Pablo Picasso ha sido considerado como un genio dentro del mundo del arte, pero debido a la fuerza que ha cobrado el movimiento #MeToo las violencias del pintor han sido revividas para derrumbar el pedestal en el que se encuentra. Mariana Picasso, nieta del pintor, afirma que Picasso era un hombre violento y narcisista que sometía a todas las mujeres que se encontraban en su vida y las “drenaba” hasta que dejaban de serle útiles.

Las sometía a su sexualidad animal, las domesticaba, las hechizaba, las devoraba y las aplastaba en sus lienzos. Después de pasar muchas noches extrayendo su esencia, una vez desangradas, se deshacía de ellas. –Mariana Picasso.

Durante la Primera Guerra Mundial, de 1914 a 1918, el artista trabajó en Roma, donde conoció a su primera esposa, Olga Khokhlova, una bailarina de ballet rusa. Ella fue usada por Picasso como inspiración para sus pinturas, ‘Retrato de Olga en un sillón’ es una de los cuadros icónicos de los primeros años del matrimonio entre Khokhlova y Picasso. La Olga retratada, a finales de la segunda década del siglo XX, es una mujer llena de vida, Pero tras el nacimiento de su hijo, Paulo, la relación se deterioró –debido al maltrato físico y a las infidelidades de él– y Picasso inició un romance con una joven, Marie-Thérèse Walter, de tan solo 17 años cuando él tenía ya 45. Ella se convirtió en su nueva musa y todas sus composiciones mostraban expresiones de desenfreno sexual y surrealismo.

Picasso usó a Olga hasta agotar su vitalidad y los últimos retratos de Olga que pintó Picasso muestran el proceso antropofágico al que llevó a su esposa. Las imágenes de Olga leyendo o sosteniendo en su regazo a Paulo, su primogénito, fueron sustituidas por seres de rostros deformes y cuerpos mutilados, afirma el portal El Comercio.

Con Walter tuvo una hija llamada Maya, pero esta relación terminó pronto; al año de nacer su hija, Pablo conoció a la pintora y artista francesa Dora Maar, con la que inició otra relación a pesar de seguir casado con Olga por cuestiones religiosas.

Las violencias de Picasso

En el libro ‘Picasso y las mujeres’, la autora española Paula Izquierdo sostiene que a Picasso las mujeres le producían un entusiasmo inicial que despertaba su creatividad, pero cuando la relación decaía la imagen de la mujer retratada se deterioraba hasta convertirla en un monstruo.

De acuerdo con el portal Vanitatis, Picasso enamoraba a las mujeres y, en muchos casos, también les arruinaba la vida ya que no era fácil convivir con un hombre al que todos trataban de genio pero que además era 'el macho alfa' por autodenominación. Su modus operandi era siempre el mismo: al principio de cualquier relación, representaba retratos bellos e íntimos a los que seguían lienzos melancólicos al final.

Por su parte, la autora griega Arianna Stassinopoulos, escritora de la biografía de Picasso, afirma que una de las mujeres que más había sufrido la misoginia de Picasso fue la fotógrafa surrealista Dora Maar. La violencia sexual que el artista ejerció con Dora llegó a extremos inimaginables. “En muchas ocasiones la dejaba inconsciente en el suelo después de golpearla”, cuenta.

Así mismo, Arianna Huffington en su libro 'Picasso: creador y destructor', asegura que el pintor y escultor malagueño quemaba con cigarrillos a Marie-Thérèse, a la que, además, llevó de vacaciones hospedándola (aprovechándose de su corta edad) en un campamento de verano para niñas, ya que de ese modo se alimentaba su ego al romper el tabú de estar con una menor.

APVB