Una buena salud sexual y reproductiva es un estado general de bienestar físico, mental y social en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo y la sexualidad. Entraña la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos y de procrear, y la libertad para decidir hacerlo o no, cuándo y con qué frecuencia, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. 

Para mantener la salud sexual y reproductiva, las personas necesitan tener acceso a información veraz y a un método anticonceptivo de su elección que sea seguro, eficaz, asequible y aceptable. Deben estar informadas y empoderadas para autoprotegerse de las infecciones de transmisión sexual

¿Qué es la salud reproductiva?

La salud reproductiva implica la posibilidad de tener una sexualidad satisfactoria y segura, así como la libertad de tener hijos si y cuando se desea. 

Cuando se decida tener hijos, las mujeres deben poder recibir atención de profesionales sanitarios expertos y deben disponer de acceso a servicios que las ayuden a tener un embarazo adecuado, libre, seguro y voluntario; un parto sin riesgo ni violencia obstetrica y un bebé sano, según la Organización de Naciones Unidas. 

Diversas formas de ejercer la salud sexual 

La sexualidad es parte de la vida de todas las personas de diversas edades, cuerpos, identidades de género, estén o no en pareja y vivan con o sin discapacidad. Los deseos, las preferencias y decisiones pueden cambiar a lo largo de la vida. Las prácticas no definen la orientación sexual, de acuerdo con la Secretaria de Salud. 

Todas las personas tienen derecho a elegir sus opciones preferidas en el ámbito de la salud sexual y reproductiva.  La capacidad de los hombres y las mujeres para lograr la salud y el bienestar sexuales depende de su acceso a información integral de buena calidad sobre sexo y sexualidad; conocimiento de los riesgos que pueden correr y su vulnerabilidad ante las consecuencias adversas de la actividad sexual sin protección; posibilidad de acceder a la atención de salud sexual; y residencia en un entorno que afirme y promueva la salud sexual.

Tienes derecho a:

  • Disfrutar del propio cuerpo y de la intimidad con otras personas.
  • Vivir la orientación sexual y la identidad de género libremente.
  • Recibir información clara y oportuna sobre salud sexual.
  • Decidir si tener relaciones sexuales, cuándo, cómo y con quién, sin presiones ni violencias

Además, tienes derecho a la atención de la salud sexual; a recibir información adecuada, clara y oportuna sobre cómo cuidarte; y acceder a la atención con confianza y confidencialidad.

SC