En la actualidad el mercado ofrece una gran variedad de productos de higiene menstrual, desde toallas sanitarias y tampones, hasta copas menstruales y toallitas especiales para la limpieza de la zona íntima. Pero no siempre fue así, a lo largo de la historia se ha desarrollado una evolución de la higiene femenina especialmente destinada al periodo menstrual, con ello se han dejado atrás muchas viejas prácticas del cuidado íntimo. 

¿Alguna vez te has preguntado qué usaban las mujeres antes de que existieran las toallas femeninas y los tampones? Si alguna vez has hablado sobre este tema con tus abuelas o bisabuelas, seguramente te hablaron sobre pedazos de tela que colocaban como compresas y que lavaban para ser reutilizados. Aunque estas fueron opciones populares, existieron muchas otras, como los cinturones sanitarios. 

Cinturón sanitario. Imagen tomada de internet.

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La menstruación no ha sido siempre un tema del que las mujeres hablan con libertad, incluso en la actualidad se percibe un ambiente de misterio y vergüenza cuando se trata de sangre menstrual. Esto provocó una falta de documentación adecuada sobre la higiene menstrual del pasado, razón por la que se tiene poca información sobre la atención de la menstruación a lo largo de la historia. 

El cinturón elástico íntimo o cinturón sanitario

En la mayor parte de la historia de la humanidad, la menstruación ha sido estigmatizada. Las tecnologías desarrolladas para la atención del periodo menstrual arrastraron consigo una perspectiva negativa de la menstruación, señalada socialmente como algo sucio e inapropiado. Incluso bajo esta perspectiva la industria de la higiene menstrual ha crecido fuertemente, logrando obtener ganancias inimaginables por satisfacer una necesidad femenina. 

Fue en 1896 cuando salieron a la venta las primeras toallas sanitarias desechables, uno de los productos más utilizados para la gestión menstrual actualmente. No obstante, a estas toallas menstruales le anteceden muchos otros productos o métodos de gestión menstrual, uno de los más interesantes es el cinturón elástico íntimo.  

Cinturones sanitarios ofertados en catálogos. Imagen tomada de internet. 

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Durante la mayor parte del siglo XIX, las prendas menstruales de franela o tela tejida hechas en casa fueron la norma, pero con el cambio de siglo, un nuevo mercado de la “higiene” menstrual surgió a partir de las preocupaciones sobre el crecimiento de bacterias en los productos reusables mal lavados. 

Así, entre 1854 y 1915, salieron veinte patentes para productos menstruales, incluyendo las primeras copas menstruales (hechas generalmente de aluminio o caucho), pantalones de goma y las toallas Lister (precursoras de las toallas higiénicas modernas).

Cinturones sanitarios. Imagen tomada de internet. 

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Uno de los accesorios más popularizados para la gestión menstrual fue el “Cinturón elástico interior femenino”, un cinturón de seda y elástico al cual se le podía amarrar una toalla antiséptica y absorbente. Este tipo de productor comenzaron a aparecer en catálogos y tuvieron otras variantes, como el cinturón elástico interior femenino de seda. 

¿Te imaginas si en lugar de toallas femeninas, tapones o copas menstruales todavía se necesitará del uso de cinturones especiales para el periodo menstrual? Aunque en la actualidad aparentan ser accesorios incómodos e innecesarios, se trata de uno de los productos antecesores de las toallas femeninas de la actualidad.

Con información de: Hello Clue.

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