Diversos colectivos feministas, asociaciones de abogados y partidos políticos criticaron la campaña contra la violencia de género generada desde el gobierno regional de Andalucía, en el sur de España.

Las imágenes sonrientes de las supuestas víctimas y la ausencia del concepto de violencia de género [la campaña habla de "malos tratos" sin mencionar el machismo] han centrado la mayor parte de la reclamos.

Además, este lunes ha trascendido que las mujeres que aparecen en los carteles de la campaña no son verdaderas víctimas, sino modelos de agencias publicitarias, cuyas fotografías pueden adquirirse en bancos comerciales de imágenes.

En general, los detractores de esta campaña coinciden en que frivoliza con el dolor que sufren las víctimas de la violencia de género y banaliza la gravedad de la situación en que se encuentran.

Desde la oposición política, las críticas han sido abundantes. La senadora del Partido Socialista María Jesús Serrano se pronunció al respecto y declaró en Twitter que le parecía "vergonzoso" que el Gobierno de Andalucía –encabezado por el Partido Popular (PP), gracias al apoyo de Ciudadanos y del partido ultraderechista Vox– "haga una campaña contra la violencia de género de esta naturaleza".

"No se puede frivolizar con el sufrimiento, el dolor y todas las consecuencias de la lacra que suponen las violencias machistas", añadió la senadora, exigiendo "recursos y medidas preventivas".

Por su parte, la senadora socialista Micaela Navarro aseguró en otro tuit que "con la tragedia de la violencia machista no se acaba solo con sonrisas, sino con recursos y respeto a profesionales".

El partido Podemos también ha deplorado la campaña, criticando que "el foco se pone en la víctima", que "no hay ni una sola mención al agresor ni al sistema patriarcal que hay detrás" y que no ofrece "soluciones".

Desde la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, organismo impulsor de la iniciativa, no se han pronunciado al respecto de esta polémica. La campaña sigue en curso con un presupuesto de  1.2 millones de euros, procedentes de los fondos del pacto de Estado contra la violencia de género, suscrito en 2018.

Con información de RT

JGM