Un hombre cometió feminicidio el día de su boda;  de acuerdo con reportes oficiales,  indican que golpeó a la mujer delante de los invitados luego que el agresor tuviera un “ataque de celos”.

El feminicida fue identificado como Stepan Dolgikh, un ruso de 35 años que inició una relación por medio de cartas con la mujer, cuando el hombre estaba en prisión por cometer robo y homicidio, pero logró obtener la libertad, hecho que originó que ambos por fin pudieran encontrarse.

Tras un tiempo saliendo, Oksana, la pareja del sujeto, le pidió matrimonio a Stepan, él aceptó y comenzaron los preparativos de la boda que se desarrolló con normalidad. Luego de decirse “acepto” y declararlos marido y mujer, es que ocurrió el hecho, donde el sujeto vio conversar a su esposa con uno de los invitados.

Testigos señalaron que al verlos platicar, éste tuvo un “ataque de celos”, se acercó a la mujer y comenzó a darle puñetazos y patadas afuera de la vivienda donde se hizo la fiesta. 

En una cultura patriarcal, los hombres aprenden que los celos son una demostración de amor, pero en realidad son una demostración de posesión sobre las mujeres; se les hace creer que las mujeres son de su propiedad y que, aquellas que desafíen esa propiedad hablando con otros hombres, deben ser castigadas “para recordarles su lugar”, de acuerdo con expertas feministas. 

Esto tiene como consecuencia que, los ataques hacia las mujeres que “desobedecen” a los hombres, sean una demostración de poder sobre ellas. Pero no es así, las mujeres no son propiedad de ningún varón, ni les deben obediencia o sumisión. Los celos no son justificación para la violencia, según expertas. 

Las autoridades encargadas del caso, declararon que la mujer fue asesinada en el lugar debido a los golpes en su cabeza. Asimismo, se supo que ninguno de los invitados decidió entrometerse debido al nivel de violencia que observaron. Llamaron a la Guardia Nacional, quienes llegaron al lugar y detuvieron al feminicida, que admitió el asesinato sin mostrar arrepentimiento.

Al investigar el caso, la policía justificaron la violencia del sujeto al indicar que se encontraba en un estado de intoxicación alcohólica, más los “celos”, lo llevaron a tener “una actitud hostil hacia su esposa“, actitud hostil que terminó en el feminicidio de la mujer. 

Sin embargo, feministas han señalado que, ni el alcohol ni los “celos” son justificación para la violencia feminicida, sino que “el sujeto no fue capaz de entender que la mujer que decía amar, no era de su pertenencía y ella era libre de hacer lo que quisiera”, afirmaron. 

SC