Allan de Souza, un maestro de jardín de niños escribió una canción para enseñarles a sus alumnas y alumnos a sentirse orgullosos de quienes son y reforzar su autoestima. El maestro originario de Rio de Janeiro, Brasil, comentó a medios locales que en la letra se quiso referir directamente a algunos estudiantes y a sus tipos de cabello, para que así ellos pudieran identificar el valor de la seguridad personal y lo importante que es tener confianza en ellos mismos.

Allan afirmó que además de reforzar su autoestima hablando directamente sobre el cabello de cada niña y niño, quiso enseñarles sobre el racismo y lo que puede hacerle a una persona.

Mi pelo es realmente bonito. Es poder negro y muy negro. La de João también es preciosa, es amarilla y muy tersa. El de Vitória es lindo, color chocolate, hecho de trenzas. El de Ricardo es muy bonito, es muy rizado y es natural. Muchos formatos, varios pelos. No tengas miedo, mírate al espejo. Representa tu identidad. ¡Nadie me quitará la libertad!, canta Allan para las niñas y niños.

El profesor de Literatura y Portugués obtuvo el reconocimiento de sus colegas y las autoridades escolares y aunque al principio no estaban seguros de su forma de proceder, pero al ver los resultados que obtuvo con las niñas y niños a su cargo decidieron implementar su propuesta.

Realmente lo disfrutaron. Creo firmemente que el camino hacía los niños sin propagación de prejuicios o intolerancias parte de lo que como familia y educadores cultivemos en ellos desde temprana edad, afirmó Allan de Souza.

Infancias con baja autoestima

La autoestima es el concepto o la valoración que tienen las personas de sí mismas y no es algo estático o innato, sino que va evolucionando según las experiencias que se tienen o cómo se sienten con ellas mismas.

Es en la infancia donde se empieza a construir en función de lo que dice la familia, profesores o la gente que les rodea. Así, la niña o el niño empieza a interiorizar ciertos mensajes y a ponerse unas etiquetas u otras, a saber, si las expectativas que tienen los demás se cumplen y a compararse con otros que parecen más perfectos. Sin embargo, no es del todo consciente, afirma el portal Ayudarte.

Debido a esto, las niñas y niños con baja autoestima pueden convertirse personas apáticas, sin interés por desarrollarse en un entorno que no les apoya, lo que desemboca en adultos depresivos, con una percepción negativa de sí mismos y falta de energía a la hora de enfrentarse a la vida. Otra posibilidad es que reaccionen con violencia y comportamientos negativos, ya que estas conductas si son tenidas en cuenta por sus padres. Aunque sea con castigos el niño siente que de alguna manera le hacen caso. Un niño agresivo va a tener problemas también en la escuela. Se le marca como problemático y entra en una espiral de la que es difícil salir y que le seguirá en su vida de adulta.

Las personas con baja autoestima tampoco van a ser niños o adultos que sepan entablar relaciones afectivas positivas. No tienen una buena imagen de sí mismos, piensan que no valen tanto como el resto y por tanto se relacionan en términos de inferioridad o sumisión o todo lo contrario, escondiendo su inseguridad en conductas déspotas y violentas, afirma el portal.

APVB