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“La Parka”, el líder huachicolero que “secuestró” Tezontepec

Ejerció un control férreo en el pueblo; autoridades temen que su asesinato agrave la ola de crímenes entre bandas rivales

Escrito en ESTADOS el

Tezontepec de Aldama, en Hidalgo, parece un pueblo como cualquier otro.

Con una población de apenas 10 mil habitantes y con una parroquia, la de San Juan Bautista, como su emblema, este lugar se ha convertido en territorio de huachicoleros; así lo reflejan los 35 homicidios dolosos que se registraron en 2018.

Con base en documentos del gobierno municipal, enero de este año arrancó con una escalada en asesinatos, pues en los primeros 7 días se contabilizaron 6.

En el fondo de la problemática está el huachicol y la disputa entre sus bandas.

Según lo establecido en el expediente FED/HGO/TULA/000153/2016, en este municipio operaba Héctor Baltazar Osorio Delgado, “La Parka”, ultimado el 19 de enero en Mixquihuala, Hidalgo.

El gobernador, Omar Fayad, había adelantado en entrevista con LA SILLA ROTA que se avecina una guerra intestina entre los grupos dedicados al huachicoleo.

“La Parka” era parte de ese ajedrez y su muerte estuvo precedida por la de Uriel Rodríguez Vite, “El Tornillo”, el 4 de enero y al otro día fue asesinado Flavio, “El Vikingo”, otro cabecilla de huachicoleros.

Tezontepec de los Aldama se ubica a solo 8 kilómetros de Tlahuelilpan, donde la explosión de una toma clandestina dejó más de un centenar de muertos.

Asimismo, Tezontepec es clave porque desde allí se controlan, acorde con la Fiscalía General de la República (FGR) los sistemas de ductos de Tuxpan-Tula, Tula-Salamanca y Tuxpan-Azcapotzalco.

La indagatoria FED/HGO/TULA/000832/2017 refiere que “La Parka” manejaba no solo a los ladrones de combustible, sino que tenía nexos con gasolineras y empresas de transporte no solo en Hidalgo, sino en Guanajuato y el Estado de México.

“La Parka” y su esposa, Norma Maturano Pérez ejercían un control férreo de la vida en Tezontepec, señalan denuncias que la FGR recogió de autoridades locales.

Una de ellas contiene el testimonio de algunos miembros de su banda detenidos que aseguraron que “La Parka” mandaba a revisar los vehículos que entraban y salían del pueblo, además de que ordenó el asesinato de cinco hombres en el Panteón de Mangas, las cuales bebían cerveza en la tumba de un amigo también ultimado.

Aparentemente todos eran hiachicoleros de “El América”, otro cabecilla de huachicoleros de la zona que rivalizan con “La Parka”.

Mientras “El América” es oriundo de Tezontepec, “La Parka” era de Tepetitlán, por lo cual tuvo que ejercer coerción sobre los pobladores que tenían lazos familiares y de amistad con su enemigo.

Ante el temor de que la muerte de “La Parka” traiga más violencia a Tezontepec, su presidente municipal, Pedro Porras Pérez solicitó la presencia permanente de la Marina y la Policía Federal.

“A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos meses, se ha incrementado la inseguridad, creando temor y zozobra entre la población, por lo anterior solicito la presencia permanente de fuerzas federales y se implementen acciones conjuntas en nuestro municipio, con el fin de rescatar a nuestro municipio de la inseguridad en la que se encuentra”, se lee en un oficio del 7 de enero pasado.

La petición va dirigida para Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana federal.

Según el gobierno municipal, más de a mitad de los homicidios dolosos que se registraron en 2018 y enero de este año están relacionados con el robo de hidrocarburo, por la pelea entre “La Parka” y “El América”.

Para las autoridades federales, Tezontepec es uno de los principales focos rojos por huachicoleo debido a que la población tiene sumamente arraigada esta actividad.

“La mata del huachicoleo”, dicen sus habitantes, algunos de los cuales acudieron a Tlahuelilpan a llenar garrafas con combustible cuando tuvo lugar el estallido.

“Vivimos con ese estigma, y mire usted, bien ganado, desde hace muchos años así hemos vivido, pero es porque la gente quiere dinero fácil y en Tezontepec hay”, expresó Lucinda, que buscaba los restos de un familiar suyo en la zona cero de Tlahuelilpan.

“En el pueblo enseñan a los niños desde morrillos, los enseñan en conocer los ductos, dónde están y los mandan a cuidar, todo mundo lo sabe, pero los padres mejor agarran dinero que educar a sus hijos”, sentenció la mujer.

JGM