Cambiar la educación sexista no solo beneficia a las mujeres, sino a toda la sociedad, explicó la académica en Ingeniería industrial, Alejandra Mizala, ya que esta refuerza estereotipos de género, pierde talentos en diferentes áreas e impide espacios diversos.

Únicamente el 30 por ciento de las mujeres a nivel mundial estudian una carrera en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), según el informe más reciente de la UNESCO sobre Educación de las Niñas y Mujeres. En México la cifra disminuye al 12 por ciento y sólo cuatro de cada diez mujeres ejercen en ciencias, ingeniería y matemáticas, señaló. 

El 21 de junio se celebra el Día Internacional de la Educación No Sexista, declarado por la red de Educación Popular entre Mujeres de Latinoamérica y el Caribe (REPEM) en 1981, que exige el derecho a una educación sin discriminación y que promueve la igualdad y acceso a diferentes áreas del conocimiento. 

¿Cuándo existe una educación no sexista? 

Cuando no se dividen los aprendizajes y saberes entre lo que se espera de un hombre o una mujer por su condición de género; cuando no se refuerzan los estereotipos y mandatos de género y se promueve el respeto, la diversidad y la igualdad es educación no sexista, explicó la psicóloga infantil y escritora Silvia Álava Sordo. 

Asimismo, es vital que la educación no sexista se fomente desde la primera infancia porque se ha demostrado que las ideas culturales sobre desigualdad, en particular, de género, se adquieren desde edades tempranas, ya que desde le nacimiento las personas inician un proceso de desarrollo de identidad de género que acompaña toda la vida”, explicó la psicóloga. 

Educar desde el respeto, la igualdad y la no discriminación permite el libre desarrollo y crecimiento en la formación de los niños y niñas que los ayuda a entender que todos tenemos los mismos derechos. Porque la educación no sexista permite visibilizar cómo y dónde se da la exclusión, discriminación y segregación educativa, por su sexo, condición económica u orientación sexual, al igual que, dar cuenta la reproducción de roles de género,  estereotipos de género, violencia de género y discriminación, según lo explica la Secretaría de Educación Publica. 

¿El pin parental es sexista? 

“Todas las personas en México tienen derecho a recibir educación con perspectiva de género”, señala el artículo tercero de la Constitución mexicana, sin embargo el Pin Parental, medida que restringe a los centros escolares sobre brindar educación abierta y plural, y exige que los padres estén obligados a autorizar de manera previa la asistencia de sus hijos o hijas a cualquier actividad que desarrolle el centro educativo, sobretodo en contenidos sobre diversidad afectiva-sexual, feminismo, identidad de género, o la comunidad de la diversidad sexual. 

Sin embargo, desde que nacemos es importante hablar sobre aspectos tales como la propia identidad, la relaciones entre iguales o la educación sexual para prevenir situaciones de abusos sexual o desarrollar herramientas de autocuidado. Permitir que los padres decidan que sus hijos o hijas no aprendan sobre ciertos temas que beneficien su desarrollo y crecimiento vulnera y va en contra de sus derechos, según diferentes expertos. 

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¿Cómo fomentar una educación no sexista? 

También es importante no dar mensajes contradictorios porque puede confundir a los niños y niñas, explicó la psicóloga infantil, aconsejando tener sintonía entre escuela y casa. Además de, educar desde la empatía, como por ejemplo, cuestionar ¿Qué le puede estar pasando a mi compañero o compañera si no lo valoro o si lo discrimino? 

Por otro lado, dar referentes de todo tipo es vital para que niñas como niños tengan ejemplos de mujeres y hombres en diferentes áreas como ciencia, literatura o deporte y evitar creencias falsas como pensar que una carrera o estudio es exclusivo para un género. 

Por último, la psicóloga también resaltó cuidar el lenguaje que usamos para no reproducir estereotipos de género, y fomentar la importancia de la individualidad, características particulares, intereses, gustos y decisiones.  

Con información de Tribuna Feminista y Hola!

ASL