El postporno es una forma de protesta contra la pornografía, una de sus precursoras fue Annie Sprinkle, cuya escena era esta: con una apariencia bien producida, maquillaje, pestañas postizas y melena roja, se sentaba en el sillón, abría las piernas y se metía introducía un espéculo en la vagina e invitaba al público a mirar dentro.

El espectáculo de Sprinkle se llamaba “Publicpublic cervix announcement” y proponía una visita al cuello de su útero como una forma de parodiar la mirada erotizada y sexualizada sobre los genitales de las mujeres. “Asómense y verán que no tiene dientes”, dice divertida. Y anima a las mujeres a explorar sus vaginas.

¿Cómo surge el postporno?

Annie Sprinkle retoma el concepto de postporno del artista holandés Wink van Kempen que proponía escenas sexuales desde una mirada crítica o cómica. Sprinkle comienza con obras irónicas sobre la sexualidad después del hartazgo de la industria del porno.

Otro de las impulsoras de lo postporno fue el teórico queer Paul B. Preciado (anteriormente conocido como Beatriz Preciado), quien organizó en Donostia el congreso FeminismoPornoPunk en el que participaron figuras como el fotógrafo trans Del Lagrace Volcano, el cineasta Tistan Taormino o la propia Sprinkle.

En México contamos con Diana pornoterrorista quien es originaria de España pero se encuentra en el país, es conocida como Diana J. Torres, es una escritora y activista multidisciplinaria, “intenta revolucionar la lectura de la pornografía a través de la mirada feminista y postesctructuralista que apuesta por la crítica a la industria dominante mediante la producción de representación”.

Su reciente libro es “Pucha potens”, donde Diana hace una ejercicio de investigación para hablar y nombrar las eyaculaciones de las mujeres o personas con vulva. A lo largo del libro, la escritora comparte sus hallazgos respecto a la eyaculación femenina y cómo está ha sido apropiada por diversas culturas.

¿De qué se trata el postporno?

El postporno es una manera de experimentar la sexualidad con responsabilidad y de forma diferente, más allá de “mete-saca”, dijo Marielena López, artista y productora de postporno, (@Marielenalsrx) para el El Sol de México.

Lo posportno también critica los recursos tradicionales del porno como penetración, eyaculación y orgasmo; ya que el placer y el deseo se puede experimentar de otras formas, “no viene sólo de la penetración, existe un abanico gigantesco de maeras de explorar la corporalidad y experiencia”, señaló Melissa al diario.

Una de las obras que ha presentando Marielena López fue la exposición de una mamografía que le hicieron en busca de quistes, con esto los consumidores no veían los senos como objeto erotizado sino como una estructura viva.

"Puede ser una exploración de todos los sentidos, de todo el erotismo de las personas que están involucradas. Se hace esta división de qué otras filias me gustan además del típico 'mete-saca'", dijo Melissa.