En los últimos años, las redes sociales han servido de plataforma para denunicar públicamente el acoso que muchas mujeres viven en sus trabajos, esto ha comenzando a visibilizar la violencia que existe en los lugares de trabajo ya que, de acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2022 se reportaron 109 mil 319 abandonos de empleo de personas que recibieron maltratos psicológicos por el desempeño de sus actividades e incluso algunos sufrieron amenazas y agresiones físicas.

Esta cifra representa el 3.4% de todas las renuncias registradas en el país, que equivale a que cada hora 12 trabajadores renuncien a sus trabajos debido a acoso y violencias. Sin embargo, en algunos estados, como la Ciudad de México y Aguascalientes, la discriminación laboral o mobbing llega a tener una prevalencia de 7.8% y 6.3%, es decir, que estas entidades duplican la media nacional.

Las renuncias provocadas por los malos ambientes laborales registraron un incremento notorio a partir de 2019, cuando 103 mil 939 personas abandonaron sus fuentes de ingresos, esto significó un incremento de 29% en comparación con lo registrado en 2018. Para 2020 se presentó el récord de renuncias en el país por acoso y discriminación laboral, al tener 111 mil abandonos; pero en 2021 la cifra cayó a 95 mil casos; en 2022 se produjo la segunda cifra más alta en lo que va del registro hecho por el Inegi.

Las estadísticas muestran que al menos 95 de cada 100 personas que decidieron renunciar a su empleo por motivos de mobbing percibían aumentos inferiores o iguales a tres salarios mínimos, es decir que ganaron menos de $518.

¿Qué es el mobbing o acoso laboral?

El acoso laboral o mobbing es una forma de estrés laboral en donde a la víctima se le empiezan a atribuir tareas para que realice mal su trabajo, así mismo, existe una sobrecarga de tareas que son inútiles y repetitivas. Todo esto origina un estrés que puede culminar en la aparición de conflictos y un tipo de maltrato psicológico.

Los jefes autoritarios, aquellos que buscan optimizar y tener los mejores resultados, pero, sin tener en cuenta el factor humano pueden causar también conflictos que desemboquen finalmente en acoso laboral. Cuando una persona realiza siempre las mismas tareas, la monotonía y la repetición constante puede provocar malestar y conflictos entre los miembros del equipo.

Las personas que ejercen este acoso laboral tienden a ser jefes con puestos altos y, normalmente, ejercen presión para que la víctima renuncie. Cualquier tipo de violencia debe ser visibilizada y es urgente hablar de la violencia laboral que se confunde con “ponerse la camiseta”.