La conocida exactriz porno Lana Rhoades, quien ahora es una exitosa influencer, ha revelado estar en contra del cine pornográfico, del cual fue parte durante un año de su vida. Aunque gano bastante fama entre los consumidores de pornografía y ganarse popularidad en el sector, confesó que lo que se hace en la industria debería ser ilegal.

La joven declaró que el cine para adultos no debería existir, pues considera que no es bueno para ninguna persona. Subrayó que la industria a la que una vez perteneció, la dejó marcada de por vida por la mala experiencia y la repercusión en su salud mental.

 "No creo que sea bueno para nadie, deberían hacerlo ilegal", explicó en entrevsta para The skinny confidential. 

¿El porno puede ser feminista?

En la última década han surgido nuevas propuestas y alternativas al consumo de pornografía, ente estas se encuentra el porno feminista que, en primer lugar, tiene una intención política, porque busca una condición justa para sus performance. Intenta retratar el placer femenino desde un mensaje de "igualdad" entre hombres y mujeres, además de inclusión de diversidad de cuerpos y gustos.

Sin embargo, desde el movimiento feminista se han hecho algunas críticas a la industria pornográfica, ya que, se ha comprobado que es una de las fuentes consultadas por los y las jóvenes para aprender sobre sexualidad, pero sin censura. Esto tiene como consecuencia la reafirmación de la misoginia, los estereotipos, el establecimiento de los roles de género en el ámbito sexual y la violencia en contra de las mujeres, de acuerdo con Patricia Ortíz y Tania Meléndez, sociólogas con perspectiva de género. 

“Estas prácticas sociales de alguna manera se naturalizan; muchas personas intentan llevar a la práctica lo que miran en los videos, asemejando a la sexualidad con situaciones de violencia, ya que la industria del porno crea una idea particular y estereotipada de lo que es tener relaciones sexuales”, comparten las sociólogas. 

¿Por qué no debería existir el porno?

En más de una ocasión, la joven Lana Rhoades ha comentado que pertenecer a la industria pornográfica le causó ataques de pánico y, aunque solo estuvo ocho meses frente a las cámaras, los clips le produjeron cicatrices psicológicas y una lucha contra la depresión y pensamientos suicidas. 

Otra forma de incentivar violencia hacia las mujeres se encuentra en la manera del ejercicio sexual, ya que la pornografía refleja el placer masculino, principalmente, dejando a un lado el femenino. Se presenta al cuerpo de las mujeres como objetos de placer y pocas veces como sujetos, establece el artículo “Pornografía, el primer encuentro con la sexualidad y la violencia hacia mujeres”.

Lana es ahora influencer en sus redes sociales, comparte fotos y videos a través de OnlyFans y tiene un podcast, donde invita a quienes siguen consumiendo contenido para adultos que, si en realidad quieren apoyar a las actrices, mejor contraten servicios privados directamente con ellas y no a través de otras plataformas. Sin embargo, le es imposible olvidar su etapa como actriz porno. En otra entrevista que Lana Rhoades concedió hace unos meses, aseguraba que pertenecer a la industria del porno te deja marcada para siempre. 

"Es una sentencia de vida. No puedo esconderme de ello. Allá donde vaya, todo el mundo me ha visto en alguna película y tengo que sobrellevarlo. Tengo claro que no volvería ni por todo el dinero del mundo”, compartió.

“El uso de pornografía como principal fuente de información se ha convertido en un gran problema para las mujeres ya que perpetúan sus cuerpos bajo el sistema patriarcal vigente, por ello es necesario analizar esta problemática desde diferentes perspectivas y generar conciencia del daño físico, psicológico, emocional, que la pornografía puede causar en ellas”, explica Patricia Ortíz. 

Es necesario mencionar que la industria pornografía no es el único problema, también lo es la forma en la que los jóvenes, principalmente los varones, lo han utilizado para poder tener información que socialmente es poco mencionada, debido a la cultura apegada a una moral religiosa, particularmente en México, de acuerdo con las expertas.