El libro de Abigail Shrier, escritora estadounidense, es una investigación periodística que explora un concepto antes investigado por la psicología: “La disforia de género de inicio rápido”. Esto se refiere a un fenómeno observado recientemente en Estados Unidos: ha habido un crecimiento importante de adolescentes (mujeres) que se identifican como transgénero en un tiempo muy corto —sin haber mostrado antes ninguna señal de problemas de identidad— y buscan iniciar un proceso de cambio se sexo lo antes posible. 

Bajo un autodiagnóstico de “disforia” las adolescentes buscan iniciar su transición y, según la autora, son los médicos, terapeutas, activistas y profesores. quienes alientan y ayudan a las adolescentes a someterse a tratamientos de cambios de sexo por el miedo a que, de no hacerlo, sean tachados como “transfóbicos”.

¿De qué va la controversia? 

Después de anunciar su libro en el show de Joe Rogan, famoso conductor estadounidense, Abigail Shrier denunció que recibió gran odio, pues diversas personas dijeron que su libro invitaba a normalizar los discursos de odio hacia las personas transgénero. 

La autora denunció que se le ha censurado y no se le ha permitido promocionar a gran escala su obra, mientras que sí se le ha dado publicidad temáticas que alienten visiones contrarias. Además señala que algunas editoriales le han prohibido a periodistas reseñar su investigación. 

Abigail Shrier decidió responder: “Apoyo totalmente la transición médica para adultos. Y no tengo ningún deseo en ser una provocadora. Tampoco tengo ningún interés malicioso en la vida social de los demás”. Ella sostiene que su interés es meramente periodístico y que quería ayudar a los padres de las adolescentes (pues solo habla de ellas en su libro) a entender el fenómeno. 

“No hay nada malicioso en sugerir que la mayoría de los adolescentes no están en una buena posición para someterse a alteraciones irreversibles en sus cuerpos, particularmente si sufren de trauma o cualquier otro problemas de salud mental que se asocian con las expresiones de disforia.”

La autora señala que ella nunca ha negado la existencia de una verdadera “disforia de género” y que ella simplemente hace una distinción de las instituciones detrás del aumento de los falsos diagnósticos de disforia. Además, Abigail Shrier, menciona que siempre ha marcado la diferencia entre los adultos y los niños transgénero que en verdad aceptan su condición como algo legítimo y aquellos que solo lo hacen por ser adolescentes con problemas que buscan pertenencia a algún grupo. 

¿Qué opina la comunidad trans? 

Las críticas al trabajo de la autora vienen sobre todo de la comunidad trans, pues sugieren que el libro normaliza el discurso de odio y no permite que haya una aceptación real de las personas que se identifican como transgénero. 

Paula Outon, mujer trans y ferviente seguidora del feminismo, señala que aceptarse como transgénero es un camino muy difícil de seguir y que sugerir que podría hacerse por influencia social o por problemas de salud mental, es una afirmación que incita al odio y reduce en gran medida la vision tan compleja de lo que es identificarse como persona trans. 

“El pleito personal contigo misma fue súper complicado. Durante el primer año de mi transición, lloraba 4 de las 24 horas del día. Me parecía que nunca iba a lograr sentirme plena [...] Cruzar el umbral de aceptarte como mujer trans es dificilísimo, es violento.”

Por lo tanto, señala Paula, que el hecho de que haya personas, como Abigail Shrier, que digan que que hay instituciones que invitan a ser transgénero y personas que aceptan con facilidad “como si fuera una moda”, invisibiliza el camino de sufrimiento y cambio (personal y social) que las comunidad trans deciden seguir para sentirse cómodas con su identidad y cuerpo. 

Paula concluye que el hecho de que la autora decidiera escribir sobre el tema de tal forma, fue para causar controversia y vender libros. “¿Dónde está la censura de la que habla? No hay censura, su libro sigue ahí, ella habla de él y se puede encontrar en línea” 

En una reseña escrita por Erin Holve, columnista de The Orion, se menciona que el lenguaje que utiliza Abigail Shrier resulta a veces de desprestigio hacia las experiencias que las personas trans viven y, aunque su investigación es consistente y revela datos de importancia, Holve considera que el mayor fallo de la autora está en que el lenguaje es sugerente y la argumentación es débil y forzada.