En el Estado de México, los incendios forestales son una constante, siendo el 99% de las causas un descuido humano, sólo en 2018 se contabilizaron mil 180 siniestros de los 5 mil que ocurrieron a nivel nacional, es decir, que sólo en esta entidad ocurren 1 de cada 5 incendios forestales, según información del Gobierno del Estado de México. Es así, que en este paradigma un grupo de mujeres se abren camino para luchar contra esta tendencia que afecta el ecosistema pero también, luchan contra los roles de género, conoce a la Brigada Femenina 031 Combatiente de Incendios Forestales.

Este grupo organizado representa un parteaguas en la defensa de los bosques, pues es el primero que existe en el Estado de México y que se integra en su totalidad, por mujeres que buscan priorizar a las comunidades y combatir la deforestación

Al pensar en brigadistas, se tiene un sesgo de género donde los protectores de los bosques son usualmente masculinos, por ello, uno de los lemas de estas mujeres es “nunca más, las mujeres serán sólo las que llevan agua a los hombres brigadistas”, y es que, existe una clara brecha en estos espacios donde la mujer es encomendada a realizar funciones como el cuidado y la recolección, mientras los congéneres realizan la protección activa del medio ambiente.

En este contexto, estas 31 mujeres conformadas entre artesanas, campesinas, ingenieras, campesinas, horticultoras, estudiantes, madres, comerciantes y un largo etcétera en sus profesiones buscan, en conjunto, generar una vida más sostenible en una de las entidades con mayor densidad poblacional y siniestros a la periferia. 

“Juntas desde distintos orígenes y ocupaciones quieren poner un ejemplo de lucha contra sus propios miedos, de fortaleza y de motivación para más mujeres que sueñan, desean y no se atreven a romper las reglas impuestas por la sociedad del campo donde siempre se les ha dicho que es un trabajo de fuerza física”, recoge un boletín informativo de la brigada.

¿Cómo surge esta brigada femenina?

En el 2019, el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible CCMSS comenzó a desarrollas una línea de acompañamiento para las mujeres del campo con el objetivo de fortalecer su economía y haciéndolas partícipes en la toma de decisiones del Manejo Forestal Comunitario con el objetivo de escuchar sus necesidades de siembra, colecta y protección de sus tierras. Fue así, que un grupo reducido de mujeres decidieron tomar partida en estas decisiones y formar una colectiva separatista que defendiera el ecosistema y con ello, también salvaguardara la vida sustentable de las mujeres y familias de la comunidad. 

A partir de aquí, se dio inicio a una serie de capacitaciones para la protección brigadista y durante 12 sesiones de compartir saberes y conocimientos, se formó la Brigada Femenina 031 Combatiente de Incendios Forestales

Una de las cuestiones más importantes en las que hace hincapié este grupo, es que su interés no está en demostrar nada o compararse con sus congéneres, sino todo lo contrario, su labor es un acto desinteresado que intenta sembrar una semilla para las generaciones futuras. 

“No queremos ser más fuertes y mejores que un hombre, queremos ser fuertes para explotar todas nuestras capacidades, utilizando nuestros recursos, entendimientos y conocimientos para dejar huella. Una mejor semilla para nuestras tierras y las futuras generaciones”, señaló Cruz Ávila, integrante de la brigada. 

De las 31 mujeres brigadistas, 10 han iniciado sus actividades apagando incendios forestales en el municipio de Valle de Bravo en compañía de otros grupos brigadistas ya existentes. Entre tanto, la colectiva se dedica a la revisión de áreas forestales, limpieza, talleres de capacitación, acercamiento ambiental con infancias y adolescencias e identificación de riesgos potenciales como basura y vidrios. 

La sola existencia de un grupo brigadista de mujeres, abona enormemente a estos espacios, abre espacio para generar una vida más sostenible y cierra brechas de género a través de sus trabajos de sensibilización, trabajo conjunto y difusión de saberes. 

 "Queremos que se reconozca lo que hemos demostrado, que nosotras podemos, tenemos la capacidad y valentía para cuidar nuestro entorno familiar y ambiental haciendo algo que nunca imagine, creando una sonrisa proactiva, rompiendo estereotipos con mis compañeras y ante la sociedad." Karina Hernández Colín, integrante de la Brigada 031 del ejido de San Jerónimo, Amanalco.