El amor o las relaciones de pareja son vínculos que vemos desde pequeños, puede ser películas, libros o con nuestra familia, como padres o tíos. Sin embargo, existen algunas relaciones basadas en dinámicas de poder que pueden generar insatisfacción o incluso, violencia. 

El establecer un vínculo con una necesidad de dominio y no de conexión emocional puede ser muy perjudicial en las relaciones amorosas, explicó Maynné Cortés, psicóloga para La Tercera. Está dinámica puede influenciarse por factores internos y externos; existen ciertas condiciones del contexto que pueden generar cierta distribución del poder, sin embargo, existen otras que pueden generar “desequilibrio” y afectar la relación como la edad, los bienes económicos o la profesión, sostuvo. 

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El primer paso para reconocer una relación de poder es preguntarse a sí mismo cómo es su dinámica para establecer vínculos. Algunas personas aprenden a relacionarse desde niñas a través del dominio, explicó Maynné y buscan constantemente tener poder o una posición de ventaja frente a las otras personas. Estos casos pueden generar conflictos o desacuerdos ya que existe la posibilidad de que la otra persona sienta que la minimizan impidiendo el crecimiento de la relación. 

Tener una dinámica de poder puede ser una forma de sentir seguridad, lidiar con inseguridades, sentir que la otra persona depende de ti y/o reducir el riesgo o miedo  al “abandono”; sin embargo estas acciones no permiten una conexión más profunda y responsable, señaló Maynné.

Algunas estrategias para obtener poder pueden ser hacer sentir culpable, avergonzada, humillar, asustar o intimidar a la otra persona; también puede ser prometer cambios de conducta que no se cumplen, crear conflictos para hacer ceder a otra la persona y/o culpar a la otra persona por conductas o acciones que no son su responsabilidad. Si detectamos alguna conducta de dominación interna es importante preguntarse: ¿Por qué aprendí a vincularme así y cómo puedo trabajar para comunicarse mejor?, recomendó la psicóloga. 

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Asimismo, es importante detectar si vives en una relación de poder pues a la larga puede generar enojo, resentimiento o incluso, depresión. Una clave es entender cómo te sientes en tu relación, si crees que invisibilizan o minimizan tus emociones o necesidades, compartió Mayné, ya que nuestros vínculos impactan de forma directa a nuestra vida, autoestima y seguridad. 

Por último, también es  importante cuestionar cómo aprendimos a vincularnos y qué replicamos de las otras personas, pues detectar y abandonar las relaciones de poder son un paso para construir una relación sana, segura y fuerte, expresó la psicóloga. Porque construir un vínculo a partir de relaciones de poder es construir viendo quién tiene el control y no a partir de una conexión segura, por ello es importante dar un paso atrás y decidir de forma consciente desde donde vincularse y actuar, concluyó Maynné. 

Con información de La Tercera

asl