Decidir abortar es una decisión difícil para algunas mujeres, dijo en entrevista Alejandra Robles, acompañanta de aborto más y amoroso. Las circunstancias de la vida la llevaron por ese camino; su tía, quien tenía una boticaria en un pueblo de Tuxtla Gutiérrez, acompañaba a las mujeres en este proceso.

En un pueblo del Istmo Costa, un pueblo muy pequeño, apartado de hospitales, la boticaria era la opción segura para las mujeres. “Recuerdo que los 14 años, una de las esposas de mis tíos, siempre daba pastillas a escondidas, nos explicaba para qué, fue aprendiendo de que servían, ella solita las fue recentando a muchas mujeres de bajos recursos, lugares de ranchos que no cuentan con clínicas, poco a poco fui entendiendo que era más seguro que lo que ellas hacían, como tirarse de las escaleras sentada, usar un gancho, tomar tés o visitar a la bruja del pueblo”, dijo Alejandra.

El aborto está considerado como una de las cinco principales causas de mortalidad de la mujer en gestación. De acuerdo a las estadísticas más recientes suministrada por Médicos Sin Fronteras, el aborto no seguro, ocasiona una de cada 12 muertes en mujeres embarazadas.

¿Cómo acompañar a una mujer que ha decidido abortar?

La experiencia de un aborto propio le dio los conocimiento a Alejandra para acompañar no sólo físicamente a otras mujeres, también desde el aspecto psicológico -incluso- económico. Después de unos meses que ella se practicó un ILE (Interrupción Legal del Embarazo), uno de sus sobrinos de seis años falleció por un problema del corazón.

“Cuando vi el dolor de su papá, me generó esas dudas, recuerdo platicándolo con mis amigas, les decía ‘hay personas que luchan por la vida de otro’. Fue hasta que recién casada, pude desdibujar esta experiencia y decirme que no era una vida, es mi cuerpo, estas palabras fueron clave”.

Las palabras que utilizó para sí misma, le funcionaron para sostener a otras mujeres: “Es tu cuerpo, piensa en tu futuro, qué harías si decidieras tenerlo -en la mayoría de los casos- las mujeres se encuentran en relaciones violentas, no hay un cuidado y podría no haber una crianza compartida”.

Alejandra no sólo les habla de lo que podría pasar en cuanto a su vida profesional o económica, también sobre las posibles enfermedades de transmisión sexual que pudieron adquirir, por lo que las invitaba a hacerse pruebas. “No sólo era hablar de sus derechos reproductivos sino también sexuales”.

Un caso cercano que acompañó Alejandra fue el de Sandra, la mujer que le ayudaba con las labores de la casa. “En su momento fue algo impactante de vivir, sobretodo por los tabúes y el moralismo que hay alrededor”, comentó,

Embarazo temprano en Chiapas

En la reciente marcha del 28 de septiembre por la despenalización del aborto, en Chiapas las mujeres demandaron al Congreso del Estado que retome el análisis de las iniciativas presentadas para que se reforme el Código Penal del Estado, y se despenalice el aborto en Chiapas, porque se presentan embarazos hasta en niñas de 10 años que están siendo obligadas a parir.

En Chiapas, señalaron en un pronunciamiento las manifestantes que tiene la tasa de fecundidad más alta de todos los estados de la República.

“Somos la segunda entidad con la tasa de fecundidad en adolescentes más alta del país, incluyendo a niñas de entre 9 y 14 años. En nuestro estado ocurren el 7 por ciento de las defunciones maternas en todo el país, de las cuales el 16 por ciento sucedieron en niñas y adolescentes; del porcentaje de muertes por aborto, el 21 por ciento fueron menores de edad”.

Cuando Alejandra Robles vivía en Chiapas, hace 20 años y conocía a una mujer embarazada joven que buscaba practicase un ILE, la llevaba con su tía para que les diera pastillas.

“Así empezamos un par de primas y yo para llevar a chicas a la boticaria, era mi tía la que lo hacía, eso fue la primera forma de hacerlo, posteriormente a mis 21 años, acompañé a la persona que nos ayudaba en casa, fue la primera vez que presencia la culpa y la moralidad que existe en torno al aborto”.

“Sandra  se sintió muy culpable, tuvo muchos sangrados, no había reparado que había mucha culpa al ver abortar, al ver que era parte de un embarazo”, relató.

Alejandra comenta que pese a la despenalización del aborto en el país, se debe trabajar en tema de educación sexual, hablar sobre los derechos reproductivos pero también derechos sexuales. Incluso, señala que en torno a una situación en el que hay una joven que busca abortar, también podemos ver que hay un tema de abuso sexual, así que el panorama en torno al aborto es complejo.

Actualmente en Tuxtla hay un movimiento importante, “veo un cambio generacional que están hablando del tema, sin embargo, sectores que no han evolucionado, haces hasta donde puedes”, reflexiona la acompañanta de aborto seguro.