés postraumático. Por lo que Rísquez sugiere que el editor debe acompañar al periodista y no enviarlo a coberturas seguidas de esta índole para que haya un tiempo de recuperación. Ronna sugirió que debe haber un tiempo de esparcimiento para que no se presenten síntomas de estrés como miedo o dolores físicos, los cuales deben atenderse.

El involucramiento de los periodistas en el problema 

Respecto al involucramiento del periodista con la víctima. Ronna Rísquez sugiere que “el límite es el periodismo”, aseveró, “nosotros no somos jueces, no somos abogados, no somos policías, no somos activistas. Nosotros mostramos las violaciones, nuestro límite está donde termina el periodismo”. Incluso en entrevista “no hay que dar recomendaciones ni emitir nuestra opinión”, sugirió la periodista.

Ronna Rísquez sugiere que “el límite es el periodismo”, aseveró, “nosotros no somos jueces, no somos abogados, no somos policías, no somos activistas. Nosotros mostramos las violaciones, nuestro límite está donde termina el periodismo”.

En entrevista el rol del periodista es de escucha, por ello debe estar preparado con las posibles respuestas que le darán. Además de ser empático, si el reportero ve que el entrevistado no puede más o se siente mal, debe ofrecerle un vaso con agua, sugerirse sentarse incluso posponer la entrevista. En cuanto a la conversación, se debe considerar que las víctimas necesitan ser escuchadas, “aunque lo que diga no servirá para el texto, el periodista debe escuchar”; es por ello que se debe contar con tiempo, no ir con una agenda apretada. Ronna sugirió dar seguimiento a comentarios que haga la víctima; por ejemplo, si la madre que perdió a su hija comenta el tipo sopa que le gustaba, una forma de vincularse con ella, es darle seguimiento a este tema “¿ah, si?, y qué tipo de sopa le gustaba, cómo la preparaba”.

La confianza con la víctima se gana desde la empatía, la conexión y estableciendo las condiciones de la entrevista. “Hay que ser claros en qué se publicará, que no, y respetar los límites que nuestro entrevistado nos da”. Aunque haya permitido dar su nombre, esto de replantearse con el editor y siempre hay que cuidar a nuestro entrevistado. Si se debe dar su nombre o no. Si la información que se publique lo pondrá en situación riesgo, debe omitirse, sugirió Ronna Rísquez.

Coberturas de Violencia de Género

En cuanto a la cobertura de temas sobre violencia de género. La Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) creó una guía para eliminar la estigmatización de las víctimas de feminicidios y delitos sexuales en los medios. La guía está basada en manuales, estudios de código de ética y diversas leyes:

1.    No culpes a las víctimas: la forma de vestir, salir de noche, viajar sola, la profesión, ser infiel, no estudiar, tener adicciones, etc. No son motivo para que una persona asesine a otra.

2.    Evita los adjetivos: el uso de calificativos contribuye a justificar el crimen, al brindar elementos para juzgar o condenar a las víctimas. Nunca usar la expresión “crimen pasional”.

3.    No utilizar imágenes que muestren mujeres violentadas o donde aparezcan como seres débiles, objetos sexuales o bienes de consumo.

4.    No reproducir comentarios, declaraciones o diálogos donde se justifiquen actos de violencia contra las mujeres, o donde se muestre como reacciones normales o cotidianas, ya que generan empatía con el agresor y quitan el foco de atención en el delito.

5.    Elimina los estereotipos: una nota periodística debe ser objetiva y abstenerse de emitir interpretaciones o juicios de valor sobre el comportamiento socialmente aceptado de hombres y mujeres o lo asociado a lo “femenino” y “masculino”.

6.    Respeta a las víctimas: protege su identidad especialmente si son menores de edad.

7.    Llama las cosas por su nombre: si una mujer fue asesinada, debe quedar claro en el texto. Las mujeres no mueren solas o por accidente, son asesinadas por sus parejas y exparejas, principalmente dentro de sus propios hogares.

8.    No las victimices: Su condición social, física, sexual, económica no justifica las agresiones cometidas en su contra, solo contribuye a estigmatizarlas, minimiza la problemática y dificulta su acceso a la justicia.

9.    Usa la terminología correcta: un homicidio no es lo mismo que un feminicidio. Ejercer la prostitución no es lo mismo que explotación sexual. Evita decir violencia doméstica. El término correcto es violencia familiar, intrafamiliar o violencia de pareja.

10. Los verbos son importantes: no es lo mismo decir una mujer “apareció muerta” a “falleció” o “fue asesinada”. Evita expresiones como “hallan cuerpo. Esos verbos restan responsabilidad a los agresores y minimizan los crímenes.

La Conavim señala que realizar periodismo con perspectiva de género significa identificar, cuestionar y valorar la desigualdad y exclusión de las mujeres en razón de las diferencias biológicas con los hombres.

Hay que evitar sesgos de género y la interpretación personal de quien escribe contribuye a la prevención de la violencia contra las mujeres y el acceso a la justicia.

djt