Las mujeres están expuestas a diversos tipos de violencia durante los conflictos armados y se encuentran en situación de vulnerabilidad por el simple hecho de ser mujeres. En la independencia de México, las mujeres eran secuestradas y violadas como una forma de someter al enemigo, fueran partidarios de la corona española o no.

La violencia atravesó de una forma diferenciada a las mujeres, quienes se convierten en blanco de agresiones y violencias como parte de los mecanismos de ataque en la guerra. La época histórica en que se gestan los movimientos de independencia de México son momentos en los que la igualdad de género, el respeto y la tolerancia hacia las mujeres distaban considerablemente de la situación y el escenario actuales.

Y es que,se ha demostrado que la máxima humillación que se puede ejecutar en contra del enemigo consiste precisamente en la violación de sus mujeres, de acuerdo con Iliria Flores Carreño, doctora en historia por El Colegio de Michoacán.

“La violencia sexual ocurre en todas las guerras civiles porque las mujeres representan un estado de bienestar para la reproducción de la humanidad. Además, ellas llevan sobre sí mismas un bien muy preciado que es el honor de la familia”, compartió la historiadora para La Cadera de Eva.

Violencia sexual: demostración de dominio 

Para los hombres participantes de la guerra de independencia, el dominio de su enemigo era uno de los elementos más importantes para ganar, cualquiera que fuera su bando. Esta necesidad de dominación y demostración de poder, se traducía en el secuestro y violación de las mujeres de su enemigo, pues al representar a la familia y el honor, cuando eran sometidas, este valor se perdía, comparte la Dra. Iliria Flores. 

En una sociedad machista del siglo XVIII, el matrimonio heterosexual era sagrado para el Estado y la religión, ya que “se consideraba el sostén de la sociedad novohispana”, por lo que, la posesión de las mujeres a través de violaciones era una forma de romper con ese “honor” de los esposos. 

El aclamado personaje histórico, Agustín de Iturbide, un militar y político, fue uno de los soldados destacado del ejército real, pues ideó un plan junto con sus oficiales para separar a los insurgentes de sus familias, de acuerdo con Flores Carreño. 

“Este plan tenía el objetivo de atraer a los cabecillas rebeldes, poderlos controlar y someterlos, es decir,  si atrapaba a las mujeres de su vida (madres, hermanas, esposas hijas), con eso podría obligarlos a que se rindieran ante él”, indicó la historiadora Iliria Flores. 

Pero, ¿por qué violar mujeres es una demostración de dominio y poder? Para el feminismo, la violación es la imposición violenta de la voluntad patriarcal maximizada, donde las mujeres se ven sometidas por completo por los varones que creen poder hacer lo que quieran con ellas.

“En el contexto de guerra, las violaciones se tornan un tanto perversas. Si el hombre está armado, o actúa en conjunto con otros hombres, entonces la demostración de dominación no es sólo sobre las mujeres, sino sobre otros hombres y su honor”, explican pensadoras feministas. 

Jefas de familia desde la independencia de México

Por otra parte, los conflictos armados también dejan a las mujeres en una situación muy vulnerable ante la pobreza, la pérdida del trabajo y la destrucción de bienes, como, por ejemplo, sus casas y sus pertenencias. Las mujeres que viven en el contexto de guerra, a menudo atraviesan mayores dificultades por motivos de género en comparación con los hombres en estas situaciones, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas. 

Desde la época de la independencia de México, las mujeres eran quienes se quedaban a cargo de sus familias y sus hogares. Eran ellas quienes se tenían que ocupar de lo que ahora se conoce como trabajo de cuidado, es decir, la alimentación, la crianza de los hijos o hijas y la limpieza del hogar. Este trabajo, durante la época independiente, distaba de ser sencillo para las mujeres, ya que los procesos de elaboración de vestimenta y alimentos a base de maíz, eran más laboriosos, explica la historiadora. 

No obstante, es importante reconocer a las mujeres de la independencia de México fueron sujetas activas durante las guerras, no sólo como víctimas de violencia, en ocasiones también como combatientes y sobre todo, como pilares indispensables de la creación de paz y resolución de conflictos.