Las escuelas fueron de las primeras instituciones en irse a cuarentena, a mediados de marzo. De las clases presenciales pasaron a las clases en línea. El principal reto para Maira Domínguez, profesora de metodología de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) fue convencer a sus alumnos de que no dejaran la escuela, ya que sus padres habían perdido sus empleos.

“Los alumnos de la UACM tienen sus propias particularidades, no son como los estudiantes de otras universidades públicas, las condiciones de marginalidad en las que viven son muy marcadas. Sus padres o madres son los encargados de la limpieza de los centros comerciales que ya cerraron o se dedicaban al comercio informal”, comentó Domínguez para La Cadera de Eva.

Parte del tiempo destinado a sus alumnos, la académica de la UACM lo destinó a brindarles contención emocional, que es la acción de generar empatía y tener una escucha activa para darle confianza y tranquilidad al otro que está pasando por una situación de crisis emocional. Para dar contención, de acuerdo con la psicóloga Valery Flórez no es necesario tener la especialidad en psicología, sino que basta con el acompañamiento que brinda el ser humano a otro cuando se encuentra en un momento difícil, sin caer en los regaños o frases como “pero si la vida es bella”, “no te pongas triste”, “no llores”, “no es para tanto”, “debes acostumbrarte, la vida es dura”.

“Primero fue convencerlos de que seguir estudiando les iba dar la posibilidad de tener un trabajo mejor en un futuro, sólo tenían que resistir este momento, además los invité a dialogar con sus familiares para saber cómo los podrían apoyar ante el desempleo y no sólo estresarse", compartió.

Muchos de los alumnos de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México viven en espacios hacinados, no tienen acceso a internet ni computadora, algunos comenzaron a trabajar para apoyar a sus familias, por ello, Domínguez decidió hacer a un lado sus actividades personales, como el doctorado, para estar disponible para sus alumnos. “No puedo dejarles una tarea, desentenderme y conectarme por las noches, porque sé lo complicado que es para ellos conectarse a Internet”, compartió.

La brecha digital no es un problema único para las universidades públicas, también lo enfrentan las universidades privadas como es el caso de la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México, donde Ana Berruecos, especialista en tecnología y educación, compartió para La Cadera de Eva, que en este sentido la dirección si estaba buscando la forma de crear alianzas con empresas de tecnología para dar acceso a Internet a sus estudiantes. “El acceso a la red debería de ser de menor costo, incluso gratuito”, recalcó Berruecos.

La figura del maestro deja ser el centro

El reto de impartir clases en línea ha cambiado la mentalidad de las y los profesores, porque la dinámica es diferente, vivimos un proceso de “aula invertida”, señaló Berruecos, donde el profesor deja de ser el que posee el conocimiento, se convierte en un facilitador, debe entender que el ambiente cambia, por ende, sus clases también. “Si ya están conectados, yo los invito aprovechar las facilidades que les da la tecnología y la interacción. Los maestros deben de ser conscientes que un alumno no puede ponerles atención durante una hora con una presentación donde sólo se la pasan hablando”.

Las clases en línea cambian completamente la dinámica, se convierte en una actividad más compleja, porque el alumno tiene más distractores; además está expuesto, “en el aula física puedes cabecear voltear a ver el celular y el profesor no se da cuenta, en videoconferencia ves a cada uno de tus alumnos y puedes notar si están o no”.

La formación en el campo de la medicina veterinaria, le permitió a Berruecos ser más observadora y partir de un diagnóstico para crear un plan de acción. Ella fue quien implementó el primer programa para el entrenamiento de perros para personas sordas en  Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde la llamaron para apoyar en el programa producción audiovisual para los estudiantes a distancia, ya que desde el área de veterinaria ya había mostrado sus habilidades para el desarrollo de planes de estudio en línea, fue así como se especializó en el campo de multimedia educativa.

Desde la Dirección de Enseñanza y Aprendizaje Mediados por Tecnología de la Universidad Iberoamericana, desde 2017, que coordina Ana Berruecos, ya se estaban haciendo pruebas de clases en línea. Sin embargo, no habían capacitado a todo su personal, durante dos semanas su equipo tuvo que instruir a más de 800 profesores en el uso de la tecnología, porque si ellos saben usarla, también los alumnos.

“Una cosa es que los jóvenes sepan manejar redes sociales, usar aplicaciones, pero otra es que conozcan herramientas que les ayuden a fomentar su aprendizaje”, recalcó Berruecos.

Las evaluaciones en el entorno digital

Las evaluaciones, después de la contención emocional, es la segunda preocupación de los profesores señaló la académica de la Ibero. ¿Cómo evaluar a los alumnos?, es la pregunta que le hacen continuamente. Para la experta en educación y tecnología, lo que se debe evaluar en el alumno no es si memorizó o no el concepto, si supo realizar la ecuación, sino cómo vivió la cuarentena y cómo la esta viviendo, qué soluciones puede ofrecer. "Las habilidades blandas (la empatía, resiliencia, comunicación, liderazgo, entre otras) como le llaman cobra mayor importancia", dijo.

“Si yo doy una clase de historia le pediría a mis alumnos que me hagan un ensayo sobre el contexto en el que estamos viviendo, si son abogados les pediría propuestas que hacen falta para la situación de la violencia en las casas”, dijo Berruecos.

Para dar una clase en línea se tiene que entender el contexto, “no puedes ponerte a dar una clase y ya. Sino entender quiénes son tus estudiantes, porqué situación están atravesando y algunos de ellos deben compartir sus computadoras con sus hermanos”, agregó. La pandemia visibilizó la brecha digital que se vive aún en la Ciudad de México, denunció la especialista. Además, sugirió que la teoría no debe enseñarse en la clase virtual,  ellos tienen que estudiarle por su parte, en línea sólo es el acompañamiento, como hacer la tarea con ellos, el profesor deja de ser la figura de autoridad debe apelar más a la interacción que a los conocimientos duros.

En el caso de la académica de la UACM, lo importante para ella esta cuarentena tampoco es el conocimiento adquirido, sino la resiliencia que están adquiriendo sus alumnos en esta crisis, cómo están administrando sus tiempos, cómo están lidiando con la convivencia en casa ya que muchos de sus alumnos viven en lugares hacinados. Algunos de sus colegas decidieron no darle seguimiento al aprendizaje, ya que algunas profesoras son madres que en los tiempos donde deberían de dar clases tienen que estar ayudando a sus a sus hijos con la escuela. Sin embargo, para Domínguez la salida no es ponerles 10 y ya, sino darles acompañamiento y confianza a los jóvenes sus estudios son importantes.