La canciller alemana Angela Merkel ha sido señalada como la mujer más poderosa del mundo por nueve años consecutivos, de acuerdo con el ranking de la revista Forbes. En 2017 la mujer que encabeza la lista de las 100 mujeres más poderosas del mundo afirmó no ser feminista; sin embargo, a poco tiempo de terminar su tiempo como líder de Alemania, su discurso ha girado en torno a cuestiones de género. 

Una entrevista de 45 minutos para el periódico Die Zeit cambió la perspectiva que se tenía de la mandataria, ya que a pesar de que el día anterior el Parlamento briánico había rechazado el acuerdo sobre el Brexit, lo que Merkel dijo para el periodista de Die Zeit poco tuvo que ver con Gran Bretaña, con el futuro de Europa o con la política alemana.

Durante esos 45 minutos, la canciller relató su experiencia como mujer dentro de la política, la forma en que su género la había moldeado a lo largo de su vida y su postura como feminista. Esa fue la primera vez que Merkel tocó el tema con tal extensión, en 13 años como líder de un país. 

Merkel no se define como feminista

Durante 2017, la canciller alemana envió un mensaje que muchos medios internacionales calificaron como contradictorio. Durante la conferencia de mujeres en Berlín, cuando la moderadora pidió que quienes se consideraban feministas alzaran la mano, Merkel observó a casi el total de mujeres en el lugar levantar la mano, pero ella no lo hizo. 

Fotografía: Captura de pantalla, video de El País/Verne.

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En el evento, la dama de hierro se excusó diciendo que no quería etiquetas. A pesar de autodenominarse como fervientemente defensora de la igualdad de género, se negó a declararse feminista. 

“La situación casi me ha parecido graciosa porque estaba en un acto en el que avalaba políticas de igualdad. Si eso no es feminismo, no sé lo que es”, dijo sobre la situación la historiadora Isabel Morant en entrevista para el medio El País.   

Angela Merkel se ha convertido en un referente para las mujeres de todo el mundo; sin embargo, la personalidad que le ganó el apodo de “la dama de hierro”, la construyó precisamente minimizando su identidad femenina, rechazando la etiqueta de feminista y dejando de lado el combate directo de los problemas de las mujeres. 

Un tinte feminista en el discurso de Merkel

La entrevista que brindó al periódico Die Zeit marca una nueva tendencia en el discurso de la mandataria, donde ha recurrido a comentarios más frecuentes y marcados sobre el género y la representación política de las mujeres.

De acuerdo con The New York Times, a principios del 2021 Merkel opinó sobre la brecha salarial de género en un evento y calificó al ala juvenil de su partido como un liderazgo desproporcionadamente masculino.

A pesar de los comentarios de Merkel en cuanto al género, continuó sin proclamarse feminista en la entrevista reciente; por el contrario, hizo una distinción entre ella y las que considera verdaderas "feministas", las que "lucharon toda su vida por los derechos de las mujeres", y las personas como ella, que simplemente tenían que encontrar "su camino" para contribuir. 

Fotografía tomada de Internet.

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No hay mayor representación femenina

A pesar del liderazgo de Angela Merkel, en Alemania ha sido lento el cambio en cuanto a la representación de las mujeres en los niveles medio y alto de la política, los negocios y la tecnología, cuestión por la cual las activistas feministas han criticado el gobierno de Merkel durante años. 

De acuerdo con NYT, menos de un tercio de los puestos en los consejos de supervisión de las empresas públicas alemanas están ocupados por mujeres, según muestran las estadísticas de 2018. Además, aunque varios de los principales partidos políticos de Alemania están dirigidos por mujeres, el porcentaje de mujeres en el Bundestag alemán (31 por ciento) en realidad disminuyó después de las elecciones de 2017; las mujeres están subrepresentadas en la política a nivel local y estatal.

Con información de: The New York Times y Verne