Nuestros niños y niñas tienen derecho a la vida, supervivencia; a la identidad, a vivir en familia; a no ser discriminados ni discriminadas; vivir en condiciones de bienestar, libre de violencia e integridad personal; a la protección de la salud, inclusión, educación, descanso, libertad de pensamiento, expresión, participación, conciencia, religión y cultura. Y así podría seguir diciéndote todos los derechos de los y las niños, sin embargo, me pongo a pensar si tú o yo hemos defendido  y  visibilizado esos derechos. 

Quizás la comunidad infantil desconozca esos derechos, porque como adultos también los desconocemos, esa podría ser una justificación válida, o quizás no, lo que sí es cierto es que la niñes merece ser educada en un espacio libre de prejuicios estigmas, violencia y discriminación. 

Ellos y ellas no nacen con esos prejuicios y discriminaciones, la sociedad, las creencias, la cultura misma es la que corrompe  el espíritu de los y las menores,  son observadores y observadoras del mundo que les rodea, aprenden lo que observan, lo apropian y lo reproducen, es así que van por la vida, reproduciendo aquellos patrones de violencia, machismo, misoginia,  odio y rechazo hacia la diversidad sexual. 

Somos un espejo para la niñez, a través de nosotros interpretan el mundo porque somos quienes les damos las herramientas para hacerlo, no les damos la libertad que está dentro de sus derechos, de expresarse, ser libres de pensar y  actuar, una vez que comienzan a hacerlo los frenamos, les cortamos las alas, no dejamos que sean auténticos, que se reconozcan a sí mismos, exploren el mundo exterior y conecten con su mundo interior.  

¿Qué están aprendiendo las infancias?

A propósito del día del niño y de la niña, más que un día de celebración, es una fecha para repensar el cómo se está educando a las infancias, ¿Qué están aprendiendo allá afuera? En ocasiones he escuchado decir que los niños y niñas de ahora ya traen el chip integrado, que frase más nefasta para describirles, no son objetos, no son muebles  que solo hacen bulto, no olvides que son personas con sentimientos, pensamientos, sueños y aspiraciones.  

Hoy más que nunca, se debe tener precaución con el contenido que consumen nuestras infancias, aquello que les atrae y mueve actualmente, dedicarles tiempo de calidad para platicar con ellos y ellas, hablar sobre sus sentires, sus pensamientos y experiencias. No minimizar lo que puedan expresar, crear espacios seguros para que se desarrollen y crezcan plenamente, nuestras infancias necesitan de todos y todas. 

El cómo se les educa a las infancias, nos remite al cómo nos educaron nuestros ancestros y ancestras, precisamente, este ejercicio nos permite reflexionar lo que hemos guardado en nuestro interior y que con el tiempo normalizamos creyendo que era lo correcto. 

Por último, la intención de este escrito es el de tomar conciencia sobre la forma en que se ha venido educando a las niñas, niños, niñes, trabajar en conjunto para mejorar y fortalecer los lazos socio-afectivos, dejarles ser y vivir su infancia como solo ellos saben. No les reprimas, no los encasilles y sobre todo etiquetes, darles la libertad para desarrollarse, libres de prejuicios y discriminaciones sobre lo que es ser una niña o niño. 

Ellos no saben de género, raza, clase social, lo sabrán cuando tu o cualquier otra persona comience a llenarles la cabeza con ideas  sobre lo que es ser una mujer o un hombre, cuando le arrebates  la muñeca a tu hijo porque según tu creencia no es para “hombres”, o al revés cuando tu hija sea “ruda” y “poco femenina” la señalaras  por ser “marimacha”. 

Todos estos comentarios y frases que pronunciamos se quedan en su imaginario, dentro de su interior, es por eso que es importante pensar dos veces lo que les decimos, lo que les enseñamos.  Nuestras infancias merecen y tienen derecho de vivir  y ser plenxs. 

¿Por qué se celebra el día del niño y de la niña?

El día de los niños y niñas no es un día de celebración, más allá de celebrar una fecha como esta, es reflexionar sobre la situación actual de las infancias, a veces creemos que el darles un regalo u obsequio es suficiente para ellos, el llevarles a comer un helado, ir en familia al parque pero ¿realmente es suficiente?

Se nombra como “El día del niño” con este concepto se pretende dar visibilidad a toda la comunidad infantil, niñas, niños, niñes, la realidad es que este término sólo hace referencia a un sector de la población, estamos tan acostumbrados a nombrar así a nuestras infancias, creer que al decirles niños nos referimos a todos. Una fecha como esta nos permite concientizar  la forma en como tratamos  a la comunidad infantil, el origen de la supuesta celebración surgió en conmemoración a las víctimas infantiles que dejó a su paso la Primera Guerra Mundial. 

¿Cuánto  sufrimiento y dolor vivieron las infancias de esa época? Ahora pensemos el dolor que también viven nuestras infancias en la actualidad, en una sociedad que  aprendió y replica la normalización de la violencia en todas sus facetas, es importante señalar que en México  los derechos de la niñes están previstos en la Constitución Política y en tratados internacionales, están en un escrito, en un simple papel, pero que hemos hecho como sociedad por ellos, acaso sabemos cuáles son esos derechos.

 

 

MaryJose Cruz Rosas (La Mon)

Egresada de la carrera de Comunicación, especialidad en Educación, investigadora feminista, amante de la historia, mujer hecha de contrastes, sensibilidad e intuición.