“Cuando cumplí 16 años quedé embarazada, estaba en una relación violenta y fue mi mamá quien me dio la opción de abortar y aunque no podíamos pagar una clínica, encontré que podía hacerse con medicamentos”, afirma Sara quien tiempo después de su aborto decidió convertirse en acompañanta porque “no estaba dispuesta a dejar que más mujeres pasaran por eso solas y con miedo”.

Sara cuenta para La Cadera de Eva que su procedimiento fue difícil y lleno de miedos, tardó mucho tiempo en superar el trauma que su familia le había causado al enterarse del procedimiento, pero se dio cuenta de que el aborto no fue lo que le causó secuelas psicológicas, sino todos los estigmas y revictimización que vivó.

Ahora sé que el aborto no me causó ningún daño, pero por muchos años mi familia me echó en cara que había ‘matado a mi bebé’ y creo que ese tipo de comentarios son los que realmente afectan a las mujeres que han decidido abortar y yo no quiero que más mujeres pasen por cosas tan dolorosas, por eso me hice acompañanta, para que tengan a alguien que respete su decisión y las oriente, reafirma Sara.

Fue en el 2020, en medio de una pandemia, que Sara vio la oportunidad perfecta para aprender sobre abortos y decidió entrar a un curso impartido por la colectiva Aborto Legal México y partir de ahí ha acompañado a más de 20 mujeres en sus procedimientos de aborto.

Las acompañantas de aborto orientan a las mujeres y personas gestantes antes, durante y después de los procedimientos. Ellas brindan información gratuita y confiable de manera virtual, monitorean los síntomas que se van presentando y las contienen emocionalmente cuando lo necesitan; cada acompañamiento es diferente ya que se adaptan a los contextos y sentires de las mujeres que buscan abortar y, sobre todo, les recuerdan que no están solas.

Colectivas aborteras

Aborto Legal México es una red de acompañantas que brinda asesorías gratuitas y llenas de amor para las mujeres y personas gestantes que buscan interrumpir su embarazo; con poco más de cinco años desde que se fundó, la colectiva ha sido el primer espacio que anunció públicamente el acompañamiento virtual en procedimientos de aborto con medicamentos como el misoporostol y, de acuerdo con Fanny González, integrante de Aborto Legal México, el papel de las acompañantas ha sido fundamental en la lucha por la despenalización del aborto ya que cada una de ellas está cubriendo un papel que el Estado ha dejado olvidado.

El Estado debería garantizar el acceso a los procedimientos seguros, pero no está protegiendo los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las personas con capacidad de gestar, entonces nosotras venimos a cubrir un papel político y un papel también práctico en la defensa de estos derechos fundamentales y no solamente dentro de la colectiva, sino dentro de la infinidad de colectivas que hoy existen, afirma Fanny González en entrevista para La Cadera de Eva.

Es así, como las acompañantas de aborto han creado sus propias estrategias basándose en manuales internacionales como el de la OMS, para ayudar a las mujeres que desean interrumpir su embarazo. De acuerdo con Fanny, la colectiva Aborto Legal México empezó en el año 2018 difundiendo la marea verde que había comenzado en Argentina, pero pronto se dieron cuenta de la urgencia que tenían las mujeres mexicanas por encontrar organismos que las ayudaran a abortar, ya que las clínicas suelen revictimizar y violentar a las mujeres que abortan.

Esta es una red nacional e internacional que hace acompañamientos de aborto, tenemos varios principios como que no tenemos límite de semanas para realizar los acompañamientos y estos son gratuitos, voluntarios y confidenciales; también trabajamos de manera sorora entre nosotras y posteriormente se agregó que íbamos a hacer acompañamientos a personas con capacidad de gestar, comenta Fanny.

Clandestino no significa muerte

Si bien, poco a poco se han ido modificando estas leyes y el aborto ha sido despenalizado en varios estados de la república, los estigmas, la criminalización y la violencia de la que son víctimas las mujeres que deciden interrumpir su embarazo aún existe y, del mismo modo, las acompañantas son víctimas de estas agresiones ya que aún se cree que un aborto clandestino es sinónimo de muerte, por lo que también luchan por eliminar estos prejuicios.

La clandestinidad es una táctica política y militar. Los procedimientos clandestinos no son inseguros, tiene una connotación así sobre todo por los años 90 y las clínicas clandestinas de médicos que son misóginos y feminicidas quienes abrían clínicas únicamente para asesinar a mujeres. Es cierto que existe esa posibilidad, sin embargo, hay otro fenómeno político que es la presencia de aborteras con formación actualizada y científica que, a pesar de estar en la clandestinidad, realizan procedimientos seguros, por lo que es importante eliminar los estigmas de la clandestinidad, es importante porque somos compañeres y compañeras que nos formamos, recalca Fanny.

La Secretaría de Salud capitalina reporta que, de abril de 2007 a diciembre de 2020, 231 mil 901 personas interrumpieron su embarazo; 69% de ellas reside en la ciudad y 31% proviene de otros lugares, principalmente del Estado de México, pero la mayoría de quienes desean abortar no cuenta con recursos para viajar a la Ciudad de México o a Oaxaca, donde la interrupción de la gestación se despenalizó en 2019, afirma Corriente Alterna.

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Debido a esta negligencia por parte de los servicios de salud, el papel de las acompañantas se ha hecho fundamental y esto ha hecho que se conviertan en víctimas de acoso y amenazas de muerte por parte de personas “provida”: el 77% de las acompañantas ha enfrentado violencia verbal y 50% ha sido víctima de acoso, intimidación, difamación o ataques contra su reputación, reporta la Encuesta Internacional de Personas Proveedoras y Acompañantes de Aborto 2020 de IPAS.

Al margen del acoso, la criminalización del aborto en México es una realidad. De 2015 a febrero de 2021 se iniciaron 3,719 carpetas de investigación por el delito de aborto en las 32 entidades del país. Solo entre 2007 y 2016, el Grupo de Información en Reproducción Elegida (Gire) documentó que 83 personas estaban en prisión preventiva y 53 tenían una sentencia de cárcel definitiva por el delito de aborto, de las cuales 44 y 19, respectivamente, eran mujeres, afirma Corriente Alterna.

También sería importante decir que no tenemos que estar en la clandestinidad, es un recurso que estamos utilizando y del que nos hemos apropiado frente a esta ofensiva estatal de tener una represión insisto, no solo en México sino en diferentes lugares, pero no tendría por qué ser así, cualquier mujer que quisiera hacer acompañamientos y que tuviera la formación adecuada podría realizarlo de manera segura, no se nos tiene que tachar de ‘asesinas’. El estigma nos limita en nuestros procedimientos y limita también que las compañeras y compañeres se acerquen a nosotras, comenta Fanny.

Prefieren abortar en casa

Si bien, dentro de los estados donde el aborto está despenalizado, el procedimiento debe ser garantizado por los organismos de salud, Fanny afirma que el sector salud no tiene una atención humanizada ni mucho menos feminista, por lo que cuando se hacen los procedimientos en hospitales, las mujeres son maltratadas con procedimientos obsoletos y revictimización por parte de los médicos.

Las enfermeras y los enfermeros generan malos tratos porque se les explota laboralmente y esto es una bolita de nieve que no se puede detener, entonces muchas mujeres prefieren hacerlo en casa porque tienen el acompañamiento humanizado, tienen el acompañamiento feminista y además son procedimientos que no se cobran, por lo que son mucho más económicos, afirma Fanny.

La colectiva Aborto Legal México ha logrado generar ambientes donde las mujeres y personas gestantes que deciden abortar se sienten seguras y protegidas, cosa que no sucede en las clínicas. La labor de las acompañantas ha creado una red enorme donde se prioriza la decisión de quienes deciden abortar, sin juicios ni la búsqueda de una remuneración económica y cada día, decenas de mujeres prefieren acercarse a alguna acompañanta para realizar su procedimiento desde la comodidad de su casa y con la certeza de que tendrán a alguien sosteniéndolas, aún a la distancia.

Por otra parte, también existe un gran desgaste emocional al llevar un gran número de acompañamientos; a pesar de que se intenta no mezclar sus emociones con las de la acompañada, siguen siendo humanas que han sido atravesadas por distintas vivencias y violencias y, muchas veces, estas se reflejan en alguien que llega a pedir ayuda. Por esto, es importante saber que entre las acompañantas también existe una red de apoyo y contención emocional cuando un caso está siendo complicado, detrás de cada acompañanta hay una red de mujeres, nadie va sola.

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A pesar de todo esto, las acompañantas se mantienen firmes en su postura y continúan asesorando y acompañando a las mujeres que lo necesitan, sin importar nada más que la salud y seguridad de quienes llegan a ellas pidiendo, desesperadas, información.

No sólo las mujeres abortan

Dentro de los principios de Aborto Legal México está el atender a hombres trans y personas no binarias debido a que, de acuerdo con Fanny, es importante nombrarles debido a que elles también están luchando porque se reconozca su identidad y no sean discriminades.

Nosotras no generamos ningún contexto de discriminación ni queremos generar alguna política de ser de segregacionismo, al contrario, tenemos una postura incluyente porque hay hombres trans que se embarazan y hay personas no binarias que tienen embarazos no deseados y que deciden o quieren hacer una interrupción, entonces nombrarles también darles su lugar en el mundo, reconocer su identidad es un derecho humano, comenta Fanny.

Fanny afirma que dentro de la lucha por los derechos reproductivos es sumamente importante nombrar a los hombres trans y personas no binarias, debido a que elles también están rompiendo el sistema patriarcal y han fortalecido a lucha por los derechos humanos.

Es así como dentro de una estructura patriarcal, las redes de mujeres continúan unificándose para ayudarse entre sí. El amor, sororidad y comprensión que existe en estas espacias de acompañamiento es la base para ayudar a quien lo necesite y está más que claro que las mujeres salvan mujeres, ni el Estado, ni los hospitales, ni la iglesia, estas son mujeres luchando desde su trinchera para avanzar juntas.