Las escenas de acción donde hay balas, peleas y sangre derramada por los heroicos protagonistas de series y películas están completamente controladas para evitar que los actores resulten lesionados durante las grabaciones, existen un sinfín de trucos para lograrlo, pero, durante mucho tiempo, los directores dejaron de lado la seguridad de las mujeres al grabar escenas sexuales y esto ha terminado en abusos como el que vivió Maria Schneider durante la grabación de la película Último Tango en París.

Fue en 1972 cuando el director Bernardo Bertolucci grabó la película, en ese entonces Maria tenía 19 años; durante la película existe una escena donde el protagonista, Marlon Brando abusa de una manera sádica de Maria, los detalles de la escena fueron fueron planeados por Bertolucci y Brando unas horas antes de que comenzaran las grabaciones y decidieron que “lo mejor” sería no decirle nada a Maria y fue así como ejecutaron el plan ante las cámaras, sin que esto apareciera reflejado en el guión y sin que la actriz hubiera dado su consentimiento.

El director de "El último tango en París", Bernardo Bertolucci, junto con sus protagonistas, Marlon Brando y Maria Schneider

El abuso del que fue víctima Maria quedó prendado a su ser durante toda su vida y afirmó que jamás pudo superar la humillación de haber sido usada como un objeto para la filmación de la cinta.

Este testimonio podría parecer lejano, pero a raíz del movimiento #MeToo varias actrices han hablado de los abusos que distintos actores y directores ejercieron sobre ellas, debido a esto y buscando salvaguardar la salud física y mental de las mujeres actrices se han popularizado los coordinadores de intimidad durante el rodaje de escenas sexuales dentro de diversas series y películas.

Coordinador de intimidad

El movimiento #MeToo también ha logrado visibilizar el trato que sufren las mujeres durante los rodajes, sobre todo las actrices que tienen que hacer desnudos o escenas sexuales, por lo que, en los últimos años, muchas productoras han contratado coordinadores de intimidad.

Antes, las escenas sexuales estaban supervisadas únicamente por el director y el equipo de producción, pero no existía como tal ningún sistema de protección para las actrices y actores involucrados en ese tipo de escenas.

El coordinador de intimidad es el responsable de que se cree un entorno seguro y respetuoso con las personas involucradas en una escena con tomas íntimas o explícitas. Mantiene el contacto entre el equipo y los actores y también puede encargarse de coreografiar una escena de sexo.

Estas personas se encargan de revisar y guiar los movimientos que tendrá el elenco en escenas sexuales. Igualmente se encargan de revisar el consentimiento y aprobación de las actrices y actores sobre lo que harán y mostrarán durante esas escenas y también en aquellas que implican desnudos (que pueden ser desde tomas en un baño o hasta escenas de alguien dando a luz) o hasta besos, comenta el portal Animal.mx.

Un coordinador de intimidad también acompaña al elenco durante el rodaje para asegurarse de que todo se realice según lo acordado y para estar pendientes de si se tiene que realizar algún cambio si es que alguna persona se siente incómoda.

Una de las más famosas es Ita O'Brien, coordinadora de intimidad en 'Normal People' y en la primera temporada de 'Sex Education', que publicó en 2017 unas 'Normas para la intimidad en el set'. Estas normas explica las responsabilidades del coordinador de intimidad, entre ellas, asegurarse de que hay espacios cubiertos en los que los actores puedan vestirse y desnudarse; asegurarse de que nadie del equipo se cuela en un set de rodaje para una escena sexual; estar presente en los castings y en las reuniones en las que se informa a los actores sobre cómo va a rodarse una escena con sexo o desnudos; acordar junto al director y actores qué áreas del cuerpo van a tocarse y cuáles no, etc, afirma el portal YASSS.

Si bien, la figura del coordinador de intimidad es muy usada en el teatro, su uso dentro de series y películas es relativamente reciente y productoras como HBO fueron los primeros en darse cuenta de que, durante las grabaciones, es probable que una actriz sea agredida sexualmente, por lo que han hecho de las y los coordinadores de intimidad personas imprescindibles dentro de cada grabación.

Hombres que no lo aprueban

A pesar de la importancia que tienen las y los coordinadores de intimidad, hay muchos hombres dentro de la industria cinematográfica que usan argumentos sumamente machistas para desacreditar la importancia de las y los coordinadores de intimidad.

Uno de los casos más recientes fue Sean Bean (Game of Thrones) quien dijo a The Times UK que estas figuras “arruinan la espontaneidad”.

Creo que la forma natural en que se comportan los amantes se arruinaría si alguien la redujera a un ejercicio técnico, dijo el actor.

Por su parte, el actor Jacob Elordi, quien da vida a Nate en Euphoria, confesó que en la primera temporada pensaba que tener a una coordinadora de intimidad “mataba la espontaneidad de la escena”, pero admite que durante la segunda temporada fue un placer trabajara con Blumenthal.

No es coincidencia que muchos hombres se opongan a tener un coordinador de intimidad dentro del set, esto se debe, según feministas, que internamente aún perciben a las mujeres como un objeto que debe ser sometido con tal de satisfacer por completo las ideas del director, esto sin importar que esté de por medio un abuso sexual o la incomodidad de las actrices.

Con estas declaraciones, actrices como Amanda Seyfried recalcaron la importancia de las y los coordinadores de intimidad cuando recordó momentos incómodos que pasó al inicio de su carrera, como caminar sin ropa interior en un set a los 19 años, y recordó que en su momento se aguantó “porque no quería molestar a nadie y quería mantener mi trabajo”.

Es así como las redes entre mujeres han logrado cuidarse dentro de la industria cinematográfica y así evitar que más actrices sean abusadas por una escena sexual.

Gracias por su existencia en nuestra industria. Por hacer que el espacio sea seguro para crear límites físicos, emocionales y profesionales para que podamos hacer trabajos sobre explotación, pérdida de respeto, sobre abuso de poder, sin ser explotadas o abusadas en el proceso. – Rachel Zegler.

APVB