En 2018, con el objetivo de promover el uso de la bicicleta y luchar contra el cambio climático, la contaminación y el tránsito, la Organización de las Naciones Unidas estableció al tres de mayo como el Día Mundial de las Bicicletas, un medio de transporte sostenible, sencillo, asequible, flexible y limpio que ha beneficiado al medio ambiente y a la salud de muchas personas. 

Hoy en día es común ver a mujeres usar bicicleta como medio de transporte  en cualquier país del mundo. Sin embargo, esto no fue así desde la llegada de la bici.

La bicicleta fue un artefacto que no sólo daba movilidad a las personas, contribuyendo con el medio ambiente, sino que sumó al empoderamiento de la mujer en el siglo XIX y XX. Ha sido un signo de liberación femenina a lo largo de los años.

El inicio de la bicicleta

Las primeras bicicletas fueron creadas hace aproximadamente 200 años, pero era un accesorio exclusivo para hombres.

Según el portal Tek Crispy, las primeras fabricadas, con la rueda delantera más grande que la trasera, fueron hechas sólo para que los varones pudieran sentarse, ya que las mujeres debían montarlas de lado, de misma forma como montaban los caballos, considerada esta la forma correcta para una mujer. Por eso, era mal visto que una mujer montara una bicicleta.

Posteriormente apareció la “bicicleta de seguridad”, cambiando toda percepción machista de este vehículo.

 

Fue así, que las bicicletas comenzaron a tener más importancia para las mujeres que para los hombres, según un libro de ciclismo llamado Wheels of Change.

“Para los hombres, en un principio, la bicicleta no era más que un juguete nuevo, otra máquina agregada a la larga lista de dispositivos que conocían en su trabajo y juego. Para las mujeres, era un corcel en el que cabalgaban hacia un mundo nuevo”.

Cuando la mujer comenzó a utilizar la bicicleta de forma concurrente, comenzaron a surgir mitos y tabúes que se oponían al uso femenino de la bici.

Pensaban que la bici ocasionaba orgasmos

La principal objeción para que las mujeres utilizaran la bicicleta era la manera en que se montaba. La gente creía que las mujeres comenzarían a tener orgasmos en todas partes, pues suponían que el asiento de la bicicleta provocaba estímulos sexuales. Lo cual el tema de la sexualidad seguía siendo un tabú para la época.

Pero la bicicleta no solo provocó una liberación sexual en la mujer, sino que fue una forma en que las mujeres se desplazaran sin necesidad de otra persona.

Se perdía la feminidad

Algunos afirmaban que el uso de la bicicleta en las mujeres, hacía que perdieran su “feminidad”.

En una sociedad, en donde la mujer debía mantener un perfil “femenino”, “bello” y “delicado”, se pensaba que el uso de la bici iba en contra de esto. Pues quienes conducían este transporte perdían estas características.

Además, con las bicicletas, las mujeres intentaron eliminar los roles de género que posicionaban a las mujeres en el ámbito privado, como el hogar y el cuidado familia.

Sarah Bernhard, una reconocida actriz francesa de teatro y cine, creía que la bicicleta podría transformar nuestra forma de vida más profundamente.

Bernhard veía en las niñas y jóvenes que pedaleaban en espacios abiertos una añorada libertad que las alejaba de los deseos tradicionales de vida doméstica.

Cambio la ropa de la mujer

En el siglo XIX, las mujeres vestían con atuendos muy estorbosos e incómodos. Usaban Corsé ajustado y un ampon vestido que les limitaba sus actividades.

Pero con la llegada de la bicicleta y otros deportes, los atuendos comenzaron a cambiar y la mujer optó por atuendos más cómodos y prácticos. Pero esta fue una lucha larga, ya que las mujeres que salían con pantalones corrían el riesgo de ser arrestadas, pues no eran atuendos adecuados para ellas.

La llegada de la bicicleta estimuló el abandono de las faldas largas y restrictivas de la moda tradicional.

Por estas razones la bicicleta es considerado un símbolo de liberación, pues mujeres se atrevieron a cambiar sus estilos de vida a los que eran adoctrinados, sus formas de vestir y terminaron con tabúes sexuales de la época.

Por eso, cuando usemos, o veamos a una mujer montando una bicicleta, pensemos en todo lo que hay detrás de este artefacto que nos llevó poco a poco a la emancipación de la mujer.

Con información de Tek Crispy