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La realidad sobre los repartidores de comida de apps

Bajo el modelo en el que operan estas aplicaciones móviles, los trabajadores se convierten en contratistas independientes, en tanto que las empresas no son regidas por algún patrón

Escrito en DINERO el

Seguramente has utilizado los servicios de Uber, UberEats, Cabify, Rappi, Postmates, o similares para transportarte o solicitar comida o tu súper a domicilio, lo que ha facilitado la calidad de vida de muchas personas. Sin embargo, para los repartidores o prestadores de estos servicios ha significado precariedad laboral debido a que se vulnera su condición de trabajador debido a las características del empleo. Con esta actualidad de la economía digital, han surgido nuevas formas de precarizar el trabajo. En México, los empleados de plataformas carecen de contratos laborales y prestaciones sociales.

De no implementarse una regulación hacia este tipo de plataformas de subempleo a la ciudadanía, los jornaleros digitales integrarán a las próximas generaciones laborales, de acuerdo con un estudio desarrollado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

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En dicho documento, se proponen diversas modificaciones en los mercados laborales para mejorar las condiciones del futuro, publicó el diario El Economista.

Bajo el modelo en el que operan estas aplicaciones móviles, los trabajadores se convierten en contratistas independientes, en tanto que las empresas no son regidas por algún patrón.

En este sentido, la OIT resalta que dicha estructura profesional acentúa la precariedad laboral en los países donde estas prácticas están permitidas. De ahí la importancia de que las autoridades correspondientes garanticen la creación de políticas públicas hacia las nuevas formas de trabajo que surgen en la actualidad.

De las compañías que ofrecen el servicio de comida rápida a domicilio en la Ciudad de México están: Delivery, Posmate, Sin Delantal, Rappi, Uber Eats y Cornershop, aunque esta última es para pedidos de supermercado. Funcionan mediante aplicaciones en tabletas o celulares y fungen como intermediarios entre el cliente y restaurante. El repartidor es “contratado” como socio y recibe una comisión por pedido de hasta el 35 por ciento, dependiendo de la plataforma.

REALIDAD EN MÉXICO

No obstante, a nivel nacional poco más de la mitad de la población ocupada no cuenta con prestaciones sociales, como acceso a instituciones de salud, además de que la mayoría de estos trabajadores no gana más de tres salarios mínimos mensuales, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi.

Situación en la que se encuentran los empleados en alguna de las plataformas de entrega de comida, quienes se exponen a un alto riesgo debido ya que sus labores implican transitar constante por vías públicas de gran afluencia vehicular, a lo que se suma la infraestructura urbana de la CDMX, pensada únicamente para automovilistas.

Hace unas semanas falleció el ciclista José Manuel Flores, luego que lo atropellara un camión en San Antonio y Periférico mientras iba a entregar un pedido. Era su primer día en Uber Eats. Antes trabajaba en Rappi, por eso el joven cargaba una mochila de esa empresa. En lo que va del año, asociaciones civiles han contabilizado entre 18 y 20 muertes de ciclistas.

En virtud de ello, ciclistas y peatones han creado estrategias arguyendo que las calles no están pensadas para ellos, sino para los autos y por eso muchas veces se ponen en riesgo. En ocasiones circulan en sentido contrario o por las banquetas.

En este sentido, para la OIT las políticas laborales deben apuntar hacia la universalización de la seguridad social, a través de instituciones gubernamentales como el IMSS y el ISSSTE.

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RELACIÓN JORNADA/INGRESOS

En cuanto la correlación que existe entre las jornadas de trabajo a las que se someten los empleados de las plataformas y los ingresos que perciben, el estudio sugiere que los gobiernos establezcan legalmente el derecho a la desconexión digital.

Ello para que evitar las repercusiones que algunas aplicaciones usan para castigar al empleado en caso de rechazar algún pedido. Así, se garantizaría el disfrute de sus tiempos libres, así como el decidir cuándo trabajar y cuando no, factor que es el que atrae a la mayoría de los jóvenes que optan por esta opción de empleo.

Repartidores consultados por LA SILLA ROTA comentan que trabajar en estas plataformas tiene sus ventajas. Eso ha llamado la atención de quienes estudian y buscan un ingreso extra.

Respecto a las desventajas, las personas ganan dependiendo del número de entregas que hacen. En lo que podría considerarse un buen día, se pueden hacer hasta 18 viajes, lo que implica que se tiene que llegar rápido a los destinos.

El abogado laboral, Roberto Cruz Peña, apunta que los repartidores no son trabajadores. No están protegidos por nada. Son prestadores de servicios. Es una nueva tendencia laboral en México y en el mundo.

“No hay una regulación. No pueden demandar a Uber Eats o Rappi porque no tienen domicilio aquí. No pagan impuestos. Ese es el problema a nivel global de muchas empresas que trabajan en internet”, apunta.

Cruz Peña reiteró que el nuevo gobierno federal tendría que impulsar una regulación a través de una reforma constitucional para que las transnacionales virtuales paguen impuestos, además de promover un acuerdo internacional.

BRECHA INTERNACIONAL

Por otro lado, se señala como otra problemática el hecho de que las reglas de las plataformas varíen de un país a otro. Hecho que dificulta la protección de los derechos de los trabajadores contra el trato injusto o la precariedad de condiciones.

Por último, la OIT advierte que esta forma de empleo no reducirá su número de adscritos, por lo que es mejor desarrollar un sistema internacional en el que se exija que se respeten las garantías laborales de quienes fungen como el nexo entre las compañías empleadoras y los usuarios de sus servicios.

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