Salma Correa fue atropellada y gravemente herida en 2019,  por un hombre identificado como Ricardo “N”, tras dos días de estar hospitalizada falleció. Después de tres años, aún no hay justicia para Salma. En su memoria, familiares y colectivas pintaron un mural este miércoles, en Chalco, Estado de México.

La madre y la hermana de Salma, Gloria y Sally, explicaron que dicho mural tiene como fin que el caso de su hija no quede en el olvido y que su recuerdo trascienda. Pero también que quede registrado el rostro de su hija como protesta a la indolencia de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM).

Durante la jornada, mientras se pintaba el rostro de Salma en las calles de Chalco, se realizó un ritual tradicional mexicano para honrar la memoria de la víctima. Su hermana, Sally Correa, leyó un escrito donde la principal duda fue "¿Qué es la justicia?", pues la negligencia de las autoridades mexiquenses, la revictimización y el desgaste de la lucha son un reflejo de lo que las familias deben pasar en la búsqueda de esa "justicia" que no les devolverá la vida de sus hijas, madres o hermanas. 

Cortesía: Contingente Verdad y Justicia 

Aunque la etapa de juicio oral ya inició, la familia de Salma Correa denuncia que en el caso no se está aplicando la perspectiva de género e incluso, la FGJEM se niega a reclasificar el delito de feminicidio, ya que, está clasificado como homicidio calificado en contra de una mujer, de acuerdo con los testimonios de Gloria y Sally, madre y hermana de Salma. 

“Dylcia García se comprometió a enviar peritas para evaluar si se juzgará con perspectiva de género, pero no han hecho nada y ya pasaron tres meses”, señaló la hermana de Salma. 

Con la posible reclasificación del delito como feminicidio, la sentencia contra Ricardo “N” sería mayor y también ayudaría a que la familia de la joven sea reconocida como víctimas indirectas, pues tampoco han recibido el apoyo adecuado.

Reclamaron que, el trato recibido por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado de México es revictimizante, y al “no existir razones de género” en el asesinato de Salma Correa, les retiraron el apoyo, dejando de lado a la hija de Salma, quien quedó a cargo de Gloria, madre de la víctima.

“La Ceavem nos niega la ayuda porque dice que no se trata de un feminicidio y por eso mi nieta no es acreedora de los beneficios. Ella es la más afectada porque se quedó sin sustento”, dijo Gloria Reyes.

Ante la digna rabia, el coraje, el enojo y la violencia que atenta contra la vida de las mujeres de diversas maneras, la familia de Salma se han integrado al contingente Verdad y Justicia en el Estado de México, quienes dejaron de ser invisibles ante las autoridades tras las distintas manifestaciones y protestas que han hecho en las fiscalías correspondientes a sus caso.

Las familia de Salma estuvo acompañada por mujeres que estudian, trabajan, que son madres, hijas y hermanas; mujeres que se visten de negro para proteger su identidad de un sistema que criminaliza la protesta feminista. Son ellas que abrazadas a las familias, se arropan entre el dolor y la rabia, describen los testimonios.