El 19 de septiembre de 1967 muere en Paris una señora rusa sobre la que quizá nunca hayas escuchado pero que fue una de las pintoras más relevantes del siglo XX. Hablamos de Zinaida Serebriakova.

Autorretrato "En el Tocador" (1909)

Zinaida Lanceray nació a finales de 1988 en lo que hoy es Kharkiv, Ukraine y entonces era el imperio Ruso. Fue nieta del arquitecto Nicolás Benois y sobrina de Alexander Benois, por lo que desde muy pequeña tuvo cercanía con el mundo del arte, y dibujaba. A los 16 años la aceptaron en el estudio de arte de la Princesa María Tenisheva donde fue alumna del famoso retratista Ilya Repin

Árbol de manzanas (1900)

Autorretrato (1904)

Después de unos años viajando y estudiando por Rusia y Europa, en 1905 llegó a Paris para estudiar en la Académie de la Grande Chaumière, que era como la escuela hippie del arte en ese momento y cuna del llamado Art Indépendant (Arte Independiente). En 1905, cuando tenía 21 años se casó con su primo Boris y tomó el apellido Serebriakova. A pesar de la relación familiar, la familia apoyó el matrimonio, sin embargo fue difícil encontrar un sacerdote ortodoxo que lo aceptara, hasta que le pagaron 300 rublos (como $6000 dólares actuales) a uno para que aceptara casarlos. 

Retrato de Boris Sebriakov (1907)

En abril de 1906 los recién casados regresaron a San Petesburgo y Zinaida Serebriakova era muy feliz siendo mamá y pintando. Durante este periodo fue muy prolífica, pintó muchísimo. Aunque Rusia estaba muy convulsionada a nivel social, la obra de Serebriakova era muy relajada, llena de escenas domésticas, campiranas y muchos autorretratos, entre ellos su más famoso, “En el tocador”.

En 1910, Zinaida participó en la exhibición de Retratistas Contemporáneas Rusas, organizado por la revista/movimiento Mir Iskusstva, el cual habían fundado varios artistas del momento, entre ellos su tío Alexander y la Princesa Tenisheva. Tanto la exhibición como la propia Serebriakova fueron un éxito rotundo. 

Bañista (1911)

Bailarinas en el camerino (1923)

Los Serebriakovs eran felices en su casa en el campo, ella pintaba mucho a sus hijos, pero a diferencia de sus contemporánexs, estas obras presentaban a los niños con agencia y relevancia individual, enfocándose en sus actividades y emociones, no únicamente posando como títeres. Durante estos años, Zinaida pintó muchas escenas de la vida en el campo y de ballet, más aún cuando su hija Tatyana entró a una academia de danza; los cuadros de este periodo son muy luminosos y alegres. Sin embargo, a pesar de las imágenes plácidas que mostraba en sus cuadros, el mundo alrededor de Zinaida estaba en caos, el imperio ruso se desmoronaba y poco después, también su vida familiar.

En el desayuno (1914)

En 1919, Boris fue detenido por la policía bolchevique, la temible “Checa”, en Moscú y murió de tifus durante su encierro. Con la Revolución,  Zinaida Serebriakova perdió todo por lo que sin recursos escapó de Rusia en 1924. Sin dinero y sin opciones, dejó a sus hijos con su madre, con la intención de regresar por ellos una vez lograra instalarse en Francia, sin embargo las limitaciones a la frontera impuestas por el nuevo gobierno, se lo impidieron. Además aunque parte de su obra seguía expuesta en los museos soviéticos, ella misma no tenía posibilidad de regresar. 

Castillo de naipes (1919)

Así comenzó la época más difícil en la vida de Zinaida. En Paris no logró el éxito que esperaba; a pesar de que su tío y otras amistades intentaron apoyarla, los artistas parisinos la consideraban “de caracter difícil" y ella se sentía miserable, como confesó a su madre en las cartas que enviaba junto al dinero que lograba juntar. Durante ese tiempo, se dedicó a hacer retratos por comisión entre la sociedad parisina y algunos rusos exiliados. 

Aleksandr Petrovich Prokopenko (1926)

Trenzas (1930)

En 1928, Serebriakova participó en una retrospectiva de arte ruso en Bruselas, donde conoció al aristócrata Jean de Brouwer quien la comisionó a realizar una serie de retratos y también patrocinó dos viajes a Marruecos, reflejados en muchas de sus obras de ese periodo. Además, entre 1926 y 1928, dos de sus hijos, Katya y Sasha lograron salir de la Unión Soviética y reunirse con ella. Sin embargo, las autoridades seguían sin permitir la salida de Zhenya y Tatyana por lo que ellos permanecieron con su abuela, quien finalmente murió en 1933. 

Durante las siguientes décadas, Zinaida siguió trabajando en Europa y participando en diversas exhibiciones. Sin embargo, cuando inició la Segunda Guerra Mundial, y con la ocupación Nazi a Paris, fue obligada a renunciar a su nacionalidad soviética y a suspender toda comunicación hacia la URSS, incluso fue amenazada con ser enviada a un campo de concentración. En ese momento, al renunciar a la nacionalidad, también renunciaba a a la posibilidad de regresar y reunirse con sus hijos.

LeyendaKatya durmiendo (1945)

Fue hasta 1946 que pudo volver a enviar y recibir correspondencia con su hija Tatyana y finalmente, en 1960, con el Deshielo de Jrushchov,  Serebriakova y Tatyana pudieron reunirse, en Paris, 36 años después de verse por última vez.

En 1965, Zinaida regresó a Moscú para inaugurar una exhibición de su trabajo, la cual recibió excelentes críticas. Regresó a parís y poco después murió por un derrame cerebral, el 19 de septiembre de 1967. Está enterrada en el cementerio ruso de Sainte-Genevieve-des-Bois, a las afueras de Paris. 

Autorretrato con hijas (1921)