En México, como en muchos otros países, ser vegana es a menudo percibido como una elección radical y poco común. Aunque la alimentación vegana ha ganado popularidad en los últimos años, muchas personas todavía tienen prejuicios hacia aquellos que han optado por este estilo de vida, especialmente hacia las mujeres.

En particular, las mujeres veganas a menudo enfrentan estereotipos negativos. Algunas personas nos ven como extremistas, hipócritas o incluso como personas que están tratando de llamar la atención. Además, se nos juzga por lo que comemos, por nuestra apariencia física y por las elecciones que hacemos en nuestra vida diaria. En ocasiones, las personas pueden sentirse incómodas alrededor de alguien que no come productos de origen animal y puede ser difícil encontrar opciones de comida en eventos sociales o reuniones familiares. Las mujeres veganas a menudo tenemos que explicar nuestras elecciones alimentarias y podemos ser juzgadas por ello.

Es importante señalar que estos prejuicios son injustos y dañinos. La elección de ser vegana es una elección personal y no tiene nada que ver con ser mejor o peor que otras personas. Además, muchas mujeres adoptan este estilo de vida, por razones éticas, de salud o ambientales.

Las mujeres veganas también enfrentamos desafíos en el mundo laboral. Algunas empresas y empleadores pueden ver la elección de una alimentación a base de plantas como algo poco práctico o incluso como una distracción. Además, algunas mujeres veganas incluso informan que sus colegas y compañeros de trabajo les hacen comentarios despectivos o las ridiculizan por su elección de estilo de vida.

La falta de opciones de alimentos veganos en restaurantes y tiendas de abarrotes también puede ser un obstáculo. Muchas veces, las opciones de alimentos veganos son limitadas o inexistentes en algunos lugares, lo que hace que sea más difícil seguir una alimentación vegana saludable y equilibrada.

Es importante destacar que el veganismo no es solo una elección alimentaria, sino una filosofía de vida que se extiende a otras áreas, como la moda y los productos de belleza. Las mujeres veganas también podemos enfrentarnos a desafíos al tratar de encontrar productos de moda y belleza que no contengan ingredientes de origen animal o hayan sido probados en animales.

A pesar de estos desafíos, cada vez más somos más mujeres quienes estamos adoptando el veganismo como un estilo de vida y defendemos nuestras elecciones con orgullo. En los últimos años, las redes sociales han sido una herramienta útil para conectar con otras mujeres veganas y construir una comunidad solidaria que brinda apoyo y recursos. 

En lugar de juzgar a las mujeres veganas, deberíamos ser personas más comprensivas y respetuosas con sus elecciones. En lugar de criticarlas, deberíamos tratar de entender sus motivaciones y aprender de ellas. Además, las empresas y empleadores deberían ser más inclusivos con respecto a las elecciones alimentarias de sus empleados, y reconocer que el veganismo es una elección legítima y respetable.

Al hacerlo, podemos construir una sociedad más inclusiva y justa para todas las personas y especies.

Jessica González Castro

Directora en México de Generación Vegana. Estudió la licenciatura en Administración de Empresas de Hospitalidad en la Universidad del Valle de México. Es fundadora del primer centro comunitario vegano en México, Casa Animal. Fundadora de Cocinar para Liberar, un proyecto que se encarga de que más negocios y hoteles tengan opciones a base de plantas en sus menús. Feminista interseccional.

Twitter: @jesspi_vegan