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“La Luz del Mundo”: la secta gemela de “Pare de Sufrir”

Esta “iglesia” se expandió gracias a los métodos que su gemela brasileña implantó y con la que se hizo de innumerables seguidores

Escrito en NACIÓN el

Cuando Naasón Joaquín García, líder de la iglesia “La Luz del Mundo”, fue detenido en California, Estados Unidos, por diversos delitos graves como trata de personas, pornografía infantil y violación de menores, lo primero que los feligreses hicieron fue orar por él.

Los seguidores de Naasón se reunieron en los templos que “La Luz del Mundo” tiene a lo largo del país para cantar, llorar y principalmente rezar por su líder caído, a quien ciegamente creen “inocente”.

Según sus propias estimaciones, esta iglesia tiene un millón de seguidores en México. En tanto, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) registró en 2010 188 mil 326 feligreses en el país.

¿Cómo es posible que esta iglesia haya incrementado a sus seguidores en tan poco tiempo?

“La Luz del Mundo” comenzó a sonar cuando Samuel Joaquín Flores, padre de Naasón, lideró la secta en 1964, hasta 2014, año que falleció.

Joaquín Flores fomentaba que sus feligreses votaran por el PRI, hecho que le dio poder político principalmente en Jalisco, donde fue fundada, a cambio sus fieles eran los principales en beneficiarse de políticas públicas locales.

La llegada de Naasón al liderato de “La Luz del Mundo” significó una renovación de la iglesia, donde hizo a la organización más pública, alejándola del secretismo que la caracterizaba.  

“Luz del Mundo” se hizo de prácticas muy parecidas a la Iglesia Universal del Reino de Dios mejor conocida como “Pare de sufrir” en Brasil.

Así lo explica Diego Petersen Farah, en su artículo “López Obrador, La Luz del Mundo y la agenda evangélica” publicado en El País:

“Muchas de esas prácticas no son sino una adaptación de métodos de otras de iglesias evangélicas que han crecido al amparo de la llamada teología de la prosperidad y de la instrumentación de tecnologías de la comunicación para promover su expansión”

Naasón expandió su fe a través de “ejércitos evangelizadores”, es decir, feligreses que buscan a más gente para que se una a la iglesia y estos, a su vez, convocan a más posibles seguidores, justo como lo hace “Pare de sufrir”.

También copiaron los actos públicos masivos, como la realización de bautizos comunales en plazas de diferentes ciudades, principalmente en Jalisco.

Cuidaron, entonces, se la imagen de “La Luz del Mundo”, a través de ostentosos templos como su sede principal en Guadalajara,  la enorme estructura sobre avenida Insurgentes en la Ciudad de México o el brilloso inmueble en Nezahualcoyotl, Estado de México.

 

Esta ostentosidad, el llamar la atención, el hacerse de los espacios públicos y emblemáticos era fundamental para que la consolidación de “La Luz del Mundo” siguiera. Petersen Farah pone como ejemplo el evento/homenaje en Palacio de Bellas Artes.

Calificándolo como “la cereza del pastel”, la iglesia hizo toda una campaña publicitaria donde presumía de un homenaje a Naasón en Bellas Artes.

Se trataba de “la construcción de la imagen hacia el exterior cuya función básica es fortalecer la fe al interior de la comunidad”, refiere Diego, “mostrar un líder poderoso hacia el exterior, aclamado por políticos, capaz de abrir todas las puertas, incluyendo el edificio más icónico del poder cultural en México”.

Pese al escándalo que derivó el evento en Bellas Artes, la iglesia parece no estar arrepentida de haber hecho el homenaje.

Israel Zamora Guzmán, entrevistado por La Silla Rota, no dio signos de arrepentimiento al ser cuestionado por el evento en Bellas Artes, inmueble que él consiguió, a la vez que es feligrés de “La Luz del Mundo” y senador del PVEM.  

La iglesia continuará sin Naasón. Samuel, su padre, tiene siete hijos más que podrían tomar el liderato de “La Luz del Mundo”, a la vez que más mexicanos podrían sumarse a esta secta señalada de obligar a sus feligreses a ser víctimas de vejaciones sexuales.