Los feminicidios han ido en aumento en todo el país, sin embargo, preocupan algunas entidades como la Ciudad de México, Veracruz, Puebla y Guanajuato, cuya alza en violencia de género se ha disparado incluso cuando ya hay alerta.

Las edades de las mujeres son otro factor que llama la atención, pues cada vez desaparecen más jóvenes y, la forma en que las instituciones de gobierno están recabando los datos, impide tener con certeza información que ayude a prevenir el crimen. 

La cifra de mujeres asesinadas de enero a septiembre de este año es de 2 mil 874, y no ha bajado durante los últimos tres años, afirmó para La Silla Rota la coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional contra el Feminicidio (OCNF), María de la Luz Estrada.

De esos casos, entre el 10 y 15 por ciento son contra menores de 18 años y 724 casos son investigados como feminicidios y, a la gravedad del asunto, hay que sumar el aumento de desapariciones de mujeres, con un alto porcentaje de menores de edad. 

EL PROBLEMA DE LOS DATOS 

La activista explicó que, aunque hay casos que se investigan como feminicidios, después los ministerios públicos ya no los acreditan así, para que las cifras no revelen que las autoridades estatales son incapaces de proteger a las mujeres.

"No los están investigando, no significa que no haya feminicidios, prefieren decir ‘es homicidio o que están ligadas al narco´, eso también ocurre en Jalisco y el Estado de México, cuando dicen que estaban implicadas con grupos delincuenciales y eso les da legitimidad a decir ´ellas se lo buscaron´", criticó Estrada.

En el caso de las menores de edad, en la capital no se recopilan datos por edad, lo que impide saber cuántas mujeres asesinadas tenían menos de 10 o 15 años, o incluso, las desapariciones se tratan como casos aislados y no se entienden como un problema de género. 

"Es importante saber, no es lo mismo una bebé de 10 meses a una adolescente de 14, sí debemos saber para hacer la prevención del delito. La autoridad mañosamente no los tiene", agregó la activista.

"Nosotros tenemos 12 estados que nos dieron información sobre mujeres y niñas desaparecidas, entre enero y septiembre fueron 5 mil 223, esto es por vía acceso a la información por parte de las fiscalías. Dicen que mil 223 están sin localizar, que encontraron a la mayoría, y el 48 por ciento son menores de 18 años".

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VIOLENCIA EN TODO EL PAÍS

En el país hay 21 declaratorias de alerta divididas en 18 estados. Antes la mayor concentración de delitos de género estaba en el norte, ahora la violencia se ha extendido en todo el país, incluso en los estados en los que se pensaba habría una mejoría, como en la Ciudad de México. 

“Nos preocupa la Ciudad de México, se había avanzado, pero con el anterior jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera se agravó, tanto la desaparición como los homicidios. Si bien hay un problema de violencia sexual, lo más grave son los feminicidios y las desapariciones [...] no funcionaron los protocolos y hubo negligencia".

En el Estado de México desde hace 5 años hay alerta de género, pero los crímenes contra mujeres no cesan. Respecto a Veracruz, es "un foco rojísimo", en materia de trata, desapariciones y feminicidios. "Está permeado por redes criminales".

Otro caso grave es Puebla, donde el acceso a la justicia es nulo pues quienes denuncian desapariciones son amenazados. Además, la entidad forma parte de un corredor operado redes criminales de trata que abarcan también a Tlaxcala y Veracruz y donde operan familias delictivas —aunque las autoridades justifican que son usos y costumbres, en realidad son abusos que deben castigarse—.

El caso más grave es Guanajuato debido a que es el lugar donde hay más asesinatos. Hace años se decidió no decretar la alerta de género, pues se consideraba que no era urgente. 

En Zacatecas las autoridades prefieren no investigar los asesinatos contra mujeres bajo el argumento de que están ligados al crimen organizado y eso es competencia federal. Aparecen los cuerpos de las mujeres torturadas y ya dicen que fue el narcotráfico y se desentienden, expresó la activista. 

Otro caso es Tamaulipas donde no es que no haya casos, sino que, por los antecedentes de activistas asesinadas luego de hacer denuncias de la violencia criminal, las organizaciones deciden, por su propia seguridad, no entrar.

"No hay organizaciones que entren por el miedo de que las priven de la vida".

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