La mayoría de las mujeres crecemos odiando nuestro cuerpo, incluso hacemos mil y una cosas para cambiarlo y que se parezca más a los estereotipos de belleza impuestos por el patriarcado. Tras años y años odiando nuestro propio cuerpo, amar a nuestro propio cuerpo se convierte en algo realmente difícil de lograr, pero ¿qué hubiera pasado si se nos enseñara a amar nuestra corporalidad desde temprana edad?

¿Creciste aprendiendo a odiar tu propio cuerpo? Si eres madre de una niña seguramente tienes algunas preocupaciones por la autopercepción que tendrá de ella misma y porque en el futuro puede enfrentarse a los problemas de autoestima que muchas mujeres enfrentan en la adolescencia o la pubertad. 

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Aprender a amar nuestro cuerpo es revolucionario en un mundo que nos enseña a odiarlo, a compararnos con otras mujeres, e incluso, a lastimarlo y modificarlo para entrar en estándares de belleza para el disfrute masculino.  Por eso, aquí te contamos sobre algunas claves para inculcar el amor propio en tu hija:

Enseñar con el ejemplo

No hay mejor técnica de enseñanza que aquella que se da a través del ejemplo. Para que una niña aprenda a amar y valorar su cuerpo es importante que vea que su mamá y las mujeres a su alrededor también cultivan el amor propio y tratan a su cuerpo con amor y respeto.

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Darle la vuelta a los halagos

Las niñas deben aprender que son mucho más que su cuerpo y su apariencia. No está mal decirles que son bonitas, pero no olvides también que debes resaltar otras de sus cualidades. Frases como “eres muy inteligente”, “eres muy divertida”, “eres fuerte y valiente”, le ayudan a comprender que su valor está mucho más allá de su apariencia física. 

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Proteger en contra de los abusadores

Cuidar nuestro cuerpo también es una forma de amarlo, por ello, es importante que como parte de la educación de las niñas se integren las estrategias necesarias en contra de la violencia y el abuso sexual, es importante que ellas sepan que nadie tiene derecho a tocarlas sin su consentimiento y que cualquier tocamiento inadecuado o golpe debe ser dicho a los padres o tutores. 

Fomentar la actividad física

La actividad física nos ayuda a conectar con nuestro cuerpo, a sentirnos más fuertes y ágiles, incluso a veces funciona para conocer las capacidades y límites de nuestra propia corporalidad. Fomentar la actividad física, en cualquiera de sus deportes o modalidades, también es una forma de enseñarles a apreciar su cuerpo.

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