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La CREtinada

Lo que no está prohibido en la ley, está permitido. | Pamela Cerdeira

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Escrito en OPINIÓN el

Este lunes el Senado recibirá a las “nuevas” ternas para ocupar el puesto de comisionados de la Comisión Reguladora de Energía. Vale la pena mencionar que las “nuevas” ternas están conformadas por las mismas personas de las primeras ternas, pero revueltas. Algo así como el nuevo gobierno. Me preocupan sobre este asunto un par de cosas: tratando de defender la tomadura de pelo que representa volver a enviar a las mismas personas, salvo por una (un experimentadísimo experto en perfumes), el presidente argumento que lo que no está prohibido en la ley, está permitido. Este argumento me recordó una historia que les quiero compartir.

Los últimos dos años, dediqué parte de mi tiempo a investigar el programa Escuelas Cien; con un mayor detalle en las escuelas de la Ciudad de México, ya que las obras de infraestructura escolar de la capital dependen de un órgano federal, no así en el resto del país, en donde la infraestructura es materia de los institutos locales.

El programa Escuelas al Cien es importante porque consiguió dotar a entidades federativas de dinero por adelantado para mejorar sus escuelas comprometiendo los recursos que estas entidades recibirán por los próximos 25 años. Hoy, los estados reciben un veinticinco por ciento menos de lo destinado a infraestructura, para pagar eso que recibieron por adelantado. La pregunta obligada ¿se usó bien el dinero?

En esa investigación encontré que la mayoría de las empresas contratadas para hacer las obras eran locales, salvo la Ciudad de México, más de un 31% de las empresas contratadas eran de Nuevo León, mismo lugar de origen del entonces director del Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa. Entre los socios de estas empresas había personajes de la clase política neoleonesa y amistades del mismo director. Después de transmitir la investigación en MVS Noticias, el señalado solicitó derecho de réplica. En la carta argumentaba que nada de lo hecho era ilegal, que incluso aquellas obras que se otorgaron mediante adjudicación directa se encontraban dentro del marco de la ley. Incluso, que contradijera la solicitud del presidente de favorecer a las empresas locales, también se encontraba dentro del marco de la ley.

La ley de Adquisiciones establece que las dependencias y entidades se abstendrán de adjudicar contrato con las personas siguientes:

“Aquellas en que el servidor público que intervenga en cualquier etapa del procedimiento de contratación tenga interés personal, familiar o de negocios, incluyendo aquellas de las que pueda resultar algún beneficio para él, su cónyuge o sus parientes consanguíneos hasta el cuarto grado, por afinidad o civiles, o para terceros con los que tenga relaciones profesionales, laborales o de negocios, o para socios o sociedades de las que el servidor público o las personas antes referidas formen o hayan formado parte durante los dos años previos a la fecha de celebración del procedimiento de contratación de que se trate.”

La ley deja huecos que han permitido irregularidades en todos los niveles de gobierno, esa misma ley que hoy en voz del “nuevo” presidente: si no está prohibido, está permitido.

La otra reforma educativa

@PamCerdeira | @OpinionLSR | @lasillarota