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La libertad de prensa no es mejor que en otros sexenios: RSF

Sigue siendo un gran reto para el nuevo gobierno garantizar la protección de periodistas y acabar con la impunidad

Escrito en NACIÓN el

Con un grado de impunidad en México de 99% en el caso de asesinatos de periodistas, y de 100 en el caso de desapariciones; con un riesgo para ejercer el periodismo sólo por debajo de países como Afganistán y Siria; con expresiones en contra de medios de comunicación, que van desde las hechas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, hasta funcionarios de menor nivel, y las amenazas registradas en internet contra periodistas que hacen preguntas incómodas al titular del Ejecutivo, la libertad de prensa en México no es mejor que en otros sexenios, afirmó Balbina Flores, representante en México de Reporteros Sin Fronteras (RSF). 

“Hoy no es mejor que en otros sexenios y sigue siendo un gran reto para el nuevo gobierno garantizar la protección de periodistas y acabar con la impunidad. El 3 de mayo es una fecha para las y los periodistas, para la libertad de prensa y para recordar a cualquier gobierno que la libertad de prensa es el pilar fundamental de la democracia y si no se respeta, la democracia está en riesgo”, alertó.

De una clasificación elaborada por Reporteros Sin Fronteras sobre la Libertad de Prensa, de un ranking de 180 países, México ocupa el lugar 147 desde hace cuatro años. Pero además en el continente americano es el país más peligroso para ejercer el periodismo.

“La explicación de cómo ha retrocedido México es la impunidad. Como uno de los países más peligrosos, no se castiga, no se lleva a cabo la sanción de los autores materiales de asesinatos, ya no se diga a los autores intelectuales”, explicó a LA SILLA ROTA.

Otra condición que incide en el ranking de México es la inseguridad para que los periodistas ejerzan su trabajo.

“No hay garantías suficientes para ejercer el periodismo en condiciones de protección. No queremos decir que el Mecanismo de protección a defensores y periodistas no funciona, sino que realmente la protección ha sido deficiente los últimos tres o cuatro años. Se ha asesinado a cuatro periodistas bajo el mecanismo, la inseguridad y la falta de condiciones para ejercer periodismo libre está poniendo a México en situación grave”.

Entre las clasificaciones empleadas por RSF está la de país en condición Grave y Difícil. Un ejemplo de periodismo en situación grave es Venezuela, México está en difícil, a la par de Honduras, pero está a un solo paso de llegar a la grave, agregó.

Flores fue cuestionada sobre si después del informe que presentaron hace dos semanas sobre el estado de libertad de prensa, realizan un análisis sobre las críticas que ha hecho el presidente Andrés Manuel López Obrador a medios de comunicación, de manera reiterada sobre el diario Reforma, y dijo que sí, pero no es lo único que analizan.

“Obviamente estamos haciendo análisis no solo de las mañaneras, porque eso es una manifestación muy clara y abierta, sino en otros ambientes. Obvio el tema de las mañaneras tiene impacto porque son abiertas y hay una postura clara del presidente de la república hacia los medios, en particular hacia el Reforma. Sí es una situación que nos preocupa. Cuando hizo estas declaraciones sobre Reforma y los ataques que vinieron después, nosotros señalamos entonces y lo sostenemos ahora que ninguna personalidad pública, de acuerdo con los principios de libertad de expresión puede hacer uso de estos discursos que consideramos no contribuyen para nada a la libertad de prensa, sino al contrario que podrían poner en riesgo estos derechos. Por el mismo hecho que de donde provienen estas expresiones que son públicas y abiertas y por la autoridad y responsabilidad que un presidente tiene frente a la sociedad”.

Respecto a otros ámbitos, han detectado casos de un alcalde de Quintana Roo y un diputado que le han pedido al presidente que le llame la atención a los medios, lo cual no deberían hacer, porque si no se condiciona y se motiva a la censura a los medios de comunicación.

Además, han detectado el aumento de ataques a periodistas en las redes sociales, a través de insultos y amenazas que incluso ha llegado a la denostación por hacer preguntas o críticas a la figura presidencial.

“Eso es parte de todo este ambiente, nos preocupa, tendremos que ver en la próxima clasificación cómo se mueve la situación del país, pero ahora no es mejor que en sexenios pasados”, expresó.

Desde la llegada del nuevo gobierno federal, en diciembre pasado, han sido asesinados seis periodistas en México.

Flores también amplió la información que la organización envió el 12 de marzo de este año cuando informó que RSF presentó ante la Corte Penal Internacional ((CPI) un recurso por delitos de lesa humanidad por los más de 100 asesinatos y 14 desapariciones contra periodistas ocurridos durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

“De acuerdo con los artículos de la Corte Penal Internacional está eso que llaman delitos de lesa humanidad y por eso decidimos comunicar oficialmente a la Corte la situación de impunidad que han enfrentado periodistas y su gravedad. Es un proceso que se sigue ahora, estamos a la espera de una respuesta y vamos a hacer su seguimiento”.

Añadió que se trata de un caso inédito, en el que un organismo defensor de la libertad presenta un recurso ante una instancia internacional por temas de impunidad, en casos de periodistas asesinados y desaparecidos.

En marzo estuvo de visita en México Christophe Deloire, secretario General de RSF, quien sostuvo una reunión oficial con el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas Rodríguez, en la que precisamente informó que la organización acudió a la Corte Penal Internacional.

RSF informó que tenían una reunión programada con el presidente López Obrador, pero que ya no se llevó a cabo.

“Había una cita agendada oficialmente con el presidente a través de su vocería, hubo, queremos pensar, una descoordinación interna, que no fuimos recibidos, sí por Encinas pero no como estaba previsto por la presidencia. No tuvimos explicación”.

EL INFORME RSF

Dentro de la clasificación mundial 2019 de la Libertad de prensa de Reporteros Sin Fronteras, en América Latina el autoritarismo y la desinformación agravaron la situación de la libertad de prensa. México se encuentra en el lugar 147 de respeto a la libertad de prensa, sólo debajo de Cuba, Venezuela y Honduras (dentro del continente americano), en las posiciones 169, 148 y 146, respectivamente.

“Reporteros Sin Fronteras observó un preocupante deterioro de la situación de la libertad de prensa en América Latina en 2018. Las condiciones de trabajo de la prensa empeoraron en la mayoría de los países de la región, donde los periodistas siguen sufriendo con frecuencia agresiones violentas, presiones y la censura del Estado”.

La organización considera que México es el país más peligroso del continente para trabajar, y recuerda que el año pasado hubo 10 periodistas asesinados.

“El país más peligroso del continente para la prensa sigue siendo México; en 2018 fueron asesinados al menos 10 periodistas. La complicidad de políticos y funcionarios corruptos con miembros del crimen organizado, sobre todo a escala local, amenaza gravemente la seguridad de quienes se dedican a la información y obstaculiza el funcionamiento de la justicia a todos los niveles. La llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, el 1 de diciembre de 2018, tras una campaña electoral marcada por innumerables agresiones a periodistas en todo el país (ver el Proyecto #AlertaPrensa: RSF y Propuesta Cívica), calmó un poco la tensión entre el gobierno y la prensa mexicana”.

De acuerdo con el reporte, el ambiente en que trabajan los periodistas de la región, no solo en México, es cada vez más hostil para la prensa y quienes cubren asuntos delicados suelen sufrir violentos ataques, intimidaciones y toda clase de presiones.

En 2018, durante las elecciones celebradas en México, la mayoría de las agresiones fueron perpetradas por políticos, funcionarios y militantes de partidos (a través de internet). “Estos incidentes contribuyeron a crear un clima generalizado de desconfianza, y a veces de odio, hacia la prensa”, de acuerdo con el documento de la organización.

ATAQUES A LA PRENSA DE AMLO

El 15 de abril, el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia mañanera fue cuestionado sobre la polémica que había sostenido con el periodista de Univisión, Jorge Ramos, tres días antes, sobre las cifras de homicidios en el país, que de acuerdo con el reportero, no habían bajado con el nuevo gobierno, y el tabasqueño había asegurado que sí. La mañana del 15 de abril el titular del Ejecutivo respondió con unas declaraciones dirigidas a los periodistas de México sobre qué podía pasarles si no eran prudentes.

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“El otro día vi, con motivo de esta entrevista, vi a un columnista diciendo que los que venían aquí no eran buenos periodistas, que Jorge Ramos sí era muy buen periodista. No. Yo pienso, con todo respeto discrepo, creo que ustedes no solo son buenos periodistas, son prudentes porque aquí los están viendo y si ustedes se pasan, pues ya saben lo que sucede, ¿no? Pero no soy yo. Es la gente. No es conmigo, es con los ciudadanos”, dijo.

La respuesta causó polémica entre reporteros, porque se leyó como una amenaza. Causó más molestia y sospecha cuando se supo que quien la planteó, Marco Olvera, era un asesor del diputado del PT Benjamín Robles, y además envía invitaciones para coberturas de Morena. Como si fuera una pregunta a modo, en una conferencia donde decenas de reporteros se quedan sin que López Obrador les conteste, pese a que alzan repetidamente su mano para preguntar.

Pero no es un incidente aislado. El presidente ha dedicado distintas conferencias a atacar a la prensa que publica notas que ponen en entredicho las cifras que él presenta, los números que él tiene. La llama “la prensa fifí”.

De dicha prensa, ha dedicado más ataques al periódico Reforma. Además de llamarlo fifí, dice que es un diario “conservador”. Expresó su molestia cuando el periódico fundado por Alejandro Junco publicó que luego de que se diera a conocer que el líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, Antonio Yépez, alías El Marro, amenazó el 19 de abril al presidente y advertía que sabía dónde vivía, se había reforzado la vigilancia del domicilio de López Obrador ubicado en Copilco.

El presidente reclamó el 24 de abril al periódico haber puesto en la nota su domicilio, aunque éste ya era público. Días después a raíz de eso en redes sociales hubo amenazas para el director del periódico, Juan Pardinas, con el hashtag #narcoreforma. El presidente posteriormente se refirió al tema, y aunque ofreció medidas de protección para el ejecutivo de Reforma, también minimizó el tema al decir que pudieron ser bots de los mismos “conservadores”.

En otro incidente, López Obrador también hizo algo inédito: luego de la publicación parcial por parte del Reforma de la carta que envió a la Corona Española para exigirle disculpas por la conquista ocurrida hace cinco siglos, el 10 de abril exigió al periódico revelar la fuente que le proporcionó la misiva.

Reservarse el nombre de una fuente es uno de los pilares del ejercicio del periodismo en México, donde todos los periodistas tienen garantizado su derecho a no revelar su fuente de información, por lo que la petición presidencial fue vista también como una amenaza a dicho derecho.

Además de los ataques, López Obrador ha vuelto a sus antiguos hábitos de evadir preguntas, tal como hacía en el gobierno capitalino, cuando fue jefe de gobierno.

El 4 de abril una reportera le preguntó su opinión sobre los dichos del ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de que la gente que tiene miedo construye muros, una alusión a su sucesor, Donald Trump.

La respuesta del presidente fue “lo que diga mi dedito”, en referencia a su dedo índice derecho, que se agitaba de un lado a otro, en señal de que no respondería.

Cuidemos la libertad de expresión con hechos concretos: SIP




AJ