El 14 de marzo se acerca, y en la memoria, el nombre de Marielle Franco se escucha con más fuerza junto con la impunidad de un feminicidio político que hasta la fecha, continúa levantando especulaciones, señalamientos y culpas echadas en Brasil. Nombramos a Marielle, activista, defensora y feminista porque su memoria sigue viva. 

Concejal del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), la carrera política de Marielle Franco despegó con gran impulso al haber sido la parlamentaria más votada en la historia reciente de Rio Janeiro, su defensa a los grupos vulnerables y su reacia postura en contra de la militarización en las favelas brasileñas la convirtió en una de las figuras más cercanas de la ciudadanía. 

“La cría de la favela”, como se llamaba a sí misma, creció en los barrios de Río de Janeiro, en ese contexto político y social, Marielle Franco entendió las injusticias, la precarización y la criminalización del estado brasileño en contra de su comunidad. Desde su juventud, la militante supo bien de las opresiones sistémicas y además, interseccionales que vivía al ser una mujer, afrodescendiente, precarizada y lesbiana, en esto se sostenía su lucha: poner las causas más justas al frente y salvaguardar los derechos humanos de los grupos más vulnerables. 

En contra de la militarización

En 2006 inició como asesora parlamentaria, y 10 años después fue votada para ser concejala de Río de Janeiro, siendo una de sus posturas más sólidas la anti militarización y la crítica constante al gobierno del, entonces, presidente Michele Temer

En un momento de constante choque, el presidente del Partido Democrático Brasileño sostenía que para erradicar la violencia en los barrios vulnerados de Río de Janeiro era necesario implementar las fuerzas castrenses a lo largo y ancho de las favelas, esto con el objetivo de terminar con la delincuencia y proteger a la ciudadanía. 

En contraparte, Marielle Franco luchaba contra esta política militarizada, pues la presencia de estas Fuerzas Armadas sólo desembocaba en una mayor violencia, criminalización y homicidios dolosos en contra de grupos vulnerables, como adolescentes, mujeres, afrodescendientes e infancias. 

La principal crítica de la militante, era que el gobierno estaba perpetuando una lógica violenta y dañina en contra de la sociedad, en lugar de considerar una perspectiva interseccional que contemplara a todas las poblaciones que habitaban en las favelas y sus necesidades de seguridad, educativas y laborales. 

Los tiroteos, las desapariciones forzadas, las violaciones equiparadas y la violación a los derechos humanos se habían convertido en una cotidianidad para las personas de las favelas. A finales de 2016, una de las mejores amigas de Marielle Franco es asesinada a causa de una bala perdida, producto de los constantes enfrentamiento de las fuerzas castrenses, este hecho se vuelve en uno de los parteaguas en su activismo y condenó con rabia al estado brasileño de estar asesinando a sus ciudadanos. 

“¿Cuántos más deben morir para que acabe esta guerra?”, increpó al gobierno de Michele Temer.

En su activismo, estas fueron algunas de sus acciones políticas más recordadas.

  • Entre 2006 y 2007, Marielle Franco comienza a visibilizar la violencia, el nulo acceso a la justicia y la impunidad que vivían las personas de la periferia. Desde el activismo, la militante siguió de cerca casos de violencia policial, brindaba asistencia psicológica y asesoramiento jurídico a las familias de las favelas, un sector que históricamente, fue borrado y denostado por el estado brasileño. Asimismo, en esos años trabajó para que los familiares de víctimas de homicidio perpetrado por fuerzas castrenses, recibieran un amparo de acuerdo a la ley y se investigaran sus muertes. 
  • En 2017, en el golpe de estado contra Dilma Rousseff donde se posicionó como presidente a Michele Temer, Marielle Franco salió a la defensa de la mandataria y señaló al Estado brasileño de misógino y patriarcal.
  • El 8M del 2016, en una sesión de la Asamblea Legislativa, Marielle Franco exponía a sus congéneres los números alarmantes de feminicidios, cuando algunos hombres interrumpieron su discurso y la señalaron de defender la dictadura, a lo que la militante respondió: “No seré interrumpida, no soporto la interrupción de los concejales de esta casa”, posteriormente, nombró a todas las mujeres presentes en el Concejo y comenzó a corear “¡Ni una menos, juntas venceremos!
  • Denunció frente a autoridades internacionales al batallón 41 de la Policía Militar por violar los derechos humanos de los habitantes de Acari, una de las zonas con más favelas, precarización, abuso y olvido gubernamental al norte de Rio de Janeiro.

Marielle Franco, presente

En 2018, la entonces candidata había asistido al evento Young Black Women Moving Structures una serie de conferencias en pro de la igualdad y los derechos de las mujeres afrodescendientes. Al término de su asistencia, regresaba a casa en compañía de Anderson Gomes su chofer, sin embargo, su auto fue interceptado y de manera directa, fue atacada. Una decena de impactos de bala recibió el auto, y en el lugar, ambos pasajeros perdieron la vida de manera instantánea. 

Al día siguiente del feminicidio político y el homicidio de su chofer, la ciudadanía salió a las calles para exigir justicia por el caso, siendo especialmente, las comunidades de la periferia y las favelas quienes incendiaron las calles de Río de Janeiro e incluso, señalaban al mandatario Jair Bolsonaro por su participación en el crimen. Lo cierto es, que a 5 años del hecho, no hay responsables materiales del hecho. 

Según información del mismo gobierno, se tiene en calidad de detenidos a los dos hombres que, supuestamente, dispararon y perpetraron el crimen, sin embargo, no han sido juzgados y tampoco se sabe quién o quiénes, fueron los autores intelectuales. 

El mismo año de su feminicidio político, la Cámara Municipal de Río de Janeiro impulsó las políticas de ley que habían sido propuestos por Marielle Franco, como por ejemplo guarderías para mujeres trabajadoras, programas económicos para personas cuidadoras y espacios de cuidado nocturnos para infancias. 

“Su legado nos recuerda que las políticas públicas deben estar encaminadas a escuchar, no a reprimir”, señala la Universidad Nacional Autónoma de México en memoria de la activista Marielle Franco