México ocupa el primer lugar en abuso infantil, con 5.4 millones de casos al año, de acuerdo con información de la asociación Aldeas Infantiles SOS. Prevenir y erradicar el abuso contra menores es tarea de todas y todos. 

Una preocupación frecuente en madres y padres de familia es cómo hablar con sus hijos sobre el abuso sexual, cómo alertarlos y prevenirlos. Cuando se trata de los niños, algunos temas son tocados con mucha precaución, como aquellos que se relacionan con la violencia sexual. 

De acuerdo con el libro ¡Respeten mi cuerpo! elaborado por la organización internacional Save the Children, es importante conversar abiertamente con los niños y niñas sobre su derecho a cuidar su propio cuerpo y los límites relacionados con lo que se permite a otras personas hacer con su cuerpo.

“No está mal hablar sobre tu cuerpo”

Hablar sobre temas íntimos manda un mensaje específico a los niños: “no está mal hablar sobre tu cuerpo”, “puedes hablar conmigo de manera segura” y “tienes derecho a conocer tu cuerpo, a cuidarlo y decidir sobre él”. 

Incluso, aunque en la charla se presentan incomodidades y obstáculos, hablar con los niños derriba tabúes que les hacen daño y abre un espacio de confianza con sus padres para presentar dudas, comentarios y acusar si se sienten en una situación de riesgo. 

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La organización Save the Children enfatiza en su documento:

“Al estar disponibles, como adultos y padres/madres de familia, para discutir estos asuntos --durante todas las etapas del desarrollo infantil--, contribuimos con un sentido bien desarrollado de identidad y seguridad en el niño y niña”.

¿Cómo y cuándo debemos hablar de esto con los niños?

No se trata de sentarse con los niños a tener la famosa charla, que constantemente pone en una situación vergonzosa a adultos e hijos. En realidad, prevenir el abuso conlleva una tarea constante de estar atentos y aprovechar los momentos de la vida cotidiana para conversar con los niños y niñas. 

No existe una etapa adecuada para hablar sobre el cuerpo con los niños. No podemos simplemente pensar que “lo entenderán cuando sean más grandes”. Desde que son pequeños hasta que se convierten en adolescentes, los padres deben adaptar el lenguaje y el contenido de los temas a cada etapa de los niños y niñas. 

¿Cómo hablar con los más pequeños?

Los niños y niñas más pequeños se encuentran en constante aprendizaje, y eso incluye la exploración de su propio cuerpo. A edades tempranas requieren mucha ayuda para cuidarse a sí mismos. En cada oportunidad que la madre o el padre tengan, deben enviar el mensaje de que su cuerpo tiene su propio valor, y puede ayudar a tomar decisiones sobre él. 

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Algunos consejos en esta edad pueden fomentar que el niño o la niña aprenda cómo lavar sus partes íntimas lo antes posible; asimismo, es importante dejar que participe en los cambios de pañal y enseñarle a limpiarse por sí mismo cuando vaya al baño. 

De acuerdo con Save the Children, la boca también es una parte íntima, por lo que enseñar a los niños a comer por sí mismos a temprana edad también es importante. 

Otra cuestión fundamental es no forzar a los niños o niñas a abrazar, besar o sentarse en los pies de alguien solo por cortesía:

“En lugar de ordenarle: Anda, ve y siéntate con la abuela, pregúntale: ¿Quieres sentarte en las piernas de la abuela? Esto ayuda al niño a comprender que no debe estar cerca de otras personas si no lo desea”

No es no

Es importante que desde pequeños los padres hablen de manera general sobre escuchar a otras personas y respetar lo que desean, así inicia el aprendizaje del “No es no”. Esto les ayuda a saber responder ante las señales de otros, comprender sus sentimientos y definir sus propios límites con respecto a su cuerpo. 

Hablar con claridad es importante. Explicarle a las y los pequeños que existen personas que podrían intentar hacer cosas malas con sus cuerpo sin asustarlos puede ser difícil, pero se puede explicar que, si alguien hace o quiere hacer algo con su cuerpo que ellos no desean, pueden decir que no y contárselo a sus padres u otros adultos de confianza. 

Cuando hay abuso a menores, constantemente, el abusador es alguien conocido y que, quizás, quiere. Por esto, es importante decirles que está bien decir que no a cualquier acción o juego que ellos no deseen jugar, incluso si se trata de personas cercanas. 

Es importante enseñarle a los niños la diferencia entre los secretos buenos y los secretos malos. Un secreto bueno es uno que puede hacerte feliz, como un regalo de cumpleaños con dulces, pero los secretos malos son cosas que te ponen triste o te causan dolor, y esos se pueden contar incluso cuando alguien diga que no está permitido 

“Hablar sobre los secretos buenos y malos es un modo de hacer que los niños y niñas compartan sucesos molestos que alguien les pidió guardar en silencio”, afirma el texto de Save the Children.

Niños y niñas en edad escolar

En esta edad (entre 8 y 12 años), los niños y niñas obtienen información de los medios de comunicación, amigos y familiares, y así forman su propio criterio. Como adulto, puedes explicarle las cosas que representan un comportamiento inapropiado, como mirar o tocar partes privadas sin que ellos lo quieran. Es importante resaltar que, aunque es inusual, podría ocurrir, y debe confiar para hablarlo. 

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“Si alguien se comporta o trata de comportarse de manera indebida hacia ti, entonces quiero que sepas que me los puedes contar”, es una buena frase para refrendar la confianza y el apoyo entre adultos y niños. 

La relación entre el cuerpo de los niños, su identidad, confianza en sí mismos y el reconocimiento de límites que ellos mismos ponen respecto a los demás son cosas fundamentales para que comprendan que nada que los haga sentir tristes o incómodos está bien, y que pueden contárselo a algún adulto de su total confianza. 

Prevenir el abuso está más relacionado con crear confianza, límites apropiados y una relación sana entre niños y niñas en su propio cuerpo que con sentarse a dar una charla sobre el abuso tal cual. Prevenir el abuso infantil es tarea de todos y, en especial, de las madres y padres de familia. 

Con información de: Save the Children