Desde hace muchos años, la lucha por la despenalización del aborto ha tomado muchas fuerzas y gracias a ello se han logrado avances muy importantes como lo es esta despenalización en distintos estados del país. Así mismo, las mujeres han tejido redes de apoyo para acompañar procedimientos de aborto con medicamentos, esto como una alternativa ante las violencias que se pueden vivir dentro de las clínicas de aborto.

Si bien, poco a poco se han ido modificando estas leyes y el aborto ha sido despenalizado en varios estados de la república, los estigmas, la criminalización y la violencia de la que son víctimas las mujeres que deciden interrumpir su embarazo aún existe; la Secretaría de Salud capitalina reportó que, de abril de 2007 a diciembre de 2020, 231 mil 901 personas interrumpieron su embarazo; 69% de ellas residía en la ciudad y 31% provenía de otros lugares, principalmente del Estado de México. Sin embargo, la mayoría de quienes deseaban abortar no contaban con recursos para viajar a la Ciudad de México o a Oaxaca, donde la interrupción de la gestación se despenalizó en 2019, afirmó Corriente Alterna.

Es así como la marea verde que lucha por el derecho de las mujeres y personas con la capacidad de gestar a decidir sobre su cuerpo ha avanzado muy rápidamente, con esto también se han difundido distintos mitos que continúan mermando este derecho. Son las élites religiosas y grupos ultraconservadores quienes han planteado estos prejuicios, no solo de diversas exigencias relacionadas a los derechos de las niñas, jóvenes y adolescentes, sino que también han decidido sobre su vida al impulsar la inexistencia de una salud sexual y reproductiva, el uso de la pastilla de emergencia y el aborto en sus distintas causales, puntualiza Gire.

Debido a esta oleada de prejucios y mitos, es necesario comenzar a crear narrativas menos estigmatizantes y criminalizantes para quienes decidan interrumpir su embarazo; es por ello que aquí te mostramos algunos de los mitos más famosos cuando se habla de aborto y te mostramos por qué son falsos.

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Si abortas, tu salud mental se verá gravemente afectada

De acuerdo con el manual Aborto y Salud Mental de IPAS México, una idea recurrente de los grupos que se oponen a la despenalización y legalización del aborto, son las supuestas secuelas mentales tales como depresión, suicidio o consumo de sustancias, incluso afirman la existencia de un “síndrome postaborto”. Pero, de acuerdo con estudios realizados por la organización esto es mentira, ya que:

  • El aborto en condiciones legales y seguras no está relacionado con el desarrollo de trastornos mentales, pero se ha comprobado que las mujeres y personas con la capacidad de gestar obligadas a continuar con embarazos no deseados tienden a desarrollar ansiedad, ser violentadas por las parejas que las embarazaron o presentar complicaciones en el embarazo.
  • Padecer depresión antes de la interrupción del embarazo sí se relaciona con el desarrollo de síntomas de depresión después del procedimiento, ya que la depresión impacta negativamente en la toma de decisiones, pero se encontró que el estigma y el juicio social por abortar es uno de los factores detonantes de malestar en las mujeres que tuvieron un aborto.
  • Después del aborto, las mujeres y personas gestantes pueden experimentar sensaciones normales de tristeza y estrés, sin embargo, estas sensaciones disminuyen con el paso del tiempo e incluso algunas refieren que la sensación inicial se transformó en alivio.
  • Después de 5 años, el 95% de las mujeres aseguran haber tomado la mejor decisión y quienes tuvieron acceso a un aborto elegido tienden a proyectar el futuro de manera positiva, con metas de plan de vida para el siguiente año.

El aborto es un procedimiento riesgoso y causa secuelas físicas

Según la organización Gire en su manual Mitos y Preguntas Sobre el Aborto, quienes se oponen al aborto sugieren que este procedimiento está correlacionado con un riesgo mayor de enfermedades como el cáncer en el seno o con infertilidad, pero esto es completamente falso debido a que:

  • El aborto realizado en condiciones adecuadas es un procedimiento seguro. Se vuelve riesgoso cuando se realiza en circunstancias insalubres y mediante procedimientos inadecuados, generalmente propios de entornos legalmente restrictivos y con un fuerte estigma alrededor del tema.
  • La posibilidad de ser perseguidas penalmente lleva a muchas mujeres a tomar las opciones menos seguras, en las que su vida y su salud pueden correr peligro.
  • Los riesgos relacionados con el aborto disminuyen de manera muy significativa cuando existen las condiciones legales para acceder a éste como un servicio de salud.
  • Se calcula que, en regiones desarrolladas, por cada cien mil abortos inseguros se producen 30 defunciones, ese número aumenta a 220 defunciones por cada cien mil abortos inseguros en las regiones en desarrollo.

Si se despenaliza habría más abortos

Mucho se piensa que al despenalizar el aborto y crear condiciones dignas para que sea accesible, las mujeres y personas con la capacidad de gestar lo usarán como “método antifecundativo” principal, por lo que el número de abortos incrementará de manera exponencial. Al respecto Gire afirma que:

  • A partir de la despenalización en la Ciudad de México en 2007, el número de abortos inducidos en dicha entidad ha disminuido. De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, el programa ile-cdmx tuvo una tendencia de aumento durante los primeros años de su implementación, sin embargo, ésta se desaceleró rápidamente, e incluso se ha reducido en los últimos años.
  • En este sentido, es posible inferir que la liberalización del marco legal no necesariamente incentiva a que más mujeres interrumpan su embarazo, sino que les brinda un espacio seguro para hacerlo.

Las mujeres que abortan son egoístas

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Distintos grupos han señalado a las mujeres y personas con la capacidad de gestar que deciden interrumpir su embarazado llamándolas “egoístas” y cuestionando sus principios, pero según Gire, las mujeres y personas gestantes que abortan sólo están decidiendo sobre sus cuerpos y nadie tiene derecho a cuestionarlo:

  • Las razones que llevan a una mujer o persona gestante a decidir interrumpir un embarazo son variadas: planes de vida, contextos de violencia familiar, situaciones económicas precarias, condiciones de salud, entre otras. Algunas de las mujeres que abortan no tienen hijos y no desean tenerlos; otras son madres o desean ejercer la maternidad en otro momento de su vida.
  • Un estudio realizado por Gire, de 2008 a 2009, reveló que quienes abortaron de manera legal en la Ciudad de México señalaron que “fue la mejor opción para ellas, pero, sobre todo para las y los hijos que ya tenían y a quienes debían atender.

El aborto viola el derecho a la vida

Parece ser que el argumento principal de los opositores al aborto es la violación de supuestos derechos humanos de los que el producto goza, pero de acuerdo con Gire esto es una estrategia de manipulación y culpabilidad debido a que:

  • El derecho a la vida, al igual que los demás derechos humanos, lo tiene cualquier persona a partir de que nace viva.
  • Si bien el debate sobre el comienzo de la vida es complejo, jurídicamente existe el consenso de que las personas se convierten en titulares de derechos a partir de su nacimiento. La protección a la vida prenatal debe interpretarse como un objetivo que se logra mediante la protección a la persona gestante, y no en oposición a ella.
  • Las creencias religiosas deben dejarse fuera de los marcos legales debido al Estado laico. Con ello, el Estado laico evita que sus prácticas y sus leyes se basen en dogmas y garantiza a su ciudadanía la libertad de conciencia.
  • La separación entre los asuntos del Estado y los de las Iglesias o religiones permite que todas las creencias puedan expresarse en igualdad de condiciones, sin que la legislación respecto a un problema de salud pública, como el aborto, y la justicia social se vean afectadas por sus dogmas.