Alicia descubrió el Internet cuando tenía 13 años, poco a poco comenzó a adentrarse dentro de las redes sociales que existían en aquel 2011 y debido a los tabús que sus papás tenían con ello decidió mantener aquella inmersión en secreto hasta que, inevitablemente, se enteraron. Con un par de regaños la aconsejaron para evitar mantener conversaciones con personas extrañas y dar datos que pudieran ponerla en peligro, pero esto no evitó que comenzara a relacionarse con hombres mayores que le decían que era “muy madura para su edad”.

El Internet nació en el año 1969, cuando el Departamento de Defensa de los Estados Unidos desarrolló ARPANET, una red de ordenadores creada durante la Guerra Fría, cuyo objetivo era eliminar la dependencia de un Ordenador Central, y así hacer mucho menos vulnerables las comunicaciones militares norteamericanas. Pero no fue hasta 1983 cuando este Departamento decidió usar el protocolo TCP/IP en su red Arpanet, creando así la red Arpa Internet, que con el paso de los años se quedó con el nombre de Internet.

Hoy en día y después de una pandemia, el Internet se ha convertido en una herramienta indispensable para muchas personas que, a través de él no sólo pueden mantener relaciones personales, sino que también ha reinventado la manera en la que trabajan. Si bien el Internet no esl ago que se encuentra físicamente dentro de la sociedad, ésta ha logrado trasladar la violencia patriarcal y machista hacia el espacio virtual, por lo que con el crecimiento del Internet también ha sido necesario crear estrategias de protección para las mujeres, infancias y adolescencias que se encuentran vulnerables.

Debido a la necesidad de visibilizar las violencias que suceden en Internet, la Unicef instauró el Día de Internet Segura que se celebra desde 1997 el segundo martes de febrero, en esta fecha se busca impulsar, informar y educar el uso responsable, respetuoso, crítico y creativo de la red.

De acuerdo con el Comité sobre los Derechos del Niño, el entorno digital (que incluye no sólo el Internet, sino también aplicaciones, redes sociales y juegos) puede incluir información sesgada, con estereotipos de género, discriminatoria, racista, violenta, pornográfica, de explotación y que usa un discurso de odio, así como narrativas falsas, información errónea y desinformación, desvirtuando el derecho de la infancia a la información desde el origen y poniendo en riesgo otros de sus derechos, como el derecho a la protección, la privacidad o la no-discriminación.

A pesar de todos estos peligros, la Unicef ha recalcado que restringir el acceso de todos los menores de edad a Internet no es la solución, ya que supone privarles de una valiosa herramienta para su desarrollo. En este sentido, distintas organizaciones como Luchadoras han optado por crear una Internet Feminista en donde las mujeres, personas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+ e infancias puedan navegar, de manera segura e informada, por páginas, aplicaciones y redes sociales sin correr peligro y, de ser necesario, cuenten con las herramientas necesarias para denunciar algún tipo de violencia sucedida en el espacio virtual.

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Internet Feminista: un espacio virtual sin violencias

Alicia continuó conociendo personas dentro de Facebook, la virtualidad le ayudaba con sus inseguridades y fue a través de ese canal de comunicación en donde conoció a un chico tan sólo un año más grande que ella y por la supuesta confianza que existía en la relación, ella decidió que era seguro enviarle fotos íntimas. Todo parecía transcurrir con normalidad hasta que los problemas llegaron a su relación virtual y fue en ese momento cuando la violencia comenzó ya que él la amenazó con distribuir públicamente las fotografías.

De acuerdo con el portal Luchadoras, quienes buscan crear una Internet segura para todas y todes, la violencia machista que existe dentro de Internet no está desconectada de la que existe en las calles ya que lo que sucede en la virtualidad es tan real como cualquier otra forma de violencia y afirman que “es un mismo viejo sistema que usa nuevas plataformas”.

Lo que se entiende por “violencia en línea” son en realidad prácticas muy diversas que, a través de la vigilancia, el control o la manipulación de tu información o de tus canales de comunicación tienen como objetivo hacerte daño, resaltan. Gracias a ello lograron recopilar 13 formas de agresiones que suelen suceder en Internet:

  1. Acceso o control no autorizado: se refiere al ataque o restricción de cuentas personales o dispositivos para así robar información.
  2. Control y manipulación de la información: robo, obtención, pérdida de control o modificación de información sin su consentimiento.
  3. Suplantación y robo de identidad: uso o falsificación de la identidad de una persona sin su consentimiento.
  4. Monitoreo y acecho: vigilancia constante a la vida en línea de una persona.
  5. Expresiones discriminatorias: discurso contra mujeres y personas de la comunidad LGBTIQ+ que refleja patrones culturales machistas basados en roles tradicionales.
  6. Acoso: conductas de carácter reiterado y no solicitado que resultan molestas, perturbadoras o intimidantes.
  7. Amenazas: contenidos violentos, lascivos o agresivos que manifiestan una intención de daño a alguien, a sus seres queridos o bienes.
  8. Difusión de información personal o íntima: compartir o publicar sin consentimiento algún tipo de información, datos o información privada que afecte a una persona.
  9. Extorsión: obligar a una persona a seguir la voluntad o peticiones de un tercero por poseer algo de valor para ella como puede ser información personal.
  10. Desprestigio: descalificación de la trayectoria, credibilidad o imagen pública de una persona a través de la exposición de información falsa, manipulada o fuera de contexto.
  11. Abuso sexual relacionado con la tecnología: ejercicio de poder sobre una persona a partir de la explotación sexual de su imagen y/o cuerpo contra su voluntad, puede implicar la obtención de un beneficio lucrativo o de otro tipo.
  12. Afectaciones a canales de expresión: tácticas o acciones deliberadas para tirar y dejar fuera de circulación canales de comunicación o expresión de una persona o un grupo.
  13. Omisiones por parte de actores con poder regulatorio: falta de interés, reconocimiento, acción o menosprecio por parte de autoridades, intermediarios de Internet, instituciones o comunicaciones que pueden regular, solucionar o sancionar violencia en línea.

Estas formas de violencia pueden presentarse en cualquier momento y una puede ir acompañada de otra. En promedio dos mujeres denuncian violencia digital diariamente en la Ciudad de México, pero de aproximadamente 1500 denuncias, solo 8 causas penales llegaron al poder judicial, esto quiere decir que solo el 0.53% de los casos llegaron a manos de una persona juzgadora para iniciar el procedimiento penal de manera formal ante tribunal, afirma Luchadoras.

La Ley Olimpia: un paso más hacia la Internet segura

Cuando Alicia fue amenazada por su entonces novio sólo pudo pensar en cómo su vida se vería destruida si él realmente publicaba aquellas fotos. Desesperada intentó contactar a la policía cibernética, pero sus mensajes automáticos no fueron de gran ayuda; Alicia cuenta que se sentía desesperada y muy asustada, no sabía a quién recurrir y estas amenazas se volvieron una constante para que ella hiciera lo que él quería.

Alicia narra que fue muy difícil salir de esa relación y ésta le acarreó distintos problemas que tuvo que tratar en terapia los años posteriores; incluso después de terminar la relación él, continuó amenazándola con esas fotografías (sí, aún después de tantos años) por lo que el miedo se volvió parte de su vida ya que pensaba que en cualquier momento vería sus fotografías de adolescente publicadas en las redes sociales. No fue hasta el año 2019 cuando ella hizo una denuncia pública y lo amenazó con la Ley Olimpia que el hombre dejó de amenazarla.

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La Ley Olimpia es un conjunto de reformas legislativas que reconoce la violencia digital como un tipo de delito y se sanciona con multas económicas o penas de cárcel para quien viole la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales (ciberviolencia).

  • 2014: se presentó la iniciativa de ley en el Congreso de Puebla.
  • 2018: se logró que se reconociera la violencia digital como una modalidad de delito y se sancione hasta con 6 años de prisión a quienes comparten materiales íntimos sin consentimiento.
  • 2019: a partir de este año se pudo hacer una denuncia ante el Ministerio Público.
  • 2022: la ley aplica a toda la República Mexicana.

La Ley Olimpia sanciona el difundir, compilar, publicar, hacer visibles contenidos íntimos reales o alterados, videos, fotografías, imágenes sin el consentimiento de las personas (delitos contra la intimidad sexual). Incluso, la sexualización/cosificación a través de difusión o producción de videos o imágenes, así como, el acoso o insultos relacionados a la difusión de imágenes, audios y videos de contenido íntimo sexual; esta violencia se da a través de medios digitales en donde se atenta contra los derechos de las personas.

Poco a poco el espacio de la virtualidad se ha trasladado hacia las leyes regulatorias que buscan crear canales más seguros para las mujeres e infancias que se encuentran descubriendo y usando el Internet como una herramienta. Si bien la existencia de una ley no garantiza que sea ejercida de manera correcta, el visibilizar las violencias que existen en Internet ayuda a crear redes de apoyo y presionar a las autoridades para ejercer de manera justa las legislaciones que se han creado.