La agresión hacia las mujeres durante la dictadura chilena fue ejercida por su condición sexual. Este 11 de septiembre se cumplen 46 años del golpe de Estado contra Allende, orquestado por Pinochet en 1973. Los métodos de tortura cometidos contra ellas, fueron atroces.

“Fuimos secuestrados de nuestro hogar de madrugada, fuimos mantenidos en la… comisaría [de Carabineros] toda la noche, abusados verbal y físicamente, con golpes de pies, puños, parados al frío e interrogatorios con la vista vendada. Al día siguiente fui trasladada, fui sometida a más interrogatorios, golpes y aplicación de electricidad en pezones y vagina, fui violada por más de dos personas, estando embarazada de 4 meses y medio. Mi hija nació en la cárcel con una cesárea provocada por gendarmes, cuando fue cómodo para ellos”, declaró una de las mujeres a La Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura.

El informe de la Comisión señala que las mujeres fueron capturadas por sus ideas, acciones y participación política, no por su condición de mujer; sin embargo, las agresiones fueron sexuales. La Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura recogió el testimonio de 3 mil 999 mujeres, que corresponden a un 12.5 por ciento de los declarantes, entre 2003 y 2004. Para la elaboración del informe, participó el obispo Sergio Valech, quien escribió parte de las atrocidades vividas en la dictadura.

De las mujeres capturadas, 229 estaban embarazadas y 11 de ellas declararon que fueron violadas. Por las torturas 20 abortaron y 11 tuvieron a sus hijos. Tanto las madres como los hijos tuvieron graves consecuencias. Aunque en el informe se estima que hubo más violaciones.

Las violaciones cometidas también fueron entre familiares, como método para obligarlos a hablar. Se señala en el libro Así se torturó en Chile (1973 – 1990), editado por el periodista Daniel Hopenhayn, quien recoge episodios y pasajes vividos en la dictadura chilena con Augusto Pinochet.

Para Hopenhayn “la violencia sexual hacia las mujeres fue furiosa y desquiciada”. Las escenas relatadas superan a la imaginación, señala el periodista. Él considera importante que la sociedad “no sólo debe saber que se torturó si no cómo se torturó”.

Tortura a mujeres embarazadas

Las mujeres embarazadas tenían tres, dos, hasta un mes de embarazo. Algunas les ofrecieron abortar. Los daños provocados tanto en las madres como en los hijos tuvieron graves consecuencias. Hasta ahora, los declarantes han dicho que les ha costado olvidar.

“Después de 30 años, sigo llorando. Cuando fui detenida estaba embarazada de 3 meses Estuve en la Comisaría de [se omite]. El carabinero a cargo me amenazaba de que me iba a violar”, declaró una de las víctimas”

“Fui detenida en 1973 en [se omite] y fui sometida a torturas. Tenía dos meses de embarazo. Fui violada por efectivos del Ejército. A consecuencias de ello se me produjo un aborto. Fui mantenida en arresto domiciliario durante dos meses. Quedé libre”. Además, eran obligadas a ser testigo de cómo torturaban a otras.

Las torturas consistían en toques eléctricos en los pechos, introducción de objetos en la vagina y violación con perros.

“Sufrí golpes y aplicación de corriente eléctrica en todo el cuerpo. Fui colgada de pies y manos y me taparon la boca con una toalla, en ese momento me encontraba embarazada (un mes)”.

Violencia hacia las menores de edad

También hubo abusos hacia menores de edad. En el informe, solo señala la declaración de una de las adolescentes detenidas, quien argumenta que no entendía nada. La joven relata que la obligaron a “enderezarle” el pene con la boca a uno de los militares. “Después vino el otro y el otro. En total fueron tres milicos que tuve que enderezárselo, el último se fue en mi boca, no sé quiénes fueron o cómo eran porque estaban encapuchados”.

Nos hacían preguntas, pero no sabíamos qué responder, declaró.

Violencia invisible

Al cumplirse 46 años del golpe de Estado, este 11 de septiembre del 2019, un grupo de mujeres vestidas de negro recorrieron el centro de Santiago. A modo de procesión, las mujeres hicieron una parada por seis lugares que fueron centros de tortura y secuestro, donde en algunos, no hay huella del pasado incluso se han convertido en comercios.

En la protesta, las mujeres manifestantes gritaron, “aquí se torturó”,  en el lugar que fungió como centro de tortura. Una de las activistas, entrevistadas por El País, señala que en Chile se invisibiliza la memoria y aún opera la impunidad. “El terrorismo de Estado sigue vigente”, señaló.

Métodos de violencia

Los métodos de tortura utilizados por los soldados chilenos no fueron casuales. Ni la forma en cómo se eligieron a las víctimas.

En el libro Así se torturó en Chile, Daniel Hopenhayn señala que muchos de los métodos de tortura se pueden rastrear en la antigua Grecia. Pero los aplicados en Chile eran del manual de guerra antiterrorista que el ejército francés concibió en los años cincuenta, después de su derrota por el Viet Minh en la guerra de Indochina- y que estrenó en la Batalla de Argel (1957).

Después, en América latina se llamó Doctrina de Seguridad Nacional que consistía en modos de combate contra la ideología comunista.

Hopenhayn señala que durante al siglo XX hubo decenas de Estados donde hubo tortura pública, pero ninguna comparada con la que se vivió en Chile.