“Los mitos convierten al amor en una experiencia prisionera más que en una experiencia de disfrute y liberación”, afirma Coral Herrera, doctora en Humanidades y Comunicación por la Universidad Carlos lll de Madrid, experta en relaciones humanas y amor romántico. 

De acuerdo con su blog, el amor es una construcción humana compleja que posee una dimensión social y una dimensión cultural. El amor se construye con base en la moral, las normas, los tabúes, las creencias y necesidades de cada sistema social. 

El amor romántico, de acuerdo con lo postulado por Coral, está sostenido por falsos mitos, que perpetuan una estuctura de subordinación patriarcal, heterosexual y monógama. La idea popularizada del amor hace creer a las personas que todos tienen una “media naranja” con la que podrán complementarse, como si naciéramos incompletas. 

Además, la experta evidencia, a través de su trabajo académico, que detrás de frases simples como “el amor todo lo puede”, “sin ti no soy nada” o “te amo más que a mi propia vida”, se esconde toda una estructura ideológica que causa más sufrimiento que felicidad y liberación. 

¿Cómo liberar al amor?

Para la escritora, es necesario trabajar el amor para liberarlo del machismo, “el amor se tiene que liberar de la carga patriarcal que tiene, de los principios y valores que construyen el amor desde una posición de subordinación y dominación. La clave sería transformar el amor para que fuera una experiencia liberadora, placentera, tanto para los hombres como para las mujeres”, afirmó en entrevista para El Nacional.

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Por otra parte, para liberar al amor de esos mitos que lo convierten en una experiencia prisionera, se necesita una revolución cultural, afirmó Coral en una entrevista para el medio español Público:

“No sirve de nada que tratemos de concienciar si la televisión sigue mandando de forma constante mensajes machistas disfrazados de amor romántico [...] Para liberarse del machismo hay que trabajar, sobre todo, en educación, medios de comunicación e industrias culturales”, agregó.

Reconocer nuevas formas de amar

La autora de Las mujeres que ya no sufren por amor, también enfatizó la importancia de reconocer nuevos referentes de formas de amar, “tenemos que empezar a crear una imagen del amor como algo bonito que no conlleve violencia, sufrimiento o sumisión”. 

En entrevista para El Nacional, la autora afirmó que es posible trabajar, modelar y transformar el amor, para así, destronar la idea del amor romántico focalizado en el amor de pareja que ha provocado mucho daño. “Una vez destronado eso, te das cuenta de que el amor se encuentra por todas partes”, dijo. 

De acuerdo con Herrera, la educación que recibimos nos hace creer que el amor es un asunto individual que corresponde a la esfera de la intimidad, y no nos educan para para hacer frente a los conflictos en las relaciones sin sufrir. 

“Es muy utópico decir que, cambiando nuestras relaciones, podríamos cambiar el sistema, pero es que no veo ningún otro camino para ir mejor, querernos más y disfrutar de la vida”.

Los cuidados como base del amor

La experta reafirmó la necesidad de trabajar los afectos, los sentimientos, el sexo y el amor desde los cuidados, ya que desde la intención del cuidado se pueden construir relaciones más sanas. 

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Según indicó Herrera, los estudios demuestran que los hombres que cuidan a sus bebés presentan bajos niveles de violencia, pues existe una correlación evidente entre la violencia y los cuidados. La docente considera que si todas y todos dedicamos más tiempo al cuidado, seríamos menos violentos y podríamos convivir mejor.

Pensar que podemos ser iguales y honestos 

Está socialmente normalizado el maltrato en las relaciones de pareja, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 3 de cada 10 adolescentes denuncian sufrir violencia en el noviazgo, y de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Violencia en el Noviazgo (ENVIN), en México, 76% de las adolescentes de entre 15 y 17 años ha sufrido violencia psicológica, 17% sexual y 15% física. 

Para Coral Herrera, es fundamental romper con las estructuras de poder que fomentan la violencia y empezar a creer que podemos ser iguales, honestos, buenos y cuidadosos con los demás, ya sean amigos, familiares o parejas. 

La clave está en la rebeldía política

La investigadora explicó que, a pesar de que muchas mujeres cada día creen más en la posibilidad de construir otras formas de relación, se siguen manteniendo relaciones muy destructivas. Para cambiar, la clave se encuentra en la rebeldía política:

“Cuando me trato mal a mí misma, cuando no me cuido, cuando no trabajo para hacerme la vida mejor a mí misma, yo sé que le estoy haciendo el juego al patriarcado. Lo mismo con las relaciones: yo no quiero reproducir todos los mandatos que me dicen a quién tengo que amar, cómo y de qué manera”, dijo.

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Agregó que es importante llevar la teoría a la práctica para transformar la sociedad. “Si quiero que las mujeres tengamos relaciones más bonitas y podamos relacionarnos en igualdad, tengo que empezar por mis relaciones y mis relaciones tienen que serlo también”, explicó.

Con información de:   Público y El Nacional