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La otra carrera espacial

Estamos ante una nueva carrera espacial, ahora por la explotación de los recursos… y en busca de nuevas Tierras para poblar. | Jorge Iván Garduño

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Escrito en OPINIÓN el

Las maravillas del ingenio del ser humano han suscitado un desarrollo que podemos verificar a diario, desde la invención de la rueda hasta la era nuclear. En días pasados, la NASA y la compañía SpaceX hicieron historia al lanzar con éxito el primer vuelo de la cápsula tripulable “Crew Dragon” de la compañía privada, una de las naves que podrán transportar a los astronautas hasta la Estación Espacial Internacional (ISS) en sustitución de las naves Soyuz rusas.

Desde 1957 ha habido increíbles avances en cuanto a la conquista del espacio se refiere. Hemos presenciado el lanzamiento de miles de satélites, el hombre ha caminado sobre la Luna, y él ha pasado prolongados períodos en laboratorios orbitales como la Estación Espacial Internacional. Las sondas espaciales han ido a Marte, Venus, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón, infinidad de lunas, asteroides y cometas.

En lo que respecta a la aventura espacial, el hombre ha explorado y explotado, con sus limitantes, el espacio cercano a nuestra atmósfera, y en un grado menor, a nuestro sistema solar. Con ello, en las últimas décadas se han obtenido comunicaciones más eficaces a nivel mundial, con satélites capaces de urdir cientos de miles de llamadas telefónicas en un instante. Además de servicios televisivos “bajo demanda”, con cientos de programas a elegir con un solo receptor de televisión.

Algunos satélites, de los cientos que hay orbitando nuestro planeta, observan continuamente los patrones climáticos y los recursos naturales del planeta, estudiando el estado de las cosechas, prediciendo con mucha exactitud los problemas relacionados con la provisión de agua, localizando el petróleo y otros minerales de manera más que precisa.

A medida que la ciencia y tecnología avancen, el tamaño de las estaciones espaciales aumentará, y se dispondrá de un ambiente donde se podrá trabajar sin necesidad de llevar vestido espacial. Habrá plataformas espaciales que servirán como bases de lanzamiento y como puntos de llegada de viajes espaciales más largos. La explotación de los minerales de la luna y de marte son de gran interés para las compañías trasnacionales de ese sector.

Los vehículos lanzados de las plataformas espaciales no tendrán que ser aerodinámicos, puesto que no existirá el factor de la resistencia del aire. Tampoco será necesaria la tremenda fuerza de propulsión que se requiere para efectuar un despegue desde la Tierra. Los pronósticos científicos indican que la industrialización espacial dará lugar a la colonización del espacio.

“Nuestro planeta está demasiado poblado con sus 8 mil millones de habitantes, y sus recursos se agotan rápidamente. Es entonces natural desplazarse hacia una nueva frontera, aun si es hostil, tal como lo ha hecho el hombre a lo largo de la historia”, dicen los expertos en temas de ingeniería espacial.

Se pronostica que habrá inmensas colonias espaciales con decenas de miles de habitantes. Un científico afirmó que se podrían construir colonias miles de veces más grandes que la Tierra, las cuales tendrían gravedad artificial y serían totalmente autosuficientes, con parques, corrientes de aguas y lugares de recreo. También habría cultivos, los desperdicios serían procesados para ser utilizados de nuevo y el sistema de vida sería muy semejante a lo que es en la Tierra.

Todas estas predicciones toman más fuerza tras el lanzamiento del pasado 2 de marzo, que Estados Unidos efectuó mediante la empresa SpaceX, propiedad del multimillonario Elon Musk. Se trató del lanzamiento de un cohete Falcon 9, que contenía la nave Crew Dragon, que puede transportar hasta siete astronautas a la Estación Espacial Internacional, y que en esta ocasión su única tripulación es un maniquí llamado Ripley y un peluche de la Tierra que flota libremente por la nave. Pero este primer vuelo de prueba es un gran avance para el programa comercial de tripulación de la NASA, que pretende encontrar sustituto al transbordador espacial, que fue retirado en 2011, lo que dejó a los norteamericanos subordinados a las naves rusas Soyuz.

La carrera por la conquista del espacio tiene una nueva edición. El matiz ahora es diferente, ya que ha dejado de ser una competición exclusiva de dos o tres naciones, para dar el salto al sector privado de la mano de dos grandes compañías: SpaceX y Blue Origin. Elon Musk, CEO de SpaceX; y Jeff Bezos, CEO de Blue Origin, llenan los titulares en los medios de comunicación debido a sus avances en el camino por conquistar el espacio, aunque cada uno con su visión muy particular.

Mientras uno se ha puesto como objetivo colonizar el planeta marte, el segundo pone sus esfuerzos en lograr una industrialización lunar y el turismo espacial. Ambos están en la senda correcta, y el lanzamiento de la Crew Dragon de SpaceX pone a muchos científicos a soñar en esa conquista y explotación del espacio que en el Siglo XX no se logró.

Estamos ante una nueva carrera espacial, ahora por la explotación de los recursos… y en busca de nuevas Tierras para poblar, ¿las alcanzaremos?

Tiempo al tiempo.

La inmadurez de Maduro @plumavertical  | @OpinionLSR